Desde que el Lamborghini Urus salió en 2017, su volumen de ventas no ha dejado de aumentar, dejando a la marca italiana en una posición privilegiada del mercado de los SUV de gran tamaño y con especial atención a las aptitudes de un deportivo. El volumen de ventas de Lamborghini siempre ha sido bajo, algo lógico en una marca aficionada a la exclusividad, y el ritmo de venta ha sido también lento. El Urus ha sido ese coche que ha puesto la excepción a la regla.
Tras mucha información a cuentagotas, imágenes y anuncios anticipados, el Urus salió a la luz en forma conceptual por primera vez en 2012, durante el Salón de Pekín de ese año y el concurso-exposición de Pebble Beach, California. Sus detalles recordaban al prototipo Estoque de 2008, siendo este un coupé, e incluso los medios confundieron su nombre. El nombre “Urus” ya estaba registrado antes de que se presentase el propio Estoque en el Salón de París.
Más tarde se reveló que tendría más de 5 metros de largo, un motor V8 biturbado, tecnología prestada de Volkswagen y que había planes de un futuro híbrido enchufable de ese mismo modelo (previsto para 2021). Fue en 2013 cuando el CEO de Lambroghini Stephan Winkelmann anunció la producción de este primer SUV de Lamborghini desde el LM002: un todoterreno del segmento F que se fabricó entre 1986 y 1993, derivado de un proyecto militar rechazado.
Las ventas en su año de lanzamiento, 2018, fueron de 1.761 unidades. Para ser un coche alejado de la filosofía de la marca no era una mala cifra, pero esta decisión de Lamborghini nunca ha sido muy compartida entre los sectores más puristas de clientes. Por lo tanto, el Urus llevaba gestándose mínimo cinco años, pero no fue hasta 2019 que se comercializaron un año de forma completa.
En 2019 se consiguieron ventas cercanas a las 5.000 unidades, y para este año, en plena crisis de coronavirus, se prevee que se cierre con 6.000 unidades. De todas formas, Lamborghini ya se lleva un récord especial, la unidad 10.000 fabricada en dos años desde su lanzamiento. La marca italiana se había encargado de aumentar la superficie de la fábrica de 80.000 a 160.000 metros cuadrados para la fabricación del Urus, y elaborar una linea de producción que combinase cadenas de producción industriales y otras más artesanales.Lamborghini llama a este modelo de fabricación 4.0, y utilizan Inteligencia Artificial en tareas de asistencia y transporte de piezas, así como en procesos de acabado. Por ejemplo, en los talleres de pintura estrenados hace un año, se dedican al Urus exclusivamente. Lamborghini ha cuidado de forma muy especial este modelo, que sigue compitiendo con el Audi RS Q8, el Bentley Bentayga W12 o el Porsche Cayenne Turbo S e-Hybrid.
El Urus tiene alguna que otra ventaja en motor con respecto a modelos como el RS Q8, aunque ambos comparten la plataforma MLB de Volkswagen. Este último tiene 600 CV, mientras que el Urus llega a los 650 CV y es algo más ligero que otros como el Cayenne. Los italianos apostaron por un motor V8 biturbo de 4 litros, el mismo que Audi y Porsche.
Los SUV de altas prestaciones, por tanto, siguen estando en los planes de un fabricante especializado en deportivos, que ha conseguido fusionar lo que funciona ampliamente en el mercado con su linea de producción tradicional y artesanal.
La semana pasada Hennessey Performance organizó un duelo de velocidad entre el Jeep Grand Cherokee Trackhawk y el Lamborghini Urus.
La movilidad en países y mercados fuera de su entorno natural también ha influido en la iniciativa de su concepción y su éxito en ventas. No es lo mismo conducir un deportivo en Europa que en lugares como Oriente Medio, China o Rusia. Un dato significativo del modelo y su gran ritmo de ventas es que el 70 % de los compradores nunca han comprado en Lamborghini antes, y que la media de precio que se gastan los clientes (varía según las opciones de personalización) llega a los 290.000 euros.
Precisamente de procedencia rusa era el cliente que pidió el modelo 10.000: un Urus de color Nero Noctis Matt (negro) con fibra de carbono tanto en el interior como en el exterior, personalizado con tonos negros y naranjas, que pasó por el servicio de personalización Ad Personam.
Enrique Delgado
Terminando la carrera de audiovisuales y empezando en el mundo del periodismo con el espíritu de aprender sobre motor. Siempre tengo un ojo para lo que ocurre en el mundo y otro en absorber todo el conocimiento que pueda sobre él para escribir literatura, mi hobby personal.COMENTARIOS