Mientras la mayoría de los fabricantes apuestan por el downsizing, Mazda ha ido con todo hacia el rightsizing. Gracias a ello, hemos podido (y podemos) disfrutar de algunas de las mejores mecánicas que uno puede probar. Y si bien ahora los motores tricilíndricos son el pan nuestro de cada día, Mazda está preparada para mostrarnos sus nuevos propulsores de seis cilindros en línea, una configuración ahora popular entre los fabricantes premium para reemplazar a los V8.

Mazda dice que su nueva estructura mecánica ​​estará disponible en versiones de gasolina, diésel y Skyactiv-X, aunque aún no ha mencionado dónde se implementará el motor. Es probable que aparezca en el Mazda 6 de próxima generación, previsto para 2022, pero también podría hacer lo propio en el CX-5 o en el CX-9, su SUV más grande. El montaje longitudinal del motor significa que la propulsión a las ruedas traseras está en las cartas, pero la presentación de Mazda tan solo confirma el desarrollo de un nuevo sistema de tracción total.

La presentación también alude a un sistema mild-hybrid de 48 voltios emparejado a los modelos de mayor tamaño, lo que sugiere que los dos podrían acoplarse. Pero por el momento, Mazda está en una etapa de “construcción de cimientos”, por lo que pasará un tiempo antes de que veamos uno de estos en un vehículo de producción. Y es que más allá de ese imagen de fondo y un pequeño cronograma, la firma japonesa todavía no ha ofrecido mucha información acerca de los nuevos y tan esperados motores de seis pucheros.

Se espera que los nuevos motores de seis cilindros en línea de Mazda estén emparejados a una transmisión automática de ocho velocidades y se monten longitudinalmente

De acuerdo con distintos medios, Mazda también ha imaginado un motor de cuatro cilindros con tecnología híbrida. El informe financiero confirmó que la firma de Hiroshima empleará el sistema híbrido de Toyota en un próximo SUV. No es que Mazda esté aprovechando el acceso gratuito de Toyota a todas sus patentes híbridas hasta 2030, es que tienen una alianza de capital y están a punto de terminar una fábrica conjunta de 2.300 millones de dólares en Alabama con una capacidad anual de 300.000 vehículos.

A cambio, Mazda lanzará un compacto europeo basado en el Yaris Hybrid de Toyota. La medida es necesaria para la compañía, que se ha quedado atrás en la electrificación y en el cumplimiento de los requisitos de emisiones de la flota del mercado europeo. Aunque bueno, si todo va bien, para 2022, Mazda podría incluso compartir el motor de seis cilindros en línea con Toyota y Lexus. Pero lo que nos ataña aquí y ahora, no es más que las ganas de verlo en el vano de un futuro deportivo, que tal vez lleve este bloque, o tal vez un motor rotativo como extensor de autonomía de un propulsor eléctrico, como el MX-30.