Este pequeño vehículo de uso militar y civil recibe numerosos nombres dependiendo de la zona geográfica en la que nos encontremos. En Estados Unidos se conoce como Volkswagen Thing (de “cosa” en inglés), en Alemania con el nombre de Kurierwagen (de “coche correo” en alemán), en Indonesia como Camat, en la América hispanohalante como Safari, o Trekker en el Reino Unido. Fue un rival directo del Citroën Méhari y del Renault Rodeo en el Viejo Continente.
Tuvo un largo periodo de fabricación y venta, desde 1968 hasta 1980. Se inspiró en el famoso Kübelwalgen, ampliamente utilizado por el ejército alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Fue un modelo típicamente Frankestein, pues tomaba elementos del Volkswagen Beetle, Käfer o Escarabajo (Typ 1), del Karmann Ghia (Typ 14) e incluso algunas partes la furgoneta Combi (Typ 2).
Se fabricó en las factorías alemanas de Wolfsburgo, Emden y Hannover, en la indonesia de Yakarta y en la mejicana de Puebla. Se fabricaron un total de 90.883 unidades del Typ 181, de las cuales 70.519 salieron de las fábricas alemanas y las 20.364 restantes de la factoría de Puebla. Las del Camat indonesio se contabilizan aparte.
El Volkswagen Kurierwagen contaba con una carrocería de cuatro puertas y fue desarrollado para desenvolverse sin problema fuera del asfalto. El motor estaba situado en la parte trasera y era de tipo bóxer. Ofrecía unas medidas compactas, 3.780 mm de largo, 1.640 mm de ancho, 1.620 mm de alto y 2.400 mm de batalla. Su peso oficial era de 995 kg.
Durante los años 60 diferentes gobiernos europeos decidieron cooperar para crear un vehículo que fuese ligero, resistente y pudiese manejarse con facilidad por caminos, pistas forestales y vadear ríos. Lo denominaron proyecto “Europa Jeep”. Alemania ya estaba estudiando el desarrollo de un todoterreno con estas características desde los años 50. Este modelo estuvo disponible antes del “Europa Jeep”, que finalmente no llegó a producirse.
Volkswagen recurrió de nuevo a reaprovechar ingeniería existente para que los costes de fabricación fuesen mínimos
Volkswagen ya estaba presente en el mercado mejicano con el Vocho o Sedán y su adaptación para moverse por las dunas, el Baja Bug. Con estos dos vehículos, que gozaban de gran aceptación, las mentes pensantes del fabricante alemán acertaron con la creación de un vehículo que reuniese las virtudes de un todoterreno y que fuese divertido de conducir. Además, contaba con la innegable ventaja de tener un gran banco de piezas y repuestos para su fabricación con los modelos Sedán y Baja Bug, manteniendo los costes de fabricación al mínimo.
La plataforma derivaba del mencionado Beetle/Käfer, y el chasis era idéntico al del Karmann Ghia, más ancho que el del Beetle/Käfer. El motor, transmisión y eje trasero se tomaron de la primera generación de la furgoneta Combi (Typ 2). El motor utilizado era un bóxer de cuatro cilindros refrigerado por aire, de 1,5 litros y 44 CV, y se tomó del Beetle, al igual que el depósito de combustible y el sistema de dirección. Con esta mecánica era capaz de afrontar pendientes muy pronunciadas y ofrecía unos consumos en general bastante contenidos. Respecto al equipo de frenos contaba con cuatro tambores, suficientes para su peso y prestaciones, del orden de los 110 km/h de velocidad máxima.
Esta actualización del Kübelwagen estaba dotada de un motor bóxer de cuatro cilindros en posición trasera que rendía 44 CV y empujaba al vehículo hasta los 110 km/h
Su espartano interior ofrecía dos asientos delanteros y una banqueta corrida detrás, confeccionadas en vinilo. Se ofrecía como opción con las dos plazas delanteras, sin la banqueta trasera, aumentando notablemente de esta forma el espacio para carga. Para protegerse de las inclemencias del tiempo ofrecía una capota de PVC o un techo duro (hardtop).
En septiembre de 1969 se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt la versión europea del modelo, como un Kübelwagen, algo más grande y pesado. A finales de 1970 se sustituyó su motor por otro de mayor cilindrada, de 1,6 litros, pero manteniendo los mismos 44 CV de potencia, más apto para gasolinas de baja calidad. Corría un poco más gracias a unos desarrollos de transmisión más largos, hasta los 115 km/h.
En este mismo año de 1970 se empezó a producir en Méjico con algunas piezas importadas de Alemania, empezándose a vender en el país en 1971, al igual que la versión civil europea. En Estados Unidos salió a la venta un año después, en 1972, momento en el cual las unidades mejicanas eran de producción propia al 100 %.
En 1973 la versión europea se potenció el motor hasta los 48 CV y se sustituyó el eje trasero oscilante (transeje) por el IRS de Porsche, que al añadir brazos de control apenas cambia la caída de las ruedas con los cambios de recorrido de la suspensión. Las unidades adaptadas para el ejército de la RFA fueron 15.275 en total, con dos ruedas motrices y 400 kg de carga útil. Se entregaron entre 1969 y 1979 y se utilizaron fundamentalmente para vigilancia fronteriza.
En el Reino Unido el Volkswagen Trekker se vendió brevemente durante 1975, fue un fracaso de ventas
En 1975 dejó de venderse en Estados Unidos por su reclasificación como vehículo de pasajeros y no cumplir las estrictas normas de seguridad, entre ellas la de no tener una mínima distancia entre el asiento y el parabrisas. En Méjico eran más laxos en materia de seguridad, por lo que se continuó vendiendo hasta 1980, año en el que todavía se produjeron 695 unidades en la fábrica de Puebla. El Vocho aguantó mucho más, hasta 2003.
Se rumorea que incluso la OTAN, a la espera del proyecto “Europa Jeep”, se planteó la adquisición del Kurierwagen como vehículo de patrulla militar común para todo el continente, pero cayó en el olvido. Alemania continuó con su producción, complementándolo con el nuevo Volkswagen Iltis (Typ 183), que tomaba como base un DKW Munga, ya con el motor frontal y tracción a las cuatro ruedas.
En la actualidad se ha convertido en un automóvil de culto por sus originales líneas rectas -de espíritu retro- y su practicidad, con unas puertas desmontables, un parabrisas abatible y el asiento trasero abatible, recordando al Jeep Willis. Y por su robustez y fiabilidad legendarias, claro. Volkswagen tuvo la intención de resucitarlo, apareciendo como prototipo eléctrico en 2017, pero con unas formas mucho más modernas
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Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS