Casi por sorpresa, el nuevo Peugeot 5008 ha hecho acto de aparición. Después de dar a conocer el Peugeot 3008 era cuestión de tiempo que le tocara el turno al Peugeot 5008, básicamente el mismo coche pero más grande y con posibilidad de contar con siete plazas. Y al igual que el 3008, los cambios se notan mucho en el frontal, pero poco en otros apartados, aunque eso no quiere decir que no haya nada.

La primera generación del Peugeot 5008 se puso en circulación en el año 2009. Por entonces era un auténtico monovolumen con un maletero de hasta 679 litros y posibilidad de contar con siete asientos. En la segunda generación la metamorfosis fue total, aunque guardó algunas cosas de monovolumen, como los asientos traseros individuales y hasta cierto punto, modulables (deslizables y plegables).

Ahora no cambia de generación, se trata, como en el caso del 3008, de un restyling, una vuelta de tuerca al modelo para aguantar unos años más en el mercado y que el envite de los rivales no se note en exceso. No en balde, el conjunto que forman tanto el Peugeot 3008 y el Peugeot 5008 es un éxito de ventas que la marca quiere mantener, como cabe esperar.

Mismos cambios estéticos que en el 3008

El Peugeot 3008 y el Peugeot 5008 son básicamente el mismo coche, se diferencian principalmente por el tamaño de sus carrocerías, lo que afecta a su vez al espacio del habitáculo. También se diferencian porque el 5008 puede contar con siete asientos, pero hasta aquí llegan las discordancias entre un modelo y otro. El resto es el mismo coche, incluyendo el habitáculo y todo lo que no se ve, es decir, plataforma, motores y tecnologías.

Así, es normal que todos los cambios sufridos por el pequeño, se repliquen al milímetro en el grande.Esto conlleva que el principal cambio del restyling sea el cambio de estilo del frontal, donde todo es nuevo, desde los faros hasta los paragolpes pasando por la nueva calandra, cuyo diseño busca crear un efecto 3D y se fusiona con los laterales del paragolpes justo bajo los proyectores.

Si miramos de perfil al nuevo Peugeot 5008 no seremos capaces de diferenciarlo del anterior, pues todo sigue invariable. En la trasera el único cambio apreciable es la nueva configuración de los pilotos, que potencian esa idea de garra que tanto anuncia la marca. Habrá nuevas llantas, al igual que en su hermano pequeño, así como nuevos colores para la carrocería.

Nuevos acabados interiores y ausencia de variante híbrida

Uno de los apartados que más miradas acaparan de estos dos hermanos es su habitáculo. El diseño fue y sigue siendo rompedor y adaptarse a ese volante no requiere ni 5 segundos. Características que se mantienen invariables en el restyling del Peugeot 5008, aunque sí añade algunas mejoras en determinados puntos.

La pantalla central es uno de esos puntos y como en el 3008, se vuelve más cuadrada y ya no sale del salpicadero, más bien está ubicada como si tuviera un soporte sobre el mismo. La instrumentación es la misma de tipo digital con 12,3 pulgadas y se mantiene las llamadas “teclas de piano”, que sirve para accionar diferentes funciones como la radio, el climatizador o el teléfono por nombrar algunas cosas.

Se revisan tanto colores como materiales interiores y se añade como novedad una tapicería de cuero nappa en color rojo y nuevos detalles en Alcántara. Al mismo tiempo se añade un nuevo sistema de visión nocturna, control de crucero adaptativo con función Stop&Go o frenada de emergencia de última generación. No faltan las posibilidades de conectividad como Apple CarPlay y Android Auto.

No obstante, lo que sí falta en la gama son las opciones híbridas que tiene el 3008. El Peugeot 5008 no contará con grupos propulsores híbridos enchufables y por el momento, se centra en gasolina y diesel. Concretamente se podrá configurar con el 1.2 PureTech de 130 CV y el 1.6 PureTech de 180 en caso de los gasolina, mientras que en diésel la oferta será el 1.5 BlueHDi de 130 y el 2.0 BlueHDi de 180 CV.