Ford ha anunciado que invertirá una buena suma de dinero en la planta que tiene en Almussafes (Valencia), para adaptar las líneas de montaje a coches electrificados. La marca quiere que sea una de las piezas clave en la nueva era de la automoción, con la electrificación de la gama como punto principal.

Una noticia que se suma a otras tantas y que prefiguran como irá cambiando el panorama del automóvil en España. La electricidad es el futuro, o eso al menos se dice, pero hasta que todo sea eléctrico queda mucho tiempo. Mientras tanto, las fábricas deben adaptarse a las nuevas tecnologías, deben formar a sus empleados y adquirir maquinaría especial. No es cosa de un día o dos, hablamos de meses, años para estar totalmente preparados.

La electrificación de las plantas españolas no solo es algo importante para el país, lo es para toda Europa. Al menos el 80% de la producción de las fábricas españolas es para exportar a muchas partes del Viejo Continente. De hecho, Transport & Environment ha elaborado un informe donde detalle muchas de las medidas que se tendrán que tomar para que las emisiones sean totalmente neutras. Algo que, según los objetivos de la Unión Europea, debería ocurrir en 2050.

Así, de entrada, la Unión Europea debería tener 44 millones de vehículos eléctricos y multiplicar por 15 la actual red de cargadores. En esto último los fabricantes poco pueden hacer, invertir y ayudar a terceros a instalarlos, pero en el caso de los vehículos, la cosa es diferente. Pero tampoco pueden hacerlo solos, necesitan el apoyo de administraciones y asociaciones, al igual que se requiere que los usuarios apuesten por estos coches.

Para poder dar una imagen más clara de la situación, Ford inyectará 42 millones de euros en la planta valenciana, la cual se hará cargo del montaje de las versiones electrificadas del Ford Kuga, Galaxy y S-Max. De esta forma, las instalaciones de Almussafes se convierten en un punto de referencia y un centro vital para la estrategia de electrificación de la marca norteamericana.

No obstante, Ford no es el único fabricante que apuesta por montar sus coches electrificados en España. PSA es uno de los que más inversión han realizado al respecto y la fabricación de los Opel Corsa-e y Peugeot e-208 y e-2008 se llevan a cabo en España. Todas las plantas de PSA en España han sido adaptadas para la fabricación de coches eléctricos y desde 2020, comenzarán a salir de las líneas de montaje. De hecho, el grupo automotriz espera contar con hasta 23 modelos electrificados en su gama para 2021 y España será clave también en la estrategia de PSA en cuanto a electrificación.

PSA ya fabricaba modelos de motor eléctrico en España, como la Citroën Berlingo eléctrica, que sale de las instalaciones de Vigo, al igual que su hermana la Peugeot Partner eléctrica y lo hará el Peugeot e-2008 en 2020. El Opel Corsa-e se fabrica en Figueruelas (Zaragoza). Mientras tanto, Mercedes fabrica en Vitoria la eVito, la versión con motor eléctrico del furgón alemán. De esa misma planta también sale el monovolumen de motor eléctrico, el Mercedes EQV, que viene a ser la versión homologada como turismo/pasajeros de la mencionada Mercedes Vito.

En Valladolid se fabrica el Renault Captur PHEV y de Martorell se espera que salgan las unidades del futuro SEAT León híbrido enchufable, al igual que el CUPRA Formentor, que, recordemos, era híbrido enchufable de 245 CV.

La fabricación de vehículos electrificados en España superará, o eso se tiene previsto la consultora IHS Markit, las 500.000 unidades anuales para el año 2025. De esta forma, España se colocará como el tercer país de Europa en cuanto a fabricación de vehículos electrificados, tras Alemania y Francia. Actualmente, es el segundo país en cuanto a volumen total de fabricación de vehículos.