El ingenio y la capacidad de superación no tiene límites en el ser humano. En el mundo de las modificaciones, existen talleres especializados que se encargan de hacer reales los sueños de los propietarios, y hay cosas más o menos radicales. Pero hay transformaciones caseras que quitan el hipo, como un Volvo 245 con el motor V10 de un Lamborghini Gallardo.
Esta ranchera rojiza comenzó su vida en 1975. Fue fabricado como un Volvo 245 estándar, no como otros de la serie 240 que pululan por ahí. La oferta mecánica que Volvo dispuso para este modelo comprendía potencias que iban desde los 81 CV (diésel) hasta los 155 CV de la versión turboalimentada (gasolina). Podía acomodar cómodamente hasta cinco pasajeros, y el volumen del maletero era encomiable: 1.201 litros en un conjunto de 4.780 mm de longitud.
Pero siempre hay quienes buscan un extra de picante en su coche. El autor intelectual de este Volvo 245 V10 es Peter Björck, un auténtico petrolhead que, por ejemplo, ha cambiado la caja de cambios automática de su Lamborghini Gallardo Superleggera por una unidad manual. Así pues, este Volvo 245 acogió en otros días en su vano un motor Toyota 2JZ, un seis cilindros en línea capaz de entregar enormes cifras de potencia según la mano que se le haya metido encima.
Al igual que la serie 200 de Volvo, el motor 2JZ de Toyota se diseñó para aguantar enormes cargas, mucho maltrato y no morir en el intento
Pero, ¿por qué alguien en su sano juicio eliminaría el motor 2JZ del Toyota Supra del compartimiento de su Volvo 245 familiar? Porque Peter Björck tuvo una idea aún más loca por su maravilloso cochecito sueco: en su lugar, instalar el V10 de 5 litros de un Lamborghini Gallardo GT2 de competición de mediados de la década del 2000. Aparentemente, Björck sentía que el 2JZ ya no era lo suficientemente emocionantes. Cualquiera lo diría…
Desafortunadamente, el motor italiano no es tan fácil de montar como parece. El espacio es el mayor problema; es un propulsor demasiado grande para lo que ofrece el compartimento del motor. Y hay más peros: el bloque presenta grietas porque proviene de una unidad accidentada, y encontrar una caja de cambios que se adapte a la nueva disposición del motor está siendo una tarea arduamente complicada para su propietario.
Björck aún tiene mucho trabajo por delante. Ha de conectar la dirección, el alternador, el compresor del aire acondicionado y buscar unos colectores personalizados para su nuevo y enorme corazón. Manteniendo el exterior y el interior apenas intacto, cuando este Volvo 245 esté listo, será uno de los sleepers definitivos.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS