Morgan  es una de esas marcas de coches que mantienen aún viva la tradición y el cariño por fabricar coches como antaño, al tiempo que se modernizan para seguir siendo relevantes en el siempre competitivo mercado de los deportivos aspiracionales. La compañía fue fundada en los albores de la automoción, concretamente en 1909; y su andadura comercial comenzó con el Morgan 3 Wheeler. Nació como una forma de esquivar las tasas impuestas a vehículos de cuatro ruedas y rápidamente se ganó un estatus de culto en el mundo de la automoción.

Desde entonces, aquel modelo se fue modernizando generación tras generación hasta el 2011, cuando salió a la venta su última iteración, que conservaba casi intacta su esencia pionera. Único en su especie, estaba impulsado por un motor refrigerado por aire de 2 cilindros en V con 1.983 centímetros cúbicos de capacidad. El motor S&S producía alrededor de 115 CV, pero aquí las cifras importan poco. Es un vehículo único que recuerda a un biplano de la primera guerra mundial en el que, paradójicamente, vas sentado a ras de suelo. Las vibraciones del V-Twin te sacuden al primer giro de la llave y automáticamente te sientes especial.

Desde que el primer vehículo de la compañía británica saliera al mercado en 1909, muchas han sido las generaciones del Morgan de tres ruedas, pero todas presentaban un denominador común; un motor de motocicleta refrigerado por aire en el frontal con los escapes recorriendo toda la longitud del vehículo. Esto cambia con el nuevo Morgan Super3

Los tiempos cambian y aunque los vehículos de tres ruedas no estén sometidos a las mismas normativas anticontaminación y de seguridad que los de cuatro, no están exentos de ciertas regulaciones; es por eso que Morgan ha relanzado uno de sus vehículos más icónicos adaptándolo a las nuevos tiempos con una mezcla entre tecnología y tradición que pocas firmas saben combinar tan bien. Hablamos del nuevo Morgan Super3.

Morgan Super3: Todo cambia pero la esencia persiste

Lo primero que llama la atención del Super3 con respecto a los otros vehículos de 3 ruedas de la marca, es que ya no asoma un enorme y brillante motor como si pretendiera escapar del frontal. No, en este caso, se ha optado por algo más convencional y eficiente: Un motor Ford de tres cilindros y 1.5 litros, que eroga 118 CV a 6.500 revoluciones por minuto y 150 Nm a 4500 rpm. Este motor está refrigerado por líquido, lo que obliga a colocar radiadores. Pues bien, este problema ha sido resuelto colocando sendos radiadores a los lados del vehículo, utilizando un deflector lateral plano que no solo conforma el lateral, sino que cumple con la función aerodinámica de canalizar el máximo aire posible hacia los radiadores, al tiempo que facilita la extracción de aire caliente proveniente de éstos. Algo que sí que no ha cambiado respecto al 3 Wheeler es su caja de cambios de cinco velocidades de origen Mazda.

Otra de las novedades para este Super3 es su chasis monocasco de aluminio conformado, que permite tener una rigidez estructural muy elevada con formas tridimensionales de elevada complejidad. Este sistema, si bien no es muy apropiado para grandes volúmenes, es algo muy novedoso en la industria y le viene como anillo al dedo a fabricantes de tirada tan reducida. Esto se traduce en un gran ahorro de peso con el que se obtiene un resultado asombroso: siendo un 10% más grande que el 3 Wheeler al que reemplaza y contando con un sistema de refrigeración por líquido, el Super3 tan solo ha visto incrementado su peso en unos 50 kilogramos, parando la báscula en 635 kilos.

Es preciso detenerse en ciertos detalles como los soportes de la suspensión o del motor, que quedan expuestos en el frontal del Super3, los cuales se han realizado en fundición de aluminio y pueden contar con numerosos acabados. Además, en este nuevo modelo, los escapes quedan por dentro de la carrocería, lo que para algunos puede suponer una pérdida de carácter, para otros, menos quemaduras en los tobillos

El manejo se ha mejorado, ya que además de la nueva geometría de la suspensión, los neumáticos han sido desarrollados exprofeso por Avon, quienes han querido otorgar un toque vintage a la banda de rodadura, pero con la mayor tecnología en busca del agarre. Estos neumáticos envuelven a unas llantas de aleación ligera de 20” delante, que recuerdan a los coches de Le Mans de los años 80. También se han realizado cambios en la distribución de pesos; además del reposicionamiento del motor, mucho más atrás, el depósito de gasolina se ha colocado debajo de los asientos, con lo que se consigue un centrado de masas más óptimo. Todo lo anterior redunda en un menor momento polar de inercia.

La temática de aviación continúa en su interior, aunque ahora los instrumentos presentan una lectura digital, y todos los elementos han sido diseñados para ser resistentes al agua, incluso bajo lavados a presión. Por primera vez en estos vehículos se cuenta con asientos calefactados. Además, se puede equipar un curiosos GPS que muestra una flecha y la distancia hasta el siguiente cambo de dirección.

El Super3 es el Morgan más personalizable de la historia, ya que cuenta con cerca de 200 elementos que pueden ser combinados a gusto del consumidor. Parte de esta magia reside en un sistema de raíles para enganchar multitud de elementos decorativos o funcionales. También son totalmente intercambiables los distintos tipos de parabrisas, con lo que unido a los portamaletas que se pueden acoplar a los raíles, el Super3 se puede configurar para hacer viajes largos con cierto nivel de confort; eso sí, siempre que el tiempo acompañe.

El nuevo Super3 sigue conservando la esencia de los vehículos de tres ruedas de Morgan, en los que la ligereza, su peculiaridad de conducción y la experiencia lo dominan todo. Si bien ha aumentado de tamaño ha sido inevitable, las dimensiones del vehículo siguen siendo muy reducidas, y es que hablamos de poco más de 3.5 metros de largo, 1.84 de ancho y 1.1 de alto

Finalmente, toca hablar de números, ya que aunque no sea lo que más importa en este “coche”, siempre son útiles. Con el peso reducido y una potencia de 118 CV, el Super3 alcanza los 100 kilómetros por hora desde parado en unos siete segundos, y puede llegar hasta casi los 210 kilómetros por hora, lo cual debe ser toda una experiencia. De la practicidad no creo que sea relevante hablar, ya que este vehículo es la mera definición de capricho, pero teniendo en cuenta que ofrece algo único su tarifa base de 51.000 Euros al cambio, no nos parece desorbitada. Eso sí, habrá que ver en cuánto se queda cuándo los futuros clientes configuren el suyo, con el amplio abanico de opciones de personalización del que dispone.

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