En los tiempos en que vivimos lo habitual es ver cada vez más vehículos que equipan cambio automático. En cierta medida es lógico: es más cómodo y más rápido que nosotros con los cambios. Lo que ya no es tan normal es ver que una persona convierta su Lamborghini Gallardo Superleggera secuencial en manual, solo para poder disfrutar más al volante.

Peter Björck vive en Suecia y tiene una empresa que se llama BJP Race donde vende piezas de repuesto para coches. Se nota que le gusta la mecánica, porque ha participado en diversos proyectos para clientes, modificando vehículos como Subaru BRZ, Mercedes CLK o Nissan 200SX para que puedan hacer drifting.

En este caso está embarcado en un proyecto personal donde quiere convertir un Lamborghini Gallardo Superleggera E-Gear de su propiedad en manual. Dicho así puede parecer mucho más complicado de lo que es, pues este modelo equipaba la misma caja manual que el Gallardo, pero pilotada. Es decir, posee un mecanismo hidráulico unido a una centralita, que es el que realiza los movimientos de los cambios de la caja manual, mientras nosotros solo nos tenemos que preocupar de mover las levas del volante. Es un concepto muy parecido a la caja SMG que montaba BMW en ciertos modelos, como el BMW M5 E60.

La caja E-Gear del Lamborghini Gallardo Superleggera en realidad es un cambio manual robotizado

El Lamborghini Gallardo Superleggera posee un motor V10 de 5,2 litros que originalmente rinde 570 CV a 8.000 rpm y un par de 540 Nm a 6.500 rpm, aunque en este caso, esa potencia debe ser mayor, pues monta un kit de doble turbo que podría llevarlo hasta un rango de 700 a 1.000 CV, dependiendo del tamaño de los turbos y sus presiones de soplado.

¿Por qué quiere complicarse así la vida? Según comenta en el vídeo, la caja E-Gear del Gallardo es buena, pero suele fallar y muchas veces no realiza los cambios cuando él desea. Por eso quiere convertirlo en manual, para tener el control absoluto de la máquina.

Básicamente los cambios que debe realizar no son muy grandes, aunque sí parece muy aparatoso porque debe desmontar muchos paneles internos y trabajar en lugares con espacio muy reducido. Debe cambiar la pedalera por la del Gallardo manual, incorporar la palanca de cambios y unir los cables de control al cambio. Previo a eso debe desmontar la unidad hidraúlica que controla la caja y desconectar la centralita que se encarga de gestionarla.

Está claro que esta modificación no está al alcance de cualquiera, pero da gusto encontrar una persona que ama los coches tanto que es capaz de embarcarse en este tipo de proyectos, solo para sentir una conducción más pura. Eso es verdadero espíritu RACER.