A través de una presentación virtual, protagonizada por una maqueta de fibra de vidrio que ni siquiera es un prototipo de preproducción, hemos podido conocer el Ford Explorer eléctrico. Hablamos de un automóvil a baterías que llegará a nuestras carreteras a finales de este año y que sustituirá al Ford Explorer actual en nuestro continente.
Será ensamblado en Colonia, donde hasta ahora se venía fabricando el Ford Fiesta, una planta en cuya transformación Ford ha invertido unos dos mil millones de euros y que cuenta con un espacio para producir sus propias baterías. Se trata de un modelo que se aprovecha de las sinergias entre el fabricante alemán y Volkswagen, puesto que emplea la plataforma MEB de los teutones. Ford consigue así acelerar su ambiciosa estrategia de electrificación, que les llevará a presentar siete modelos más de estas características antes del próximo año.
Como decimos, se trata de un automóvil dirigido al mercado europeo, puesto que Norteamérica y otras zonas del globo recibirán su propia versión con esta misma denominación, ligeramente distinta. Por lo que se refiere al modelo mostrado en estos días, se trata de un C-SUV eléctrico de cinco plazas y de tamaño mucho más comedido que el Ford Explorer vigente en su catálogo —disponible en nuestro país actualmente como híbrido enchufable—, el cual supera los cinco metros de longitud y ofrece hasta siete plazas. Este Ford Explorer europeo, por su parte, se conforma con 4.460 milímetros en esta dimensión, 2.760 de ellos invertidos en su batalla, por 1.870 mm de anchura y 1.660 de altura. Ni siquiera alcanza las cotas del Ford Kuga, qué decir de las del Ford Mustang Mach-E, claramente mayor, como resultado de emplear una plataforma diferente —denominada GE1— y que sí es exclusiva del fabricante americano.
Con este modelo, Ford mantiene su política de continuidad de sus tradicionales denominaciones en su ambicioso plan de lanzamiento de modelos eléctricos
Unas líneas exteriores reconocibles
Está emparentado, como es obvio, con los Volkswagen ID.4 y Škoda Enyaq iV, con los que comparte plataforma y, en su condición de C-SUV, ocupará en el mercado un espacio que hasta ahora se confiaba a los Ford Mondeo y Ford S-MAX/Galaxy. Estos dos modelos pronto serán abandonados, como parte del objetivo que tiene la marca de reducir los modelos disponibles en su catálogo para nuestro continente, de los 14 actuales a tan solo 8. El Ford Focus seguirá el mismo camino, todo hace indicar que en 2025.
A través de su diseño, los responsables de la marca han querido, por un lado, transmitir la sensación de que se trata de un automóvil mayor de lo que en realidad es, para emparentarlo con el enorme vehículo vigente de cuyo nombre se apodera. Por si acaso quedan dudas al verlo, su denominación está inscrita tanto en el frontal como en la parte trasera, aunque habrá que fijarse bien para poder leerlo, puesto que las letras negras que conforman esta leyenda aparecen sobre una línea horizontal del mismo color, que une las luces tanto en el frontal como en la zaga.
El logotipo de Ford en el frontal, donde no hay calandra, como es menester en cualquier vehículo eléctrico, es mayor que antaño. Este parte delantera es muy vertical, para tratar de imprimir una imagen poderosa y de todoterreno. Los pilares en negro juegan con esa idea de techo flotante que, sinceramente, es una cuestión de gustos, pero desde luego no es el mío. El pilar C muestra unas líneas horizontales que, de nuevo, quieren recordarnos a la imagen del Ford Explorer tradicional. Un spoiler en la trasera, que alarga su techo, demuestra que Ford ha trabajado en la aerodinámica de este modelo, para tratar de exprimir en todo lo posible la autonomía del vehículo. Como también sus llantas, de aleación y de entre 19 y 21 pulgadas de diámetro, que apenas cuentan con aberturas para reducir las turbulencias por ellas generadas.
Este Ford Explorer eléctrico se sitúa, por sus cotas, entre los Ford Puma y Ford Kuga actuales
Algunos detalles técnicos, todavía por confirmar
La marca estadounidense ha sido parca en lo que se refiere a las informaciones técnicas del modelo durante esta presentación. Se ha limitado a plantear que será capaz de recorrer hasta 500 km entre cargas y que podrá recuperar del 10 al 80 % de carga en su batería en tan solo 25 minutos. Desde algunas fuentes se han atrevido a ir más allá, y han mencionado que se ofrecerán tres niveles de capacidad para su batería —45, 58 y 77 kWh, atendiendo a las existentes en el armario de Volkswagen—, en todos los casos refrigeradas por líquido. En cuanto a las potencias de carga, se cree que será de hasta 135 kW en cargadores rápidos de corriente continua, mientras que para realizar esta operación en corriente alterna, 11 kW supondrán el límite máximo.
Si bien no ha habido confirmación tampoco al respecto de las motorizaciones ofrecidas, sí podemos intuir que contará con versiones de un solo motor, con eje trasero motriz, y de dos motores, asociados a tracción total. Los niveles de potencia que apuntan algunas fuentes, son de 170 y 286 CV para las primeras, y de 340 CV en caso de equipar también un motor acoplado al eje delantero. Las versiones del Ford Explorer que cuenten con tracción total dispondrán de hasta cinco modos de conducción: Normal, Sport, Eco, Custom —personalizable— y Traction —destinado a la conducción todoterreno—; las de propulsión, por su parte, carecerán de este último. La selección de uno u otro, como es habitual, tendrá efectos sobre la respuesta de su motor, la asistencia de la dirección y el grado de intervención del sistema de control de estabilidad.
El habitáculo es el protagonista de este Ford Explorer eléctrico
Quizás haya sido el interior del Ford Explorer el protagonista de esta presentación. Ford ha querido mostrar varias soluciones destacables que implementarán en este modelo. Además de las luces ambientales, con hasta diez colores disponibles, destaca sobremanera la pantalla central, destinada a la gestión de su sistema de infoentretenimiento, la cual está dispuesta verticalmente y es de 15 pulgadas de diagonal. Esta puede adoptar diferentes posiciones —tiene un margen de 30 grados de oscilación—, y en la situación más erguida, además de permitir una mejor visualización para el conductor, deja a la vista un compartimento que podríamos decir secreto. Denominado My Private Locker, queda bloqueado cuando la pantalla se reclina al máximo, para poder guardar en él objetos de valor.
El empleo de la plataforma MEB, además de abaratar los costes de desarrollo de este vehículo para Ford, implica que contará en su interior con algunas de las soluciones más polémicas que ya hemos visto en los vehículos de Volkswagen ensamblados sobre ella
Debajo de esta se sitúan los mandos táctiles destinados al control de la climatización, como en otros modelos construidos sobre la misma plataforma, los cuales, a diferencia de lo que sucede en aquellos, están siempre iluminados. A continuación, presenta unos controles, táctiles también, pero en este caso hápticos, para gestionar el sistema de sonido y el asistente de aparcamiento. Más abajo se encuentra un hueco habilitado para dejar el smartphone —caben hasta dos—, con carga inalámbrica.
Y es que uno de los puntos fuertes de este modelo será su capacidad de almacenamiento. Empezando por el maletero, de 450 litros de capacidad —1.400 litros con los asientos traseros abatidos— y con trampilla portaesquís, este ofrece un doble fondo, que además permite situar el suelo en diferentes posiciones, para facilitar la carga y descarga de objetos pesados y voluminosos, y un compartimento separado para los cables de carga. Bajo el reposabrazos central, presenta un espacio de 17 litros de volumen, que permitirá guardar, por ejemplo, hasta tres botellas de 1,5 litros. Aquí dentro se ofrece un separador de espacios, que se puede colocar como se prefiera y, además, puede hacer las veces de rascador para retirar la escarcha del parabrisas en caso de ser necesario. Eso sí, no ofrece hueco de carga bajo el capó delantero.
La pantalla a la que se confía la instrumentación es de pequeño tamaño —solo cinco pulgadas de diámetro— y sobre ella se sitúa un altavoz configurado al estilo de las barras de sonido presentes en muchas salas de estar. A la izquierda del volante, podemos distinguir la infame superficie táctil para la gestión de las luces. Peores sensaciones transmite incluso el hecho de comprobar cómo en el interior de la correspondiente puerta cuenta con el selector táctil que reza Rear, para que los únicos dos mandos de los elevalunas operen las ventanillas traseras o las delanteras. Veremos si llega al vehículo de producción, toda vez que Volkswagen ya ha abandonado esta chapuza de cara a futuros modelos eléctricos, como el Volkswagen ID. 2all. Para compensar las malas noticias, debemos mencionar que la calefacción recurre a un sistema de bomba de calor, para minimizar su consumo energético.
Con un generoso equipamiento de serie, la marca americana quiere que el precio de su Ford Explorer eléctrico más accesible se sitúe sensiblemente por debajo de los 50.000 euros que cuestan sus hermanos de Škoda y Volkswagen
Serán dos los niveles de equipamiento que se podrán configurar para este Ford Explorer. El primero, denominado sencillamente Explorer, ya contará con luces de ledes matriciales, llantas de aleación, apertura de maletero con el pie, control de crucero adaptativo —IAAC—, asistente de ángulo muerto —BLIS—, asistente de salida de aparcamiento, de precolisión con frenada activa… Para la versión con apellido Premium, se deja el techo panorámico —hasta 1 m2 de superficie acristalada— y los asientos de símil cuero también atrás —los delanteros, de una pieza, vienen de serie tapizados con este material—.
Pedidos en septiembre, entregas en 2024
Los pedidos para este nuevo Ford Explorer eléctrico, fabricado en Europa y para Europa, se abrirán en el próximo mes de septiembre, un mes antes de que se dé inicio a su fabricación, según los planes de la marca. Las primeras unidades serán entregadas a finales de año, o incluso ya durante el primer mes del año que viene. En cuanto al precio, los responsables de Ford han desvelado que se han marcado, para la versión de acceso de este Ford Explorer eléctrico, un objetivo de 45.000 euros, lo que lo haría más barato que sus hermanos, el Volkswagen ID.4 y el Škoda Enyaq iV, ninguno de ellos accesibles por menos de 50.000 euros a día de hoy. Más adelante debería llegar una versión de carrocería con la línea de techo más caída hacia la trasera, a imagen y semejanza de sus rivales en el mercado. Mientras tanto, puedes jugar a subirte a bordo de un Ford Explorer eléctrico en este enlace.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS