El Shelby GT500, independientemente de la generación, siempre ha sido una auténtica bestia, un hijo de mala madre que es capaz de infundir miedo aún aparcado. También ha sido tendencia desde su nacimiento que no se comercialice más allá de América del Norte, México inclusive. Ahora, la última interpretación de una de las cobras más peligrosas de todos los tiempos se venderá también en Oriente Medio… y en ningún lugar más.
Parece que, aunque el Ford Mustang de sexta generación haya sido el primero en ser vendido de forma global, su vertiente más extrema no es lo suficientemente eco-friendly para residir en el Viejo Continente; como que se fuesen a vender tantos como el Fiesta. Sin embargo, esto no ha evitado que los importadores lo traigan a estas tierras. De hecho, Peicher Automotive, con sede en Austria, ya ha anunciado la disponibilidad y el precio para tener un Shelby GT500 a estrenar.
Y como seguramente deducirás, su precio está lejos de lo que consideramos como “asequible”. En Estados Unidos, la tarifa inicial es de 72.900 dólares (66.100 euros), excluyendo el cargo extra por llevarlo al destino seleccionado y los recargos del concesionario. A estos gastos se puede sumar el paquete de fibra de carbono de 18.500 dólares (16.800 euros) y el de manejo, de 1.500 dólares (1.360 euros). Vamos, que llegar a las seis cifras no necesita de excesiva motivación.
El Ford Mustang es un ícono estadounidense. Se ha incrustado en la cultura automotriz desde la década de los 60, apareciendo en casi cualquier cosa; el Mustang es omnipresente, junto con su enorme y gutural V8
Si alguien ha tanteado ya con la idea de traer un coche norteamericano a Europa, ya sabrá que el suplemento es bastante notorio. Sin más dilación, ahí va la tarifa de Peicher Automotive: 109.990 euros para el modelo estándar y 154.990 euros para los ejemplares equipados con el paquete de fibra de carbono. Sin embargo, vale la pena señalar que un concesionario de Ford en EE.UU. estaba tratando de adjudicar una unidad nueva por 185.890 dólares (168.700 euros).
Entonces, si bien Europa ahora puede tener acceso a lo que podría decirse que es uno de los coches más emblemáticos de la nueva década, pagar casi el doble de lo que costaría en el país de las oportunidades es para considerarlo. Para aquellos que tienen el dinero, suponemos que no va a ser un problema, pero no son tantas las personas que están dispuestas a desembolsar esa cantidad monetaria en un “simple Ford” (muchas comillas) antes que en un Porsche 911, por ejemplo.
Las calidades de construcción y los detalles en los acabados estarán muy por debajo en el coche de Detroit, pero en cuanto a exclusividad, estética y prestaciones puras y duras, no hay color. No solo se ve radical, es radical. Bajo su capó se esconde un V8 de 5,2 litros sobrealimentado por compresor capaz de entregar 760 CV de potencia y 847 Nm de par motor. Acoplado a una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades que cambia de marcha en 80 milisegundos, hace el 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y alcanza los 288 km/h de punta (limitado).
Pero si realmente estás considerando comprar el Mustang más potente que la casa del óvalo azul ha puesto a disposición del ser humano, entonces el dinero debería ser solo un objeto de poca importancia para ti. God bless America, porque no queda tanto tiempo para que máquinas de este calibre sean cosa de un pasado prehistórico.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS