El Serie 1 siempre ha sido un extraño en el mundo de los coches compactos. Se ofrecía con motores dispuestos longitudinalmente con hasta seis cilindros que enviaba su fuerza al tres posterior o a las cuatro ruedas. Eso ha cambiado con la llegada de esta tercera generación, cuya fase de pruebas ya ha terminado para mostrarse ante el gran público como BMW Serie 1 2019.

El nuevo compacto de la compañía bávara se asienta sobre una base de tracción delantera, específicamente la plataforma FAAR de BMW Group, cuya primera aplicación la estamos viendo aquí. Es en el fondo, es una actualización del diseño UKL que se encuentra actualmente en el BMW X1 y X2 (y MINI), con ciertas mejoras en cuanto a la reducción de peso y la compatibilidad con motores eléctricos se refiere.

Al utilizar esta plataforma, el BMW Serie 1 2019 ve mejorada su habitabilidad interior gracias al montaje transversal del motor y un túnel central más bajo. Mide 4.319 mm de largo (5 mm menos que la generación saliente), 1.799 mm de ancho (+34 mm) y 1.434 mm de altura (+13 mm). La distancia entre ejes es de 2.670 mm (+20 mm). La empresa afirma que hay 30 mm más de espacio para las rodillas, y el maletero ha aumentado hasta los 380 litros (+20 l).

Siguiendo la estela de lo que dicta el mercado, el nuevo BMW Serie 1 tan solo podrá adquirirse con carrocería de cinco puertas

A nivel estético, el BMW Serie 1 2019 no sólo ha evolucionado, sino que más bien ha sufrido una revolución. Su parecido con el X2 es más que perceptible, con una parrilla donde los dos característicos riñones están ahora unidos entre sí y aumentan tanto su tamaño como su presencia. Unos faros afilados dan comienzo a un perfil dominado por la línea de cintura ascendente y unas líneas de expresión marcadas que buscan imprimir dinamismo estático. La zaga ha optado por un diseño menos atrevido, con unos elegantes pilotos en disposición horizontal.

En el interior también se pueden apreciar notables cambios. El cuadro de instrumentos cuenta con diales analógicos y una pantalla de 5,1 pulgadas que hará de ordenador de a bordo. Pero si optamos por el Live Cockpit Professional y obtendremos una pantalla digital de 10,25 pulgadas que hará todo lo posible por poner a la disposición de nuestros ojos toda la información valiosa, incluido el mapa de navegación por satélite.

Junto a esta y presidiendo el salpicadero, otra pantalla del mismo tamaño hará de sistema de infoentrtenimiento. Se podrá usar tanto de forma táctil, como gestual (para algunas funciones no hará falta tocar la pantalla) y verbal, o a través de la consola central mediante el control giratorio físico si somos más tradicionales. De forma opcional, también podremos disponer de un Head-Up display, cargador inalámbrico para móviles o compatibilidad con Apple CarPlay.

BMW anuncia tres tipos de asientos, numerosas tapicerías de tela y de cuero, y una iluminación con tiras retroiluminadas dispuestas sobre las puertas y el salpicadero. Asimismo, el BMW Serie 1 2019 se podrá escoger entre cuatro acabados distintos: la más accesible Advantage, la más lujosa Luxury, la más dinámica Sport Line y la más deportiva M Sport.

Bajo el capó, nos encontramos con la posibilidad de elegir entre motores diésel y gasolina, de tres y de cuatro cilindros, pero no de seis. Movidos por gasóleo tenemos el 116d, el 118d y el 120d xDrive. El primero de ellos se conforma con un tricilíndrico de 1.496 cm³ y 116 CV. Tanto el 118d como el 120 d hacen gala de un tetracilíndrico de 2 litros con 150 y 190 CV respectivamente. En gasolina tenemos el 118i de tres cilindros y 140 CV, y el M135i xDrive, con 306 CV.

Los propulsores más modestos, el 116d y 118i, contarán con una transmisión manual de seis velocidades o una automática de doble embrague de siete velocidades. Los dos más potentes, el 120d y M135i, irán asociados obligatoriamente a la más moderna caja de cambios automática por convertidor de par de ocho relaciones (opcional en el 118d) y un sistema de tracción a las cuatro ruedas (xDrive).

Un inconveniente de los vehículos de tracción delantera en comparación con aquellos de propulsión es el tema relativo al subviraje, donde un vehículo tiende a girar menos en una curva al ser las ruedas anteriores las primeras que pierden agarre. Entre las soluciones destinadas a prevenir esto se encuentra lo que BMW actuador contiguo para limitación del deslizamiento de la rueda, o ARB para abreviar. Estrenado en el BMW i3s, esta tecnología permite un control del deslizamiento mucho más sensible y rápido.

El ARB se coordina con el control de estabilidad y con el BMW Performance Control que mejora la agilidad mediante la incursión inteligente de los frenos de las ruedas interiores de una curva antes de llegar al umbral de la pérdida de motricidad. En otras palabras, un diferencial autoblocante manejado electrónicamente. Todos los parámetros de respuesta dinámica pueden variar en función del modo de conducción seleccionado (Eco Pro, Confort y Sport).

La dotación de equipamiento es bastante completa teniendo en cuenta el segmento donde se encuadra. Cuenta con numerosas ayudas a la conducción tales como control de crucero con función de frenado, sistema activo con función Stop & Go, aviso de pre-colisión y de peatones con función de frenada urbana, asistencia de mantenimiento de carril entre 70 y 210 km/h, sistema de aparcamiento asistido o la posibilidad de acceder y arrancar el coche con tu smartphone en lugar de una llave.

El público podrá conocer el coche en el concesionario BMW Welt de Múnich entre el 25 y el 27 de junio. Posteriormente, se mostrará en el Salón del Automóvil Frankfurt en septiembre y, desde el mismo día 28 de ese mes, se pondrá a la venta en todos los mercados.

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