Uno de los primeros Shelby Cobra busca nuevo hogar

Uno de los primeros Shelby Cobra busca nuevo hogar

Se espera que alcance los 2,5 millones de dólares cuando finalice la subasta de Gooding & Company


Tiempo de lectura: 3 min.

Si bien es verdad que no tuvo ningún sucesor, aunque pudo ser el AC MA-200 Roadster, está claro que la primera generación del Shelby Cobra es un coche mítico en todo el mundo. Con infinidad de réplicas que han versionado el pequeño deportivo estadounidense con raíces británicas, es una de las siluetas más reconocibles de la historia del automóvil junto con el Jaguar E-Type y el Ferrari F40. Y ahora uno de los primeros Shelby Cobra busca nuevo hogar, y se espera que alcance los 2,5 millones de dólares cuando finalice la subasta de Gooding & Company en Pebble Beach.

Solo se construyeron 75 ejemplares del Shelby 260 Cobra, incluidos los que son legales para la calle, coches del equipo de carreras de la marca, coches de carreras preparados para equipos privados y una limitadísima edición Dragonsnake que hizo las delicias de los clientes más radicales. Entre todos ellos suman 62 unidades, de los cuales este inmaculado ejemplar de 5.200 millas es uno de ellos. Si bien es cierto que no es tan especial como el 427 Super Snake personal del señor Shelby, este Cobra es uno de los primeros originales en los EE. UU. El vehículo, cuyo número de chasis es CSX2034, y un puñado de las 5.200 millas que marca el odómetro, incluyen la prueba realizada por la revista Car and Driver, ya que este automóvil apareció en la edición estadounidense de marzo del año 1963.

AC Cobra(4)

La historia de este Shelby Cobra específico se remonta a octubre de 1962, el chasis salió con destino a Nueva York, a Shelby American, desde la sede de AC en Inglaterra. Shelby después lo envió a Tasca Ford, de East Providence, Rhode Island, por 4.995 $, y allí se dotó del motor Ford al precioso chasis CSX2034 bañado de pintura roja y tapicería de cuero negro, que aún conserva a día hoy. El vehículo cuenta con carrocería de aluminio, aletas estrechas, pestillos de capó Wilmot-Breeden y emblemas Shelby-AC-Cobra.

El interior tiene una instrumentación Smiths muy completa, volante con borde de madera y un pomo de cambio procedente del infinito catálogo de piezas de Ford. Está propulsado por un motor Ford V8 Hi-Po de 260 pulgadas cúbicas, o 4,3 litros a este lado del Atlántico, que genera alrededor de 273 CV a 5.800 rpm, y transfiere su potencia a las ruedas traseras a través de una transmisión manual BorgWarner de cuatro velocidades. Aunque supera por poco la mitad de la potencia del motor Coyote V8 moderno del Ford Mustang, hay que recordar lo ligeros que eran estos descapotables de la época.

AC Cobra(5)

El propietario actual conservó el vehículo sin restaurar y recurrió a Antique Auto Restoration en Seaside, California, para la puesta a punto de la mecánica. El propietario buscaba que el automóvil volviera a funcionar de manera fiable sin comprometer los componentes originales del Shelby Cobra. Este Shelby 260 Cobra de 1963 tiene un precio guía de entre 1.750.000 $ y 2.500.000 $, y se subastará junto con un Toy Tonneau Simplex de 50 HP de 1912, un Duesenberg Model J de 1930, y un precioso un Ferrari 275 GTB de color verde de 1966 en la página de Gooding & Company.

COMPARTE
Sobre mí

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez

Mauro Blanco