RUF pudo haber comenzado como un taller de preparación para los modelos de Porsche hace más de 80 años, pero la compañía ha ganado reconocimiento por su desarrollo de algunos 911 extremos con etiquetas de precios exorbitantes, como el CTR que se mostró en el Salón del Automóvil de Ginebra del año pasado. Ahora, un RUF CTR2 Sport de 1997, basado en un Porsche 911 (993), ha salido a subasta por cortesía de RM Sotheby’s; y no por poco dinero precisamente.
El CTR2 y su derivado de competición tienen tanto en común como cabría esperar: ambos tienen interiores despojados de elementos superfluos, sus carrocerías están hechas casi al completo de materiales compuestos, y un motor de seis cilindros enfrentados (bóxer) biturbo que impulsó al Porsche 962. Sin embargo, en el CTR2 Sport, este motor ganó bielas de titanio y un volante de inercia más ligero, lo que le permitía amplificar la potencia hasta los 712 caballos y 786 Nm, más que el nuevo 911 Turbo.
La potencia se combina con la ligereza, ya que el vehículo está hecho con paneles de carrocería compuestos en las aletas delanteras y traseras o el alerón posterior, así como unas puertas de kevlar y un capó de fibra de carbono que dejaban el peso del conjunto en unos modelos 1.273 kilos. Construido para cumplir con la normativa de la FIA, el RUF CTR2 Sport era técnicamente legal tanto para competir como para ser conducido a casa de nuevo. Imagina salir de tu garaje con este bicho amarillo pollo.
En 1997, un RUF CTR2 alcanzó los 350 km/h de punta, lo que lo convirtió en uno de los coches de producción más rápido del mundo, tan solo superado por el McLaren F1 y sus 391 km/h
En comparación con CTR2 estándar, la versión Sport era 85 kg más ligera, 192 CV más potente y 100 Nm más enérgico. Para lidiar con las nuevas especificaciones, se instalaron frenos mejorados y una suspensión de tipo coilover firmada por Öhlins, junto con una caja de cambios manual de seis velocidades con relaciones ultracortas. Aunque no fuese capaz de alcanzar la punta de 350 km/h del CTR2 (por encima del Jaguar XJ220 o el Ferrari F50), seguramente bajaba de los cuatro segundos en el 0 a 100 km/h.
Este ejemplar es uno de los dos construidos para la carrera de Pikes Peak International Hill Climb de 1997. Clasificó en primer lugar en la general y quedó en segundo lugar a manos de Steve Beddor. El segundo ejemplar, conducido por su hermano David, terminó cuarto. El coche pasó a competir en el Virginia City Hill Climb, donde consiguió tres victorias generales y estableció un récord de ascenso a la colina dos veces. Al final, registró un podio en el 76 % de las carreras en las que participó.
El alerón de dos pisos ajustable también está diseñado para recoger más aire en los intercoolers, además de tratar de mantener la parte posterior lo más pegada posible al asfalto
RM Sotheby’s declara un historial que contiene fotos de época, resultados de carreras e incluso el libro de registro original. Si quieres darle un susto absoluto a algunos 911 mucho más nuevos y tienes los bolsillos lo suficientemente profundos, el RUF CTR2 Sport no te decepcionará. Este es un automóvil que reforzó aún más la reputación del preparador germano como un fabricante respetado del mercado de accesorios, allanando el camino para conceptos más audaces como el Rodeo o el SCR.
Tras acabar su exitosa carrera con Steve Beddor, fue exportado a Alemania, donde se convirtió para funcionar con combustible regular y se le añadió un silenciador de escape. RUF reconstruyó el motor original, con una potencia reducida a 600 CV, que sigue siendo aún muy respetable. Se instaló un sistema de inyección de agua, con Öhlins también reparando la suspensión ajustable. Desde la adquisición del susodicho, el propietario actual tan solo le ha agregado poco más de 9.000 kilómetros.
RM Sotheby’s esperaba que este RUF CTR2 Sport de 1997 se vendiera entre 640.000 y 720.000 euros, y prácticamente lo han clavado. Su nuevo dueño ha desembolsado 682.000 euros.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS