La conversión de autos de producción para carreras de drag ha crecido exponencialmente desde que los veteranos de la Segunda Guerra Mundial comenzaron a competir con hot rods en bases de aviones fuera de servicio en la década de 1940, como ya vimos en el artículo del Ford Roadster DBR1 Hot Rod de HAT Racing. Este imparable crecimiento puede sorprender a los aficionados, y se puede decir que se puede ver materializado en el monstruoso Ford Fairlane de 2.500 CV legal para la calle, su matrícula puede hacer volar nuestra imaginación, y más cuando sabemos que su Coyote V8 es capaz de completar el cuatro de milla en 7 segundos.
Acabado en un verde metalizado poco discreto y rematado por un techo negro mate, este Fairlane es cualquier cosa menos modesto. Sin conocer sus cifras, a ojo, podríamos decir que es la obra de algún aficionado, y que tendrá unos 600 CV. Nada más lejos de la realidad, ya que este clásico reforzado esconde un Coyote V8 monstruoso debajo del capó. Claro, el Coyote de 5 litros de Ford no es el primer V8 en el que piensas cuando hablas de coches ultrarrápidos, pero, a pesar de que sigue habiendo muchos aficionados a los motores un poco más antiguos, los propulsores modernos pueden dar mucho que hablar.
Rediseñado con componentes de alto rendimiento fabricados por varias tiendas y equipos de carreras y conectado a un par de enormes turbos, este Coyote tiene más de 2.000 CV, y el orgulloso propietario no está exactamente seguro de cuán potente es, ya que aún no lo ha sometido al banco de rodillos. Según los tiempos de cuarto de milla y el peso en vacío del automóvil, se estima que produce entre 2.500 y 2.700 CV. Sí, estamos viendo un muscle car legal en la carretera que golpea el asfalto con 2,5 veces más empuje que el Dodge Challenger SRT Demon 170.
Pero, ¿cómo son 2.500 CV en un coche legar para la calle? Como verás en el video a continuación, recorre la distancia en menos de ocho segundos con regularidad. Y según su propietario, su mejor recorrido es de 7,5 segundos a una velocidad de 290 km/h, lo cual lo hace lo suficientemente rápido como para vencer en la serie NMRA, la categoría reina del drag. Comprado en 2016 como un turismo, este fantástico dragster se basa en el Fairlane de quinta generación. Un rediseño significativo en comparación con su predecesor, el Fairlane de quinta generación compartió muchas líneas de estilo con el Galaxie.
Esta generación marcó la introducción de los paquetes de rendimiento GT y GTA. Ambos estaban propulsados por el V8 “Thunderbird” de 390 pulgadas cúbicas (6,4 litros), con una potencia de 335 CV, mientras que el GTA también presentaba la entonces nueva transmisión “SportShift Cruise-o-Matic”. Además, el Fairlane de quinta generación generó la rara e icónica versión R-Code, impulsada por un V8 “Cobra” de 427 pulgadas cúbicas (7 litros) que entregaba 425 CV.
El R-Code estaba equipado con la transmisión manual de cuatro velocidades “Top-Loader” de la compañía, que se agregó a los coches legales para la calle con fines de homologación NHRA Super Stock. Si bien este dos puertas de 1967 no es un R-Code, definitivamente es uno de los Fairlane de quinta generación más brutales que veremos en mucho tiempo.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS