El R8 es un coche fantástico, pero no tanto como el prototipo que participó en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) y ayudó a dar vida su vertiente de calle homónima unos años más tarde. El Audi R8 LMP900 con número de chasis #405 logró la pole position, la vuelta rápida, y la medalla de plata en la clasificación general de las 24 Horas de Le Mans del 2000 bajo los mandos de Allan McNish, Laurent Aiello y Stephane Ortelli.
Si el segundo lugar de este ejemplar en particular te sabe a poco, la firma de los cuatro aros también consiguió el primer y tercer puesto con otros dos R8, dominando completamente. Fue el coche que estableció durante más de una década la supremacía de Audi en la cita francesa hasta 2014. Tras vencer en Le Mans, el #405 continuó su carrera al alcanzar el bronce los 1.000 kilómetros de Nürburgring, siendo en este caso pilotado por Frank Biela y Emanuelle Pirro.
Posteriormente, Audi Sport Team Joest entregó el coche su otro equipo de trabajo al otro lado del charco, Audi Sport North America. Una vez en Estados Unidos, compitió en la serie ALMS (American Le Mans Series) y se hizo con numerosos podios en las manos de la pareja Biela-Pirro. Una aparición especial de la leyenda de la firma de Ingolstadt, Tom Kristensen, aseguró este mismo monoplaza a un segundo lugar en el Petit Le Mans, la guinda de un año espectacular.
EL Audi R8 LMP900 consiguió la primera victoria de la marca en las 24 Horas de Le Mans en su segundo intento, en el año 2000, y dominó con puño de hierro monopolizando el podio
Para aquellos que necesitan un repaso rápido, el R8 LMP900 fue diseñado internamente por Wolfgang Appel y Michael Pfadenhauer, desarrollado con especial atención hacia las 24 horas de Le Mans del 2000. La estructura de fibra de carbono fue gestada por Dallara Automobili, con un motor V8 biturbo de 3,6 litros entre ambos ejes que producía alrededor de 610 CV y 700 Nm a las ruedas traseras a través de una caja de cambios secuencial de seis velocidades.
Junto a un sistema de inyección de combustible de alta tecnología y una elevada potencia de salida, el R8 LMP900 tenía otro truco bajo la manga: su construcción modular. Diseñado para minimizar el tiempo de parada en caso de incidente, grandes piezas podían cambiarse de manera “modular” con puntos de liberación rápida. Echando la vista atrás a la cita francesa, Audi cambió toda la parte trasera en apenas 3-4 minutos, todo un récord que no habíamos visto hasta entonces.
La carrocería luce tan dramática como lo hizo hace 20 años, con apenas espacio suficiente para un dedo entre el cuerpo y el suelo. El Audi R8 LMP900 tiene todo lo que el verdadero entusiasta de la automoción anhela en una sola pieza: exclusividad, providencia, una historia fascinante de desarrollo y un precio al alcance de solo unos pocos. Fiskens, una empresa con sede en Londres especializada en la venta de coches exóticos, lo tiene anunciado por una tarifa “a preguntar”.
Al igual que la publicación de este Nissan NTP-90, no es frecuente que un coche históricamente exitoso en el mundo de las carreras salga a la venta pública, por lo que, sin duda, se venderá rápidamente. Si estás interesado en darle cobijo, has de saber de puede acercarse a los 2 millones de euros. Aunque si puedes permitírtelo, también podrás llevarlo al circuito y asumir los cerca de 6.000 euros que puede costar tenerlo en funcionamiento durante un día de tandas.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS