Ya estamos a punto de finalizar el mes de junio, el primer mes del verano, propiamente dicho, que ha pasado volando. El mes en el que el calor y el buen tiempo marcan el día a día, mientras muchos comienzan sus vacaciones o empiezan a planear donde pasarán unos días, alejados del trabajo, del bullicio de las grandes ciudades (aunque en ocasiones, ese bullicio se traslada a las zonas de veraneo) o, simplemente, desconectando con la familia. Es tiempo de descansar y de disfrutar, ¿verdad?
Pero ese tiempo de descanso también implica viajes de larga distancia, para los cuales, el coche se convierte en un aliado vital. No obstante, para que el viaje esté exento de sorpresas, ese coche debe estar en unas condiciones optimas para afrontar, por lo general, un viaje de varias horas a velocidades elevadas. Nadie quiere problemas o sustos en las vacaciones, así que lo mejor es hacer una mínima revisión a nuestro coche antes de partir. Una operación que mucha gente realizará en un taller, con el consiguiente desembolso económico, pero, ¿has pensado en hacer tú mismo la revisión? Puedes comprar recambios de coche cerca mí a precios muy interesantes y además, ahorrarte la mano de obra del taller.
Las operaciones de revisión para unas vacaciones no son complicadas y puede hacerlas prácticamente cualquiera, siempre que tenga un mínimo de conocimientos y mucho cuidado de no tocar lo que no debe, obviamente. ¿Qué debemos mirar antes de salir de viaje? Te lo contamos ahora mismo y podrás comprobar que no es nada del otro mundo, además, así también estarás completamente seguro que todo está en orden, pues tú mismo lo has comprobado.
En primer lugar, lo primero que debemos mirar es el nivel de aceite y el estado del mismo. Para ello, necesitamos poner el coche en un lugar con el suelo totalmente recto, sin inclinaciones, para poder tener una buena lectura. También necesitamos que el motor lleve parado unos minutos, para que todo el aceite que circula llegue al cárter. Una vez completado esto, miramos la varilla y debe estar entre el máximo y el mínimo, mientras que el aceite no debe verse muy oscuro. El filtro del aceite se reemplaza cada dos cambios de aceite (nosotros recomendamos que se ponga nuevo con cada cambio de aceite, pues su coste no es alto y su función es muy importante), así que debería estar en condiciones si has llevado un buen mantenimiento. En caso de necesitar recambios de coche, hay que seguir siempre las indicaciones de manual del fabricante del vehículo, no podemos poner cualquier aceite. Recomendamos también comprobar que no existen pérdidas.
Si vas a rellenar el refrigerante, asegúrate que el motor está frío, porque este líquido normalmente se encuentra a 90ºC, en condiciones de funcionamiento
Una vez comprobado el aceite y su nivel, pasamos al refrigerante, aprovechando que tenemos el capó abierto. Es recomendable cambiarlo una vez al año, máximo una vez cada dos años y debe estar, como el aceite, entre las marcas del máximo y el mínimo. No debe tener un color sucio. A veces tienen un color tirando a marrón, ocasionado por la suciedad del circuito, pero si es muy marrón, hay que cambiarlo sí o sí. No debemos olvidar que el refrigerante, como su nombre indica, es el líquido que enfría el motor y nadie quiere que el propulsor se caliente en exceso, pues las averías que puede ocasionar son importantes. Aprovecha también para mirar el nivel del líquido limpiaparabrisas. Los recambios son muy baratos para estos elementos, así que no escatimes y si no se está seguro, lo mejor es cambiarlo.
Cerramos el capó y pasamos a uno de los puntos más importantes: las ruedas. Los neumáticos son el único punto de contacto con el suelo de nuestro coche y conviene que estén perfectos: dibujo, presiones, sin roces en los flancos, sin abultamientos, sin pellizcos… y en este caso, los recambios son costosos. Los neumáticos son uno de los elementos de desgaste más caros, así que conviene tenerlos en perfecto estado. Principalmente, si todo está en condiciones, debemos revisar su presión, que suele estar indicada en la tapa de la boca de llenado del depósito.
Para terminar, no estaría de más revisar el aire acondicionado. Para esto, lo mejor es conectar y comprobar que enfría en condiciones, no obstante, mirar el nivel de líquido no es accesible, así que tenemos dos opciones: salir de viaje tal cual o acudir a un taller y hacer un mantenimiento para comprobar la presión del gas refrigerante. En estas fechas todos los talleres suelen tener ofertas para la revisión del aire acondicionado, así que puede ser una excusa perfecta para tenerlo al día.
Todo esto lo puedes hacer tú mismo, sin mayores inconvenientes que tener que recurrir a recambios de coche fiables para tener el coche listo para salir de viaje. No te llevará mucho tiempo, más bien lo contrario y te evitarás sorpresas por el camino.
Redaccion
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