Cuando el CEO de Toyota, Akio Toyoda, presentó la quinta generación del Toyota Supra en el Salón del Automóvil de Detroit hace dos meses, dejó en claro que acabaría también en las pistas de carreras. Ahora, su sueño se materializa en la forma conceptual con el Toyota GR Supra GT4, que hará su debut mundial en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra de la próxima semana.

Toyoda detalló el pasado mes de enero sus propias experiencias en el mundo de la competición con el modelo original en el circuito alemán de Nürburgring en la década de los 80, y cómo el coche fue diseñado para enfrentarse a los poderosos deportivos italianos y alemanes de la época. Con el renacer del espíritu RACER de la marca, el Toyota GR Supra GT4 Concept se presta como un coche carreras-cliente rápido, eficaz y accesible para clientes de todo el globo.

Naturalmente, el coche recurre a las técnicas que caracterizan a los vehículos de competición, con un chasis equilibrado, habitáculo para dos ocupantes, una carrocería rígida y ligera, propulsión trasera y un centro de gravedad bajo. También cuenta con la combinación de una distancia entre ejes corta y un ensanchamiento de vías para ofrecer una estabilidad y agilidad con la “divina proporción” de 1.55. No obstante, esas proporciones siguen sin ser como las del FT-1 Concept.

Este nuevo prototipo desarrollado por Toyota Gazoo Racing se reconoce al instante como un Supra. Mantiene las formas de la versión de carretera, pero con una mayor longitud y menor peso

La aerodinámica mejorada implica la agregación de un difusor delantero y un alerón trasero especialmente diseñados para el GR Supra GT4 Concept con el objetivo de mejorar el flujo de aire alrededor de la carrocería, reduciendo la resistencia y optimizando la carga. Ambos elementos se han construido utilizando materiales compuestos de fibras naturales como el cáñamo y el lino, reemplazando la fibra de carbono tradicional para reducir el impacto en el medio ambiente.

Por otra parte, las llantas de aleación originales han sido reemplazadas por unas de competición firmadas por el especialista italiano OZ Racing, de cinco orificios y 18 pulgadas de diámetro. El diseño de las suspensiones, tipo McPherson delante y multibrazo detrás, también se ha mantenido, pero con la incorporación de resortes, amortiguadores y barras estabilizadoras de competición. La potencia de deceleración necesaria se consigue gracias a los frenos Brembo de alto rendimiento.

Bajo el capó, los cambios se ajustan a una nueva ECU de competición y unos mazos de cable personalizados. El eje de transmisión y el diferencial de deslizamiento limitado también han sido desarrollado con el menester de las altas velocidades en mente. En el habitáculo, tan solo hay lo necesario: jaula antivuelco de gran resistencia, extintor y asiento de competición OMP homologado por la FIA. Asimismo, también cuenta con un depósito de combustible específico de competición y un sistema de repostaje rápido.