El Nissan NPT-90 fue un coche de carreras desarrollado para el Campeonato IMSA GT a comienzos de la década de los 90. Su sucesor, el GTP ZX-Turbo, había conseguido quedar en lo más alto de la tabla en la edición de 1989. Su vida comenzó con algún que otro traspiés, pero como los hechos acaban demostrando después, con mucho esfuerzo llegan los resultados, y el NTP-90 no decepcionó en ese aspecto. Lucía veloz, y lo era.

La clase IMSA GTP ha adornado muchos de los circuitos de Estados Unidos con coches potentes y una feroz competencia entre equipos bien financiados y respaldados por las fábricas. El NPT-90 fue uno de los más formidables en los últimos años de la clase. La categoría GTP fue acreditada por muchas innovaciones al otro lado del charco, incluyendo los frenos antibloqueo, el control de tracción y la suspensión activa. Pero las bajas audiencias y la retirada de muchos fabricantes hicieron que el 2 de octubre de 1993 echase el cierre.

Volviendo a cuando la Unión Soviética estaba en las últimas, el equipo de Electramotive fue quien puso el Nissan GTP ZX-Turbo en pista entre 1984 y 1990, siendo Geoff Brabham el vencedor del título de pilotos en 1988. Con esa victoria en mano, Nissan apostó firmemente por el proyecto, obteniendo el campeonato un año después. Electramotive fue renombrado como Nissan Performance Technology Incorporated (NPTI) y recibió unas instalaciones de nueva factura para continuar con su desarrollo en Vista, en el Estado de California.

Aunque oficialmente fuese conocido como Nissan NPT-90, el coche continuó corriendo con el nombre GTP ZX-Turbo pintado en la carrocería para aupar las ventas del 300ZX de calle

Fue el diseñador Trevor Harris quien se hizo cargo de gestar el Nissan NPT-90 IMSA GTP, tomando como inspiración a los coches de resistencia coetáneos, como el Sauber-Mercedes C9. Destacaba por sus dos entradas de aire verticales a los lados que ventilaban el mismo motor biturbo V6 de 3 litros (VG30) que daba vida al 300ZX de calle. Aunque ente caso no eran 280 CV, sino más de 950 CV que, asociados a una caja de cambios manual de cinco relaciones, galopaban a las ruedas traseras. La masa anunciada era de 950 kilos.

Sin embargo, no estuvo listo a tiempo para el inicio de la temporada de 1990, por lo que Nissan continuó usando el GTP ZX-Turbo hasta la carrera de Topeka. Llegó en el octavo lugar, seguido de resultado decepcionante en Lime Rock, donde tuvo un DNF (no clasificado). A mediados de temporada, los problemas iniciales parecían estar resueltos. El NPT-90 terminó primero, como lo hizo un mes después en Sears Point. Con un 15º puesto más y un bronce, le valió a Nissan para ganar el título de constructores.

Continuaría asegurando podios en casi todas las carreras en las que compitió, obteniendo más mejoras prestacionales con el tiempo. Fue un coche exitoso en la historia de competición de Nissan. El prístino ejemplar que ves aquí, el chasis 01 de un total de seis unidades, comenzó a competir a mediados de la temporada de 1990, y continuó hasta finales de 1992. Acumuló dos victorias, nueve segundos puestos y cinco terceros. Fue conducido por Brabham, junto con Chip Robinson, Bob Earl y Derek Daly, y ahora puede ser tuyo.

Cualquiera puede comprar un coche de carreras, con un cheque lo suficientemente grande. Si este es tu caso y eres alguien con buen gusto, podrías adoptar a este Nissan NPT-90 que Canepa tiene en venta. El anunciante es una compañía dedicada a la restauración de coches clásicos de carreras (véase este Corvette Supervette de 1977), y afirma que está bien conservado y con las especificaciones de 1992, con la mayoría de sus componentes originales. La única pega es que tendrás que llamar para preguntar por el precio, pero por eso no se pierde nada.

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