Aquí está, ya se resolvió el misterio. La segunda generación del Subaru BRZ se ha desvelado en su totalidad, aunque no podemos decir que sea una sorpresa. Mantiene el mismo concepto que la anterior generación, un automóvil para puristas, sin artificios ni exageraciones, con un objetivo claro: sensaciones.
Cuando se puso en circulación la primera generación de los Subaru BRZ y Toyota GT86, conocidos popularmente como los Toyobaru, pronto se comenzó a criticar la falta de potencia (¿200 CV son pocos?) y que hacía falta exprimir el propulsor para obtener algo de carácter. Básicamente, todos los que criticaron el modelo no entendieron su concepto de coche purista, de automóvil que te implica en su conducción para obtener el máximo rendimiento, en que no era el cuánto, sino el cómo.
Los Toyobaru son coches inspirados en el pasado, cuando los motores atmosféricos necesitaban de muchas revoluciones para ofrecer todo su potencial, de cuando el conductor era uno más en la ecuación, una parte indispensable del coche. Un selecto grupo de modelos donde podemos encontrar, salvando las distancias, al Honda S2000 o al Honda Civic Type R atmosférico, dos coches que necesitaban que les aplastaran el acelerador para obtener potencia y prestaciones.
Más cilindrada y más potencia, pero sin exagerar
Podemos decir que todo esto está potenciado por los motores actuales, todos con la sobrealimentación por bandera y con una forma de entregar la potencia mucho más contundente que un motor de aspiración natural. Y será la misma tónica para la nueva generación del Subaru BRZ (y del Toyota GR86, que llegará no tardando mucho), pues mantiene el propulsor atmosférico y los cuatro cilindros tipo bóxer.
No obstante, para la ocasión, los ingenieros han trabajo en el motor para aumentar la cilindrada hasta los 2,4 litros y poder así aumentar lo potencia sin tener que recurrir a sobrealimentación. Anuncian 228 CV a 7.000 RPM según normativa americana (230 CV según normativa europea), mientras que el par asciende a 235 Nm a 3.700 RPM, un aumento contenido, pero una mejora notable pues se alcanzan muy pronto. El Subaru BRZ saliente ofrece 204 Nm a 6.400 RPM.
El concepto de conducción purista se mantiene con el cambio manual de seis relaciones, aunque se ofrecerá un cambio automático con el mismo número de relaciones, como la generación saliente. Cambio, por cierto, que contará con un nuevo modo deportivo, que efectúa un pequeño “golpe” de gas al reducir simulando un punta-tacón.
Un centro de gravedad muy cerca del suelo
Uno de los secretos de los Toyobaru es la ubicación del centro de gravedad. Cómo automóvil deportivo que busca las máximas sensaciones, está diseñado para que las curvas se puedan afrontar a velocidades de vértigo. Eso se consigue con un centro de gravedad muy cerca del suelo, junto a un peso contenido. Según afirma Subaru, el centro de gravedad de la nueva generación del BRZ está todavía más cerca del suelo que antes, al nivel de un superdeportivo.
Además, el peso también se ha contenido todo lo posible, empleando aluminio para el techo, parachoques y capó. En total son 1.315 kilos, bastante contenido para lo que se estila últimamente y casi calcado al modelo saliente. Un peso que estará controlado por unas suspensiones que, en cuanto a diseño y configuración, son iguales al modelo saliente. Es decir, monta columnas McPherson delante y doble horquilla detrás, pero hasta aquí llegan las similitudes. Subaru afirma que se ha aumentado la rigidez a la flexión un 60 % delante. El control de estabilidad tiene cinco configuraciones.
Todo esto será compartido con la segunda generación del Toyota GT86, que cambiará su denominación a Toyota GR86 para adecuarse a la nueva línea deportiva de la marca, donde el GR Supra y el GR Yaris ya están dando mucho sobre lo que hablar. El GR86 será el coche para puristas, mientras que el Supra será el GT de altos vuelos y el GR Yaris será la conexión con el mundo de las carreras.
Cambio de imagen y más tecnología
La plataforma del Subaru BRZ es de desarrollo específico, compartida también con el próximo GR86. Emplea algunos componentes de la plataforma global de la marca. Ofrece unas medidas compactas, con 4.264 milímetros de longitud, 1.775 milímetros de ancho y 1.310 milímetros de alto, con una distancia entre ejes de 2.575 milímetros. No cambian en exceso, ganando 24 milímetros en longitud y 5 milímetros en distancia entre ejes, manteniendo la misma anchura y perdiendo 10 milímetros en altura.
Se puede apreciar claramente cómo ha cambiado el diseño, aunque también se nota que mantiene muchos rasgos de la primera generación. El frontal es totalmente nuevo (los faros recuerdan ligeramente a los equipados por la última generación del Viper) y la parte trasera también es completamente nueva. No obstante, ciertos detalles como la curvatura del capó o la zona de las caderas recuerdan claramente al modelo saliente. Mantiene un diseño sencillo, sin exageraciones ni alerones enormes, es un coche discreto pero deportivo a partes iguales.
El habitáculo sufre un cambio más acusado y notable. A excepción del volante, selector del cambio y pedalier, todo es nuevo. Sigue siendo igual de sencillo que en los Toyobaru actuales, pero la pantalla del equipo multimedia es más grande y con un diseño más en la línea de las tendencias actuales. El salpicadero también es nuevo, al igual que los paneles de las puertas o la instrumentación, totalmente digital. Por supuesto, contará con todo tipo de conectividad, Apple CarPlay y Android Auto, al igual que con toda clase de asistentes a la conducción.
No veremos al nuevo Subaru BRZ en nuestras calles, esta generación del modelo no se comercializará en Europa. Aquí nos tendremos que conformar con el Toyota GR86, que viene a ser el mismo coche pero con el sello de Toyota, el cual no debería tardar mucho en dejarse ver.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS