Resulta lógico que los fabricantes inviertan ciertas cantidades de dinero en desarrollar nuevas soluciones de cara al futuro, se dice que si no evolucionas, mueres, y es algo que podemos atribuir al sector del automóvil. En esta industria, o te adaptas a las necesidades o estás acabado. Así ocurrió, por ejemplo, con los motores diésel, todo aquel fabricante que quería vender sus productos tuvo que introducir un motor alimentado por gasóleo, incluso Bentley, Porsche y Maserati ofrecieron un diésel en su catálogo.
Si bien en aquel momento muchos fabricantes pudieron “esquivar” la tendencia, hay cosas que o las tienes o te quedas fuera. Así está ocurriendo con los SUV, pero también con la electrificación, una cuestión esta última de obligado cumplimiento si los fabricantes quieren poder cumplir con las normativas y así vender sus productos sin mayores problemas. De hecho, la combinación de SUV con electrificación parece ser la receta perfecta para tener éxito, aunque también hay otras que podrían dar muy buenos resultados.
Una de ellas, ya vista en varias ocasiones, es la hibridación de los deportivos de muy altas prestaciones. Es una forma de ofrecer una respuesta contundente a baja velocidad sin perder pegada arriba del cuentarrevoluciones, mientras se reducen los consumos y por tanto, las emisiones. Es cierto que los deportivos lo tienen complicado, la potencia se obtiene a base de quemar combustible y la forma más sencilla de reducir ese consumo de hidrocarburos es añadir una ayuda eléctrica. Así lo han hecho ya Porsche, McLaren y Ferrari con sus grandes superdeportivos.
Híbrido enchufable con 1.000 CV
Ferrari es nuestra protagonista en esta ocasión, pues anunció a mediados de 2019 su primer híbrido enchufable, el Ferrari SF90 Stradale, un espectacular automóvil que promete 1.000 CV aplicados sobre el asfalto por un sistema de tracción total, otra solución que parecen estar adoptando una buena cantidad de vehículos de muy altas prestaciones, no en balde, resulta la forma más eficaz y seguro de hacer llegar grandes cantidades de potencia al suelo.
El Ferrari SF90 es un coche homenaje, un automóvil que forma parte de la saga de los F40, F50, Enzo y LaFerrari, pero que en esta ocasión celebra el 90 aniversario de la Scuderia Ferrari (de ahí las iniciales y el nombre, “Scuderia Ferrari 90 años). Sí, la división de carreras tiene más historia que la fábrica de coches de calle, pues ya existía en 1927 como escudería de competición de Alfa Romeo y que acabó separándose de la firma de Varese por culpa de un español llamado Wifredo Ricart. Aunque esto es tema para otra ocasión.
Para Ferrari, la presentación y puesta de largo del SF90 supone un paso importante, ya que se trata de su primer híbrido enchufable y como siempre en la marca, un fallo puede suponer un problema. Cuando eres grande, los errores salen más caros y la crítica general no tiene piedad. A Ferrari estas cuestiones, aparentemente, le importan muy poco y hace las cosas a su manera, pero en el fondo prefieren no jugársela. Por eso, el Ferrari SF90 es un coche tan espectacular, porque representa el futuro de la marca: la electrificación.
El propulsor del híbrido del Cavallino se articula en torno a un bloque V8 alimentado por gasolina y asistido por dos turbos, que también se puede encontrar tras los asientos del Ferrari F8 Tributo o en el Ferrari Portofino. Para la ocasión se ha visto revisado por completo para rendir 780 CV y 800 Nm de par, que se elevan hasta los 1.000 CV antes mencionados gracias a un motor eléctrico, que añade 220 CV adicionales. Con este grupo propulsor puede acelerar de 0 a 200 km/h en 6,7 segundos, lo que un compacto GTi en llegar a los 100 km/h desde parado.
“El SF90 es una máquina muy compleja y nuestros niveles de tolerancia son muy estrictos en la fase de fabricación, por lo que no podemos centrarnos simplemente en cumplir con el objetivo de volumen”. – Louis Camilleri, CEO de Ferrari
No estará en los concesionarios hasta finales de 2020
Ferrari es una marca especial, eso lo sabemos todos los aficionados al automóvil y sus capacidades son de sobra conocidas, pero no son intocables y hay cosas que les afectan como a cualquier otro. Cosas como la pandemia mundial de SARS-CoV 2, causante de la COVID-19 que tiene a medio mundo contra las cuerdas desde hace meses. Esta crisis sanitaria ha provocado retrasos en muchas industrias y la industria del automóvil se ha visto seriamente afectada, provocando parones de producción muy prolongados. En ocasiones, demasiado prolongados.
Por ello, el Ferrari SF90 ha visto retrasada su llegada al mercado varios meses, hasta finales del año 2020. Debería haber empezado a llegar a menos de sus propietarios durante la primera mitad de 2020, pero Europa ha estado paralizada casi al completo desde marzo hasta el mes de junio, cuatro meses sin actividad industrial, impidiendo la recepción de diferentes componentes desde los suministradores. El propio CEO de Ferrari, Louis Camilleri, informó sobre este suceso en la conferencia de resultados.
La firma italiana reanudó su producción bastante rápido, allá por el 3 de mayo, pero no ocurrió lo mismo con otras empresas provocando más retrasos de los ya acumulados. No obstante, el retraso del SF90 llega con buenas noticias, ya que tras él llegará el Ferrari Roma y dos nuevos modelos antes de que concluya el año. No hay datos al respecto, pero los rumores que corren por internet hablan de un Ferrari SF90 Spider o una versión más radical y potente del Ferrari 812 Superfast, al estilo del Ferrari F12 tdf. Así lo afirman desde Automotive News.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS