Nos guste o no, tendremos que conducir coches eléctricos dentro de unos años. Algunos podrán seguir con los motores de combustión hasta que los prohíban totalmente, pues el stock de coches de segunda mano seguirá teniendo automóviles con motores gasolina, diésel o híbridos. Eso nadie lo podrá cambiar hasta que, o bien los coches acaben por ser muy viejos, prohíban los combustibles fósiles o prohíban los coches con motor de combustión. Después de eso, o los fanáticos dejan de conducir o se convierten a la electricidad.

Si miramos hacia atrás en el tiempo, podremos comprobar que los cambios, si son buenos y sirven a la gente, se pueden aceptar sin problemas. ¿Acaso no se criticó el motor diésel? Los más puristas no dejaban de quejarse sobre su poca idoneidad para el transporte privado y los conductores más deportivos, no estaban de acuerdo con su implantación en modelos deportivos. Sin embargo, dominaron el mercado durante más de 20 años y si no hubiera sido por el dieselgate, todavía hubieran seguido evolucionando y dominando el mercado.

Todo el meollo con el diésel, sirvió para dar alas a los motores híbridos, que también parecían una opción minoritaria cuando se comenzó a desarrollar esta tecnología y actualmente, es una de las más interesantes y por supuesto, se emplea en modelos de corte muy deportivo. De hecho, los híbridos tenían la misma imagen que los eléctricos, una tecnología que necesitaría mucho desarrollo para ser igual de interesantes que cualquier equivalente convencional y que, sin embargo, hoy han ocupado el lugar de los diésel y dentro de poco, se harán dueños de toda la gama de cada fabricante, como ha ocurrido, por ejemplo, con Lexus.

Los híbridos enchufables parecían el siguiente paso en la evolución, además, serían un paso importante porque añaden la necesidad de enchufar el coche para poder contar con toda la carga de la batería, y con ello, las mejores prestaciones tanto en consumos como en potencia y par. Sería el paso final hacia los eléctricos, pero como estos, se han encontrado con un escollo que, parece ser, no es exclusivo de España.

En España, uno de cada tres cargadores o como poco, uno de cada cuatro cargadores para coches eléctricos no funciona. En alguna ocasión lo hemos podido comprobar nosotros mismos con los coches de pruebas y realmente es muy frustrante, porque nos quieren vender un futuro eléctrico, pero ni siquiera podemos cargar nuestros híbridos. Además, cuando encuentras un cargador que funciona, o bien tienes que descargarte una aplicación, hacer un registro con todos tus datos o llamar por teléfono porque se ha bloqueado. Vamos, que es enormemente tedioso recargar un coche eléctrico. Habrá quien, después de leer esto, ponga el grito en el cielo y nos dirija hacia un montón de aplicaciones y sitios web donde recabar información, pero nosotros no hemos usado nunca nada de eso, porque un usuario medio tampoco lo usa y necesitamos vivir la experiencia como lo haría cualquier otro.

La carga es uno de los aspectos negativos asociados a los coches eléctricos, eso y el precio que hay que pagar por la tecnología, tanto por tiempo de carga como por infraestructura. Hoy día, un coche eléctrico solo es interesante si tienes un cargador en casa y haces muchos kilómetros por ciudad o bien, también dispones de un cargador en el trabajo. Si vives en una comunidad de pisos común y corriente de las muchas que hay en España, olvídate del coche eléctrico.

Curiosamente, no es cosa de España en exclusiva, pues se ha publicado un nuevo informe que asegura que el 23% de los cargadores en el área de la Bahía de San Francisco, en Estados Unidos, no funcionan. Dicho estudio ha analizado un total de 657 conectores de carga en 181 cargadores rápidos públicos.

Uno de los autores es un profesor en Berkeley llamado David Rempel. Este profesor tuvo una entrevista con Automotive News y comentó que se trata de una cifra demasiado alta, que los cargadores deben funcionar de manera fiable.

La funcionalidad debe estar en un nivel alto para que haya una adopción de coche eléctrico a gran escala… ¿Realmente espera que los conductores de coches eléctricos vayan a un cargador, llamen al número 1-800 [número de servicio en cargadores de Estados Unidos] porque no funciona y luego pasen 45 minutos yendo de un cargador a otro, y ser feliz con eso? No“. – David Rempel, coautor del estudio sobre infraestructura para coches eléctricos en Estados Unidos

Como ocurre en España, los propietarios de coches eléctricos que vivan en grandes comunidades de pisos sin garaje, pueden tener dificultades con la carga de sus coches, sobre todo porque dependen de cargadores públicos que muchas veces no funcionan. Obviamente, se espera que esto se acabe resolviendo con el tiempo, pero en Europa ese tiempo disponible es muy corto, apenas una década y 10 años son realmente pocos para lo que se necesita. Hay fabricantes que están trabajando para poder ayudar a solucionar esto, como Volvo, que experimenta con la carga inalámbrica o Tesla, que después de crear una enorme red de cargadores (que sigue sin ser suficiente), los ha abierto a otras marcas de coches.

Y eso, ojo, es vital. Si Tesla crea una infraestructura y solo los modelos de Tesla pueden usarla, no ayudará a la expansión de la tecnología. Sí, a Tesla eso podría importarle bien poco, pues sus coches se siguen vendiendo y siguen contando con su red de cargadores, que al fin y al cabo es lo que importa para un fabricante. Pero igual que ocurre con Tesla, ocurre con Ford, ocurre con Audi o con cualquier otra marca que se nos ocurra.

Incluso con los suministradores de energía eléctrica. ¿De qué sirve que ENDESA construya una red de cargadores por España, si utilizar esa red de cargadores es un martirio porque los cargadores no funcionan bien y hay que estar registrándose? Y ojo, decimos ENDESA porque se trata de una empresa que trabaja en la expansión de cargadores y porque, en nuestra experiencia, hemos tenido que sufrir algún mal funcionamiento de sus cargadores. Si quieres, en lugar de esta empresa puedes nombrar a cualquier otra que esté involucrada en la creación de redes de carga para coches eléctricos.

Nos quieren obligar a comprar coches eléctricos, que son más caros, y además, no tienen la infraestructura necesaria para un uso cómodo y eficiente. ¿Acaso el coche privado tiene los días contados y acabaremos todos usando transporte público y coches autónomos?