Alguien dijo una vez que la potencia es lo rápido que golpeas una pared, pero el par es lo lejos mueves la pared. Se subasta este Chevrolet Chevelle de 1970 con motor Duramax, y puede que no sea la explicación perfecta para diferenciar caballos y par, pero si te encanta la sensación de tu estómago buscando alcanzar tu columna, echemos un vistazo a esta bestia que te pegará al asiento con sus cifras desmesuradas.
Antes de hablar de este coche orientado a quien le tiene poco aprecia a la vida, deberíamos hacer la lección de historia rápida obligatoria sobre cómo nació el Chevelle. En los años 60, Chevy ganaba dinero rápido, los productos de GM representaron alrededor del 53% de los automóviles nuevos vendidos en América del Norte, más que todos los demás fabricantes de automóviles juntos. Pero, este monopolio de mercado que creó GM enfureció un poco a los peces gordos de los competidores, como Ford, AMC y Chrysler.
Estaban celosos de sus cifras de ventas, por lo que se necesitaba una respuesta, pero no iba a ser en forma de “hagamos mejores coches”. Ante esta amenaza, las otras compañías presentaron una demanda antimonopolio, por lo que GM decidió que si se atenían a la prohibición autoimpuesta a las carreras de 1957, el gobierno se mantendría alejado. Por lo tanto, mientras los otros fabricantes luchaban en la pista, GM estaba atrapado detrás de la valla, llorando por lo bien que se lo estaban pasando los otros niños, al menos, esa era la percepción desde el exterior.
En realidad, GM todavía estaba construyendo coches potentes, pero sin apoyar directamente a los equipos de competición. El mejor ejemplo de esta farsa fue el Pontiac GTO, llegando solo un año después de que la política contra las carreras se hiciera obligatoria para la marca. El GTO era clave, y Chevy se puso un poco celoso de Pontiac. Las marcas lucharon entre sí en el pasado, incluso bajo la misma empresa, aunque Chevy era la principal fuente de ventas, cada marca de GM lucharía por ser el centro de atención, y la respuesta de Chevrolet al GTO fue el Chevelle.
Vino como un automóvil para llenar el lugar entre el pequeño Chevy II y las ofertas más voluminosas como el Impala. A diferencia del GTO, un Tempest con un paquete de opciones específicas, el Chevelle era tal cual. Podías obtenerlo en cualquier formato, desde una camioneta, hasta un convertible, con una potencia que va desde algo más de 200 CV hasta unos increíbles 350 CV. También tenía bastantes niveles de equipamiento, siendo el paquete más equipado el Malibu, además de que podías optar por la opción SS, y hoy, estamos hablando de uno de estos Malibus de 1970.
Que sea del año 1970 significa que este Chevelle es de la segunda generación, lo cual significó un rediseño completo. La carrocería de este en particular fue repintada en negro, con dos franjas blancas que recorren el centro del capó y el maletero. Esta pintura muestra una carrocería musculosa, un capó largo y una plataforma corta, rematando el aspecto exterior el juego de llantas de aleación de 18 pulgadas. Detrás de esas ruedas hacen acto de presencia las modificaciones.
La potencia de frenado es proporcionada por discos perforados y ranurados en las cuatro ruedas con pinzas Wilwood. Avanzando un poco más, el sistema de suspensión con amortiguadores Aldan American complementados con brazos delanteros tubulares y barras de tracción traseras, que se encargan de mantener pegado al suelo a este clásico. Dentro, los asientos delanteros individuales y la banqueta trasera están tapizados en vinilo negro, con muchos detalles cromados que complementan todo ese negro, como la palanca de cambios y el volante de tres radios, que se encuentran frente a un grupo de indicadores Dakota Digital.
Ahora, es hora de que lleguemos al motor de este aparato, prepárate. El Chevelle de 1970 vino con muchos motores, desde un seis en línea hasta un V8 de 7.4 litros que producía 456 CV con el paquete RPO Z15. Pero, este Chevelle no tiene ninguno de ese amplio espectro de motores. Lo impulsa un bestial motor Duramax V8 de 6.6 litros con dos turbocompresores Garrett. Sí, leíste bien, es diésel. De serie, este motor produce 456 CV y la friolera de 1.234 Nm de par, repito, de serie, y este está muy modificado, por lo que ese número seguramente se disparó, pero no se reveló una cifra específica, pero podría rondar cerca del doble de potencia.
Si quieres un par salvaje, una apariencia restomod y una multitud de ecologistas enojados que traten de detener tal generador de humo negro, adelante, hazte con él. Este está en subasta en Costa Mesa, California, y actualmente se encuentra en 84.000 dólares.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS