Aunque la economía no está en uno de sus puntos más boyantes, el mercado de los superdeportivos no para de recibir nuevos miembros. Y éste es el caso del Adamastor Furia, un modelo que viene del país vecino y que aspira a competir con modelos como los Aston Martin Valkyrie y compañía.

Pero, ¿qué es Adamastor? Esta empresa fue fundada en 2010 por dos portugueses, Ricardo Quinta y Nuno Faria, quienes tenían en mente desarrollar un coche de competición. Para el nombre, eligieron a un personaje mitológico que representa las fuerzas de la naturaleza que los navegantes portugueses debían vencer durante sus descubrimientos.

Antes de este superdeportivo, Adamastor trabajó en un primer chasis, llamado P001, que evolucionaría al segundo chasis, denominado P002. El primer modelo íntegro de Adamastor sería el deportivo P003, que derivó en el P003RL (road legal), y que contaba con un 80% de componentes de origen portugués. De este modelo se construyeron dos unidades antes de mudarse a unas instalaciones mayores.

Pero con la mudanza, en Adamastor se plantearon dar un salto y lanzarse al mercado de los superdeportivos. ¿El motivo? Que, a pesar de que en muchos países la economía no está pasando por su mejor momento, este segmento del mercado está en crecimiento. Y es aquí donde surge el Furia, intentando competir contra modelos de marcas bien establecidas, como Pagani o Rimac.

Pero a diferencia de otros superdeportivos, que utilizan la hibridación (o incluso un sistema 100% eléctrico), el Adamastor Furia lo apuesta todo a la combustión: su corazón es un motor V6 biturbo de origen Ford, con 3,5 litros de cilindrada y capaz de desarrollar 650 CV a 5.500 rpm, y con un par máximo de 571 Nm disponible a partir de 2.500 vueltas. La transmisión es una Hewland LWS-200, y cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado TLT Powerflow.

Para el desarrollo de la carrocería, Adamastor recurrió al software de CAD Siemens NX, buscando la mejor eficiencia y el mayor desempeño. Su chasis monocasco con barra antivuelco integrada, está construido íntegramente en fibra de carbono, lo que le proporciona rigidez y permite que la masa se quede en unos 1.050 kg. Sus dimensiones son: 4.560 mm de largo y 2.212 mm de ancho, mientras que la altura se queda en 1.098 mm. La distancia entre ejes, por su parte, es de 2.802 mm.

Diseño y planteamiento superagresivo, casi más próximo a un hipercar para competir en el Mundial de Resistencia que a un coche “de calle”

El motor está situado en posición central y en disposición longitudinal, llevando todo su potencial al eje trasero. El eje anterior está calzado con neumáticos de medidas 265/645, mientras que en el posterior son de 315/675. La parte inferior cuenta con dos conductos de aire que son los principales responsables de la considerable carga aerodinámica. Para detener a esta bestia, cuenta con unos frenos AP Racing con pinzas de aluminio de seis pistones en el eje delantero, mientras que el trasero se conforma con pinzas de cuatro pistones. Los discos son de 378 mm en su parte delantera y de 356 mm en la posterior. El Adamastor Furia cuenta también con ABS y control de tracción, por si la cosa se pone fea en algún momento.

Aunque de momento no se han mostrado imágenes del interior, sí se sabe que la cabina puede acoger a dos pasajeros y que habrá diferentes opciones de personalización. La carrocería, muy sugerente, presenta un frontal imponente y una trasera impactante. El lateral es una auténtica oda a las prestaciones. Y es que no es para menos: su velocidad máxima está alrededor de los 300 km/h, tardando sólo 3,5 segundos en pasar de 0 a 100.

Adamastor tiene previsto producir 60 unidades del Furia. No se descarta un Furia eléctrico, pero de momento no es una prioridad para sus creadores. La compañía pretende implantarse en el mercado europeo y en los Emiratos Árabes. El precio de esta joya se queda en 1,6 millones de euros antes de impuestos, una cantidad que no está al alcance de muchos, pero a buen seguro este Furia encontrará a sesenta clientes que podrán disfrutar de todas las sensaciones que promete.