A pesar de que numerosas tecnologías de seguridad activa y de asistencia al conductor que los vehículos actuales equipan a bordo llevan varios años implementadas, aún necesitan de más desarrollo. El último estudio del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) de Estados Unidos ha demostrado que el sistema de mantenimiento de carril aún no inspira demasiada confianza a los conductores.

Las asistencias al conductor, como el frenado automático de emergencia, el centrado de carril o el control de crucero adaptativo, se están extendiendo cada vez más, e incluso los clientes los buscan. A día de hoy, un tercio de los vehículos actualmente a la venta lo ofrecen de serie, y un 30 % más de forma opcional. Sin embargo, ¿cuánto mejoran realmente la seguridad en carretera y en qué medida los conductores usan o les gustan esas características?

Que un sistema haya sido diseñado para cumplir una función específica por una buena causa, no significa que cumpla fehacientemente con ella si el conductor considera que es más intrusiva que beneficiosa. Dicho esto, las investigaciones acerca de estas variables aún están en un estado precario, pues son tecnologías relativamente nuevas. Por eso no existe información pública de cuántos conductores emplean o no estos sistemas de asistencia.

El Insurance Institute for Highway Safety (IIHS) es un organismo independiente sin ánimo de lucro es el equivalente estadounidense a la Euro NCAP

Es importante destacar que hay dos tipos de tecnologías enfocadas en este ámbito: aquellos que simplemente te van empujando de línea blanca en línea blanca y los que son capaces de proporcionar un control de la dirección sostenido, ejecutando pequeñas correcciones frecuentes para mantener la posición del vehículo en el centro del carril. El IIHS ha tenido en cuenta a estos últimos, dado que son los más “inteligentes” actualmente en el mercado.

Por lo tanto, incluso los estudios a pequeña escala como el realizado por el IIHS  proporcionan al menos un contexto útil para descubrir qué piensan realmente los conductores de estas características. Con 20 voluntarios seleccionados de las filas de la organización norteamericana, el estudio encontró que la gente está más interesada en elementos como el control de crucero adaptativo, pero mucho menos en los sistemas de mantenimiento de carril.

En todos los vehículos, más de las tres cuartas partes de los participantes estuvieron de acuerdo en que los sistemas automatizados aceleraron y desaceleraron el vehículo sin problemas y detectaron vehículos en movimiento adelante. Pero menos de la mitad estuvo de acuerdo en que las tecnologías detectaban constantemente marcas de carriles en la carretera, vehículos detenidos adelante o si la automatización detectaba marcas de carriles en la carretera.

Los conductores circularon por dos rutas de prueba: una más urbana y en zonas de carretera abierta, y otra en una zona rural. Los vehículos utilizados fueron un Mercedes-Benz Clase E de 2017, un Infiniti QX 50 de 2019, un Volvo S90 de 2018, un BMW Serie 5 de 2017 y un Tesla Model S de 2016. Todos ellos tienen sus propios sistemas de centrado de carriles ligeramente diferentes. Lógicamente, demostraron un mejor funcionamiento sobre asfalto.

Los participantes también fueron neutrales a la hora de decidir si la automatización mejoraba la experiencia general de conducción. Es normal que los conductores prefieran “variaciones suaves y graduales de velocidad o dirección”, en lugar de movimientos “violentos repentinos”. Los estudios han demostrado que la tecnología de seguridad activa juega un papel importante a la hora de evitar y reducir la cantidad de accidentes. Pero para ver esos beneficios, los conductores deben comprender los sistemas y aceptarlos.

Y para muestra de que estas tecnologías no disfrutan del beneplácito de todos, incluso hubo un participante estaba especialmente irritado con ellos. “No me gustó cómo este ordenador podía decidir al azar corregir mi manejo cuando no había nada malo en el lugar donde tenía el coche”, dijo el conductor. “Cuando corrigió mi forma de conducir, me sentí un poco insultado por el vehículo”. Otros conductores también comentaron que los susodichos podían derivar a una situación de peligro.

También es importante tener en cuenta la edad de algunos de los vehículos utilizados en el estudio. La tecnología parece mejorar cada año, por lo que un sistema de mantenimiento de carril de 2017, probablemente, no funcionará tan bien como en un modelo nuevo. Pero si algo sabemos aquellos que nos dedicamos a este sector es que algunos sistemas son increíblemente buenos y otros, por el contrario, es mejor dejar apagados.

Aun así, un estudio de 20 personas que trabajan para un instituto de investigación de seguridad de vehículos no es un estudio riguroso en cuanto a representatividad. Se necesitaría un estudio mucho más completo para llegar a conclusiones difíciles sobre la tecnología. ¿Piensas que el sistema de mantenimiento de carril perjudica más de lo que ayuda?