El Lamborghini Miura es uno de los coches más importantes de la década de los 60. Y no por ser un deportivo italiano de altas prestaciones, es un automóvil que fue concebido para romper moldes, para dejar con la boca abierta y para convertirse en el coche más rápido de su tiempo. Es, según los que saben de esto, el primer superdeportivo de la historia gracias a su concepción, a su motor V12 en posición transversal (algo fuera de lo normal) y a las prestaciones ofrecidas. Fue, sencillamente, un boom que dejó a los rivales con el pie cambiado y sin poder reaccionar.
Además, su nombre, Miura, hace referencia a una de las casas taurinas más famosas y prestigiosas del mundo, famosa por la bravura de sus toros. Todo adornado por un espectacular vestido dibujado por Marcello Gandini, que por entonces se encontraba trabajando para Bertone con sólo 22 añitos. Lo tenía todo para triunfar, para pasar a la historia, y así ha sido. Es uno de los vehículos más famosos que han salido de Sant’Agata y ni siquiera modelos como el Aventador o el Centenario podrán nunca eclipsar su existencia.
El Lamborghini Miura tuvo su estreno mundial en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1966 y se fabricaron un total de 763 unidades hasta 1973. Actualmente es un auténtico icono de la marca y durante la próxima edición del Concurso de Elegancia de Pebble Beach, vuelve a ser protagonista de excepción al estar presente con cinco unidades muy especiales, tres de las cuales, han sido restauradas por Lamborghini Polo Storico. Cada una de las unidades ha sido seleccionada por representar un período importante para la marca, destacando el Lamborghini Miura P400 que aparece en la cinta original de “The Italian Job”.
Dicha unidad ha sido buscada por los coleccionistas desde que se estrenó la película. Actualmente forma parte de la Colección Kaiser de Vaduz, situada en Liechtenstein. Sus propietarios contactaron con Lamborghini Polo Storico para confirmar que se trataba de la unidad que salía en la película e iniciar su restauración. De hecho, se contó incluso con la ayuda del especialista que lo condujo durante el rodaje, Enzo Moruzzi.
No es el único ejemplar con una historia llamativa e interesante, porque otra de las unidades presentes en Pebble Beach es la unidad 22 de los 25 ejemplares originales fabricada en 1967. Tiene el número de chasis #3087 y su primer propietario fue el piloto suizo Karl Foitek quien se lo vendió a su segundo propietario, que lo tuvo durante 40 años, en 1972. También se mostrará la unidad número 10 con chasis #3303, el cual fue propiedad de Sha de Irán, Mohammad Reza Pahlavi. Es una de las unidades más curiosas, pues el Sha lo pidió con algunos detalles muy llamativos, tales como unas ruedas de clavos para circular por la nieve en una de sus villas en St. Moritz, paragolpes cromados y un volante especial. En 1979 el coche fue confiscado a su segundo dueño durante la revolución que sufrió Irán y pasó a manos del nuevo Sha, que lo tuvo 30 años hasta su venta en 2019.
Espectacular es el Lamborghini Miura SV de Jean Todt, quien lo compró en 2016 y estuvo expuesto en Retromobile Paris 2019. Este ejemplar tuvo como primer propietario a un piloto de la RAF con residencia en Sudáfrica llamado Arthur Mechin, quien lo vendió en 2001 tras 30 años en su poder. Sólo se fabricaron 150 unidades del Lamborghini Miura SV. Sin embargo, este Miura se queda un paso por detrás en cuanto a espectacularidad comparado con el último integrante de la exposición de la marca. Se trata de un Lamborghini Miura SVR que comenzó sus días siendo un Miura S exhibido en el Salón de Turín de 1968. Se convirtió en un Miura SVR cuando Heinz Steber lo compró en 1974 y solicitó a la marca que lo transformará en 1975. Fue un trabajo que requirió un total de 18 meses. Pasó por otro propietario antes de llegar a manos del actual, que lo entregó a Lamborghini Polo Storico para que lo restaurara.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS