Con permiso del Mustang, no hay nada más americano que un Dodge Charger. Poco antes de que la crisis del petróleo acabase con ellos, estas enormes moles de acero campaban a sus anchas por las calles estadounidenses, pero ya hace mucho tiempo de esto. A día de hoy son resucitadas todas las unidades posibles, en ocasiones de estricta serie, o como es el caso del Dodge Charger “Tusk” de Ringbrothers, un restomod con más de 1.000 CV. Un exclusivo V8 Hellephant sobrealimentado de 6,2 litros es el encargado de hacer volar este Charger.
El SEMA Show nos ha traído muchos coches increíbles, algunas de ellas extravagantes en exceso. Pero en este caso el coche es discreto y potente, y además se ha tenido en cuenta algo realmente importante, que sea utilizable. Antes de que el equipo de Ringbrothers pudiera instalar este nuevo y potente motor, trabajaron exhaustivamente en el chasis del coche, y se vieron obligados a reconstruir el cortafuegos. El Charger ahora también se basa en un chasis personalizado de Roadster Shop con amortiguadores roscados Fox RS SV, suspensión trasera independiente, y una barra estabilizadora delantera más dura.
Además, las ruedas delanteras se adelantaron dos pulgadas, lo que contribuye a una imagen más agresiva. Una vez hecho todo esto, ya se pudo instalar el V8 acoplado a una transmisión manual de seis velocidades Bowler Tremec T-56 Magnum con un eje de transmisión de fibra de carbono QA1 REV Series y un diferencial Ford de 9 pulgadas de Strange Engineering. Mopar construyó solamente 100 ejemplares del Hellephant, cada uno de los cuales generaba 1.014 CV y 1.288 Nm de par. Mucha potencia significa que también se requiere mucha potencia de frenado, por lo que Ringbrothers ha instalado un juego de pinzas de seis pistones Baer Extreme 6S.
También se ha trabajado intensamente en el exterior del Charger. Por ejemplo, la parte delantera luce un nuevo marco de fibra de carbono de una sola pieza con la moldura cromada mecanizada también en una sola pieza. Ringbrothers también rediseñó la delantera y el alerón que la subraya, a la vez que modificó ligeramente la forma de este y de su homólogo que copa la trasera. Las aletas traseras se han extendido y rematado la trasera de forma exquisita. El color exterior elegido ha sido uno conocido como “Black to the Future” que contrasta con los detalles dorados, incluidas las llantas firmadas por HRE.
El interior también es una obra de arte. Ha sido completamente retapizado y tiene relojes nuevos, un volante personalizado de fibra de carbono, un sistema HVAC Vintage Air y un sistema JL Audio. Se podría decir que este es el Charger definitivo, con toda la restauración realizada y el exclusivo V8 que se le ha instalado, no hay una sola pieza que puedas pensar en mejorar. Está claro que el SEMA Show nos ha vuelto a hacer soñar con la gran cantidad de restomods que nos ha traído, está claro que los estadounidenses aún no olvidan los combustibles fósiles, al menos una parte de ellos.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS