Todos sabemos que el automóvil se dirige hacia la electricidad, nos lo han dicho por activa y por pasiva, aunque haya fabricantes que no lo vean tan claro y falte todavía mucho para que el coche eléctrico sea, realmente, una alternativa real al coche con motor de combustión. Muchos pensarán que ya es una alternativa real, pero nada más lejos de la realidad. Solo hay que salir de las grandes urbes para darse cuenta que, o bien te la juegas “tirando” un cable desde la ventana hasta donde esté el coche aparcado, como se puede ver en foros y redes sociales, o tienes un garaje donde poder instalar un cargador.

Los puntos de carga públicos son muy escasos y además, cada uno con sus condiciones especiales. Habría que estandarizar la forma de usar los cargadores como en el caso de los repostajes de combustible, que es igual para todos los coches y se puede abonar el coste de la misma manera. Quizá por eso, los coches eléctricos son populares en zonas donde el poder adquisitivo es elevado, porque disponen de los medios para que la nueva tecnología sea interesante.

Aún así, personajes del peso de Jean-Philippe Imparato, afirman que todo fabricante que no se haya pasado a la electricidad en 2030 estará firmando su sentencia de muerte. Imparato está actualmente al mando de Alfa Romeo y es uno de los culpables en el retraso del lanzamiento del Alfa Romeo Tonale, pues lo mandó de nuevo a las mesas de diseño para pulir algunos detalles que no eran aceptables desde su punto de vista. El primer paso hacia el crecimiento de Alfa Romeo, una tarea que no será sencilla si echamos un vistazo a las ventas y al pasado de la marca, con claros altibajos y un mercado que no acaba de aceptar a la marca por completo.

Hace muy poco, se presentó oficialmente el Alfa Romeo Tonale, un SUV compacto que se colocará por debajo del Alfa Stelvio y que se fabricará en la planta que la firma tiene en Nápoles, Italia. Se trata del coche que introduce la electrificación en la marca y que abre la puerta a la transformación que sufrirá la Anonima Lombarda, al igual que las marcas del Grupo Stellantis, para 2026 y 2027. Para entonces, Alfa Romeo solo tendrá coches eléctricos, estamos hablando que será un transformación muy importante en apenas cinco años, algo que no es ni remotamente sencillo y de hacerse mal, podría acabar con la firma echando el cierre. Imparato confía en que las ventas del Tonale para 2023, el primer año completo que estará el modelo a la venta, tengan un claro domino de la hibridación, alcanzando al menos el 40% de las mismas.

La hibridación, según el máximo responsable de Alfa Romeo, será clave para el crecimiento de la marca en ciertos mercados como España, donde la marca vendió en 2021 algo más de 2.000 unidades.

Para España necesitamos tener un coche híbrido. También hace falta oferta de motores diésel, pero lo que necesitamos en este país son híbridos e híbridos enchufables”. – Jean-Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo

Sin embargo, también tiene muy claro que 2022 será un año muy complejo y delicado. La guerra en Ucrania iniciada por Rusia ha desbaratado todos los planes y después de un año marcado todavía por la pandemia, como ha sido 2021 (Alfa Romeo vendió 86.000 unidades en todo el mundo, muy pocos coches), hablar de resultados a final de 2022 no es tarea fácil.

Con Stelvio y Giuilia la situación es una lucha diaria, pero por el momento encontramos una solución con nuestros proveedores. Diría que el primer trimestre ha ido bien, respetamos el plan de producción y no perdimos tantos vehículos en estos tres meses. Dicho esto, adivinar cómo irán los próximos dos trimestres es muy complicado. La buena noticia para nosotros es que tenemos un circuito cerrado con los proveedores y tenemos la capacidad de encontrar una solución muy rápida. No puedo hacer apuestas a futuro, porque ni siquiera el próximo mes está claro”. – Jean-Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo

Alfa Romeo tiene planeado lanzar un coche nuevo cada año durante el próximo lustro, entre los que destaca un nuevo SUV del segmento E (por encima del Stelvio) y un SUV pequeño, el Alfa Romeo Brennero, que compartirá muchas cosas con el Peugeot e-2008, siendo el primer coche totalmente eléctrico de Alfa Romeo. Modelos que se tornan importantes, pues deberían ayudar a que la marca se asiente nuevamente en el mercado, con ofertas que se adaptan a las demandas actuales del mercado, aunque enturbian ligeramente la imagen deportiva de Alfa. No obstante, debemos recordar que Imparato tiene que hacer de Alfa Romeo una empresa rentable, en un plazo de 10 años y eso pasa por los SUV, por la electrificación y por mejorar la imagen de marca.

Esa mejora de la imagen de marca, requiere de una mejora en la calidad, en la atención al cliente y en definitiva, enterrar de una vez por todas la lacra que lleva arrastrando Alfa Romeo desde aquellos nefastos años 80. Además, Carlos Tavares, el máximo responsable de Stellantis, quiere que la facturación de su división premium, en la que están DS Automobiles y Lancia, aumente desde el actual 4% hasta un 11% para 2030. ¿Qué parte tendrá Alfa Romeo en esa nueva cuota? Imparato no ha querido afirmar nada, pero sí asegurar que Alfa crecerá y que será rentable.

Voy a tener un gran producto que generará un efecto en la cuenta de resultados de Alfa Romeo que me traerá una cifra de negocios consistente en este segmento. Alfa Romeo no piensa en los volúmenes, sino en la calidad del producto. Tenemos que ir poco a poco en términos de base y lanzamientos. Seremos estables, pero tenemos que ir paso a paso en el desarrollo del rendimiento. Ya lo hice en mi vida anterior (cuando estaba en Peugeot) y lo volveremos a hacer ahora”: – Jean-Philippe Imparato, CEO de Alfa Romeo