La pasada semana se celebraban las bodas de oro de las siglas GT-R, unas siglas que se han forjado una leyenda en todo el mundo. Con motivo de esta celebración, el fabricante de automóviles japonés se ha puesto en contacto, por primera vez, con la europea Italdesign para crear un prototipo increíble bautizado como GT-R50.
La base inicial es la de un Nissan GT-R Nismo de 2018, aunque profundamente modificado (estética y mecánicamente) y con un aire que nos recuerda inevitablemente al Nissan Concept 2010 Vision Gran Turismo presentado en 2014. Desde luego, muchas de las líneas de este prototipo las veremos en la próxima generación del GT-R (R36), aunque de momento habrá que conformarse con su presentación en el Festival of Speed de Goodwood.
La carrocería se presenta en un enérgico Liquid Kinetic Grey con detalles dorados que ensalzan la musculosa carrocería. La parrilla delantera se ha ensanchado considerablemente hasta llegar a sendos extremos del coche. Los faros se han estilizado integrándose con la parrilla, aunque se sigue viendo como un GT-R. El perfil es la parte que menos cambia respecto al modelo base, aunque la altura del techo se ha reducido en 54 milímetros.
Las llantas de 21 pulgadas son de diseño específico y se encuentran calzadas por unos neumáticos Michelin Pilot Super Sport
Sin embargo, es en la zaga donde más cambios encontramos. El color predominante es el dorado en este rediseñado trasero. Los pilotos se mantienen fiel a la tradición, aunque en esta ocasión se modernizan al estar en relieve. El difusor laminado integra dos salidas de escape en vez de las cuatro del Nismo y, la parte superior, queda coronada por un enorme alerón de ajuste eléctrico.
El interior también ha sido convenientemente modificado, con detalles dorados en el salpicadero, consola central o volante. Tras este último, las esferas analógicas dan paso a una instrumentación completamente digital y se suprime el sistema de infoentretenimiento en busca de un habitáculo más limpio y racing. Los asientos deportivos de esta edición tan especial van revestidos en cuero y Alcántara, así como en fibra de carbono vista en su parte trasera.
Pero no solo se ha modificado lo que vemos, también la mecánica. El 3.8 V6 biturbo (VR38DETT) de 600 CV del Nismo recibe un plus de potencia gracias a la sustitución de los turbocompresores de fábrica por los del GT-R GT3 de competición, nuevos pistones, cigüeñal, árbol de levas e inyectores. El resultado son 710 CV a 7.100 RPM y 780 Nm de par motor que continúan entregándose a las cuatro ruedas.
La caja de cambios automática de seis velocidades ha sido convenientemente revisada y reforzada para aguantar el incremento de cifras. La suspensión de serie también se ve sustituida por una ajustable firmada por Bilstein así como unos frenos Brembo más eficientes, de seis pistones sobre el eje delantero y cuatro sobre el trasero.
¿Llegará a producción? Nissan aún no ha confirmado si esta será una unidad única o si se fabricarán en, al menos, una serie limitada de unidades. Aparentemente, parece que se harán no más de 50, cada uno de ellos construidos a medida de cada cliente. De momento, el precio del que vemos en pantalla, se estima que ronde los 900.000 euros.
Estamos ante un futuro coche de coleccionista.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Cualquiera diría que es la nueva generación si incluyera en sus entrañas componentes hibridizadores.