Ahora mismo el Aston Martin Rapide es el deportivo de cuatro puertas más rápido del mundo, tiene una configuración mecánica poco habitual hoy día, pero en su momento imprescindible en coches de lujo: un doce cilindros. Cumplir normativas anticontaminación con semejante zarrio es cada vez más complicado. Aston Martin lo descatalogará en cuestión de meses. No es precisamente tecnología punta, no tiene inyección directa, ni turbocompresores, ni Stop&Start, ni una larga serie de cosas.

En su defecto, estará el 100% eléctrico RapidE, por fin un rival totalmente decente para el Tesla Model S en igualdad de condiciones. Se está desarrollando con Williams y la pasta del grupo chino ChinaEquity. Sus especificaciones son desconocidas, pero según el medio australiano Motoring, podría rondar los 800 CV de potencia. Conseguir esa fuerza con motores eléctricos no es problema, pero baterías que entreguen semejante potencia ya no son tan fáciles de hacer.

¿Qué pasará con el hueco de mercado que deja el Rapide? Por un lado se podrá desviar algún cliente al crossoverDBX, y por otro, y más adelante, se podrá ofrecer un nuevo Lagonda como alternativa. No se abandona el nicho de las cuatro puertas con gran motor de combustión interna, pero se cubrirá de diferente forma. Así lo ha dicho Andy Palmer -CEO de Aston Martin- a los colegas de Motoring. La demanda de coches sin emisiones para gente de alto poder adquisitivo debe estar burbujeando, porque Porsche también está trabajando en ese concepto con el Mission E, y no son precisamente los únicos.

El Aston Martin Rapide salió al mercado en 2010. En España tiene un precio de casi 230.000 euros, y su motor 6.0 V12 entrega 476 CV. Con una media homologada de 14,9 l/100 km y dos toneladas, está claro que no es el más ecológico del barrio.

Esta obra, cuyo autor soy yo mismo, se publicó el 21 de marzo de 2017 bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.