Con el Lamborghini Urus, el fabricante italiano se metió en el segmento de los huevos de oro, el de los SUV de lujo. Tomando prestadas las entrañas del Audi RS Q8, el Urus hace gala de un aspecto tan agresivo como el que podríamos esperar dentro de la gama, y unas prestaciones que bien podrían avergonzar a alguno de sus superdeportivos más icónicos de los últimos años. Pero no fue el primero de Sant’Agata Bolognese; ese honor le corresponde al Lamborghini LM002.
Diseñado como un todoterreno rápido para los militares, no llegó a buen puerto y tan solo unos pocos fueron construidos (301 unidades). Pero es recordado con cariño, y Bell Sport and Classic tiene consigo un ejemplar muy especial. De hecho, posiblemente, sea el mejor del mundo. El LM002 fue producido entre 1986 y 1993, acogiendo bajo su capó un V12 de 5,2 litros de 450 CV y 500 Nm, el mismo que se empleaba en el Countach. aunque en un conjunto más pesado y menos aerodinámico.
Con 2.700 kilos de masa declarados y un sistema de tracción a las cuatro ruedas, la caja de cambios manual de cinco relaciones transmitía a ambos ejes la energía suficiente para alcanzar los 100 km/h desde parado en 7,8 segundos y los 210 km/h de velocidad máxima. Su consumo medio rara vez bajaba de los 20 l/100 km, aunque su depósito de combustible de 290 litros daba para muchos kilómetros. La carrocería, de aluminio y fibra de vidrio remachado, se montaba sobre un chasis de acero.
Este LM002 particular fue adquirido por su actual propietario en 2003, y fue disfrutado durante muchos años antes de ser “hibernado” en 2009. Fue la unidad número 40, terminado en Blu Acupulco Metallizato con un interior en cuero gris claro. Conducido en la famosa pista de pruebas de Top Gear en el aeródromo de Dunsfold por “The Stig” en 2003, también fue manejado personalmente por el legendario piloto de pruebas de la firma del toro, Valentino Balboni, en una reunión de propietarios.
Al llegar a las instalaciones de Bell Sport and Classic en 2019 como una restauración fallida con componentes en varias ediciones, solo había un hombre capaz de devolverlo a su condición original: Attilio Romano. Antiguo técnico de fábrica de Ferrari, Romano tiene más de 40 años de experiencia en servicios de restauración, después de haber sido técnico principal en HR Owen para la firma del cavallino, Lamborghini y Bugatti, incluido ser el primer técnico registrado en trabajar en el Veyron.
“El bloque todavía estaba en su lugar”, recuerda Attilio al comenzar a trabajar en el LM002. “Pero la mayoría de los accesorios habían sido eliminados. Todos los componentes separados se suministraron en cajas… Fue un poco trabajo de detective, así que lo primero que hicimos fue hacer un inventario exhaustivo”. Una vez completado, era hora de abordar la reconstrucción. Muchas piezas y herramientas ya no están disponibles en Lamborghini, por lo que Bell Sport and Classic fabricó nuevos componentes.
Por ejemplo, la suspensión de este Lamborghini LM002 necesitaba de técnicas particularmente especializadas. En la parte trasera, cuenta con dos amortiguadores por rueda, mientras que la delantera presenta una unidad con un muelle dentro de otro, y los dos ubicados en direcciones opuestas. Sin ninguna herramienta para desmontar la unidad frontal, Attilio creó su propio equipo para quitarlos en una sola operación. Una vez separados, todas las piezas fueron revisadas y restauradas minuciosamente.
Al examinar el bloque V12, la bomba de agua goteaba. Para empeorar las cosas, la carcasa se había fracturado. Como en este caso no puedes acudir a un desguace para encontrar una pieza de repuesto, Bell Sport and Classic encargó al proveedor Chesman Engineering de Coventry que fabricara una bomba completamente nueva con las especificaciones originales. Dejando de lado esto, el motor solo había registrado 22.032 kilómetros.
Todos los componentes auxiliares se revisaron. La última sección del escape no era original, por lo que se reemplazó con un sistema con las especificaciones originales. En cuanto a la transmisión, Attilio descubrió que los dientes de la primera marcha estaban a la inversa y el diferencial central estaban dañados. El precio para el reemplazo fue de casi 7.000 euros, y no había nuevas unidades disponibles. Usando sus muchos años de experiencia, restauró la corona con molinos y limas de troqueles, a la vieja escuela.
El interior de tono gris estaba en buenas condiciones para su edad, por lo que se limpió y se repararon todas las rasgaduras y raspaduras menores. El coche fue enviado para un repintado en su tono azul original y se reemplazaron todos los sellos de las puertas. Y todo ello en menos de un año. “Este minucioso proyecto ha resultado en lo que debe ser el mejor Lamborghini LM002 disponible a la venta en este momento, tal vez incluso el mejor que existe”, dice Tim Kearns, CEO DE Bell Sport and Classic.
“Y solo ha sido posible debido a la habilidad y la pasión que reside en la empresa. La atención al detalle, la excelencia en la ingeniería, la calidad y la autenticidad es irreprochable, y estoy inmensamente orgulloso del trabajo que Attilio y el equipo han realizado. Quien compre este LM002 tendrá un ejemplar absolutamente perfecto de uno de los coches más escandalosos de la época en la historia de Lamborghini”, añade. Y quiénes somos nosotros para negar esas palabras viendo el resultado.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS