Aunque Mercedes-Benz se ha pasado la mayor parte de las últimas dos décadas buscando o creando nuevos nichos entre las líneas de productos existentes, con el nuevo CLE ha optado por otro camino. La gama de tres puertas del Clase C y el Clase E desaparece para unificarse en este modelo, así como antaño lo hizo el CLK durante dos generaciones.
Desde fuera, el nuevo CLE se identifica inmediatamente como un Mercedes-Benz, tomando prestadas las señales de estilo del Clase C y el Clase E actuales y mezclándolas en un popurrí que es más atractivo que cualquiera de ambos sedanes (especialmente el segundo). Si bien es verdad que sigue la línea general de sus predecesores, se ve elegante y musculoso sin ser exagerado. Podríamos decir que el frontal es un Clase C estirado, el perfil una actualización del Clase E Coupé y que la trasera luce cierta inspiración en la gama EQ.
Sorprende la limpieza de la vista de perfil, con unas aletas prominentes que, junto con las ventanillas sin marco, añaden algo de deportividad que no hay en el Clase C. Los marcados nervios que hay en el capó nos hace pensar en que hay grandes motores bajo el capó (pero no, aunque de eso hablaremos más adelante) y quedan realmente bien. Sin embargo, no se puede decir lo mismo de la tendencia –e insistencia– por parte de Mercedes-Benz de aplicar “tomas de aire” y salidas de escape sin que ninguna sean funcionales.
El Mercedes-Benz CLE es 164 y 15 mm más largo que la Clase C y E Coupé, siendo igual de ancho que este último y apenas 2 mm más bajo y ganando 60 litros de maletero
En lo que respecta a sus medidas, la firma de la estrella promete un espacio a bordo mucho más amplio que el del BMW Serie 4 y el Audi A5. Y no es para menos, pues cuenta con una longitud de 4.850 milímetros, una anchura de 1.860 mm, una altura de 1.428 mm y una batalla de 2.865 mm. En términos de tamaño, se encuentra entre los dos, aunque un poco más cerca de la Clase E como sugiere la “E” en el nombre. De todos modos, en comparación con el Clase C Coupé, el CLE ofrece 72 mm más de espacio para las rodillas.
Pasando al interior, lo cierto es que parece que ha sido trasladado directamente del Clase C. Los elementos clave son un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas y una pantalla táctil central reclinada de 11,9 pulgadas que flota sutilmente en la consola. Eso sí, como en el último Clase E, recibe el sistema y la arquitectura de información y entretenimiento MBUX equipados con 5G y te permite realizar videollamadas de conferencia a través de Webex o de Zoom, visualización de vídeos de TikTok e incluso jugar al Angry Birds.
Te quitan seis puntos del carné de conducir por tener el móvil en la mano (y es genial), pero por contra puedes hacer lo mismo a través de la pantalla de tu Mercedes-Benz CLE
También se tomaron prestados del Clase E los motores de gasolina y diésel, todos los cuales cuentan con tecnología mild-hybrid que ahora ofrecen 23 CV de impulso eléctrico en lugar de los 20 CV de los sistemas MHEV anteriores. Y como es norma en todos los modelos de la firma germana, la única caja de cambios disponible es una unidad automática 9G-Tronic de nueve relaciones. Y salvo el quemador de aceite, las mecánicas disponibles vienen asociadas al sistema de tracción total de serie (opcional en el gasolina de acceso).
Profundicemos en los motores, todos menos uno de los cuales cuentan con cuatro cilindros, un solo turbo y 2,0 litros de cilindrada. La gama comienza con el CLE 220d de 200 CV y 440 Nm. Si quieres disfrutar de un motor más elástico, puedes optar por el CLE 200 de gasolina de 204 CV y 320 Nm, que andan prácticamente lo mismo. Solo hay una décima de diferencia en el 0 a 100 km/h (7,5 vs 7,4 segundos) y 2 km/h en la velocidad punta (238 vs 240 km/h), aunque el consumo sí que varía a una diferencia de en torno a 2 l/100 km.
Si tenemos en cuenta que el nuevo Mercedes-AMG C 63 S E Performance tiene un corazón híbrido de cuatro cilindros, es muy probable que lo veamos en el equivalente del CLE
Pasando a las opciones más enérgicas, el CLE 300 recibe una versión de 258 CV y 400 Nm de ese mismo bloque tetracilíndrico, pudiendo completar la carrera de 0 a 100 km/h en 6,2 s y alcanzar una máxima de 250 km/h limitada electrónicamente. Y, finalmente, está el CLE 450 de seis cilindros en línea y 3,0 litros. Este desarrolla 381 CV y 500 Nm, pudiendo llegar a la marca de los 100 km/h en 4,4 s (la velocidad máxima se mantiene limitada a 250 km/h). Así que no, no verás ningún V8, ni siquiera cuando lleguen los esperados AMG.
De hecho, podemos esperar que el Mercedes-AMG CLE 53 cuente con el mismo bloque de seis cilindros del CLE 450, pero ajustado para generar 435 CV y 560 Nm como ya se ha visto en el renovado GLE 53. También habrá una vertiente híbrida enchufable, y apostamos a que será el CLE 63 S E Performance. Ahora bien, ¿lo veremos con el motor de 2,0 litros del C 63 o con la unidad de seis cilindros también fuertemente electrificada? Parece que aún habrá que esperarse unos meses para ello. Pero, lo dicho, olvídate de ver un V8.
Ya no podrás escuchar el ronroneo de un ocho cilindros, pero puedes tener un sistema de sonido envolvente 3D Burmester de 17 altavoces con Spatial Audio y Dolby Atmos
Como es de esperar, el Mercedes-Benz CLE incluye todo tipo de tecnologías, desde el último sistema de infoentretenimiento que incluye inteligencia artificial (IA), y puede adaptar varias configuraciones según cómo y cuándo las use su conductor para arranque remoto, el acceso manos libres al maletero o un extenso paquete de sistemas de asistencia al conductor, dado que añade el control de crucero adaptativo, asistencia de dirección, asistencia de cambio de carril y monitoreo de punto ciego, entre otras características, de Nivel 3.
El precio aún no se ha anunciado, pero teniendo en mente que el Clase E Coupé contaba con un precio de partida en España de 70.000 euros, no nos sorprendería ver unas tarifas más cercanas a esta cifra que a las del Clase C Coupé. Ah, y aunque no lo hayamos mencionado, el CLE tendrá también su carrocería Cabrio para disfrutar a cielo abierto. La verisón de techo cerrado se pondrá a la venta en el mercado europeo a partir de noviembre, mientras que el descapotable tardará un poco más y aterrizará en el primer trimestre de 2024.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS