El 3 de septiembre ha cumplido 100 años el circuito de Monza y, como no podría ser de otra manera, las marcas italianas lo han celebrado por todo lo alto. Este circuito es conocido como “El Templo de la Velocidad” por sus rectas y curvas rápidas, y a pesar de haber sufrido modificaciones para adaptarse a los estándares de seguridad, sigue siendo un circuito que no deja indiferente a nadie. El templo de Ferrari en la Fórmula 1 tiene una capacidad para 118.865 espectadores y, al estar ubicado en el epicentro de la industria automotriz italiana, es un paraíso para los amantes del automovilismo.
El Automóvil Club de Milán, por su 25 aniversario, decidió construirlo. En enero de 1922 se encomendó el trabajo al arquitecto Alfredo Rosselli. En aquella época de ebullición automovilística, se pensó que sería útil tener un circuito que contase con un óvalo y una pista de velocidad, uno al lado del otro, con una longitud total de 14 km. Finalmente, tras 100 días de construcción vertiginosa, el autódromo estaba construido. Contaba con el circuito de 5,5 km y el óvalo de 4,5 km, y la velocidad máxima teórica que se podía alcanzar en las curvas de alta velocidad era alrededor de los 190 km/h. Su primera carrera se celebró el 3 de septiembre de ese mismo año.
Antes de que la guerra suspendiese temporalmente las competiciones, en 1929, Achille Varzi en un Alfa Romeo y Alfieri Maserati con un automóvil construido por él mismo, alcanzaron por primera vez los 200 km/h en su vuelta más rápida. El circuito era perfecto para que los fabricantes probasen sus máquinas y, además, permitía competir en él con gran versatilidad gracias a sus dos variantes.
El circuito ha sido testigo de carreras tan peculiares como la que enfrentó a pilotos de la Formula 1 y de la IndyCar, denominada la carrera de los Dos Mundos
Coincidiendo con los 100 años que ha cumplido el circuito de Monza, se ha celebrado Gran Premio de Italia de Fórmula 1 este fin de semana allí, y Ferrari, por su parte, decoró con detalles amarillos a sus monoplazas y cambió los monos rojos ignífugos por unos amarillos. Por su parte, Alfa Romeo, también cambió algo su decoración habitual, pero esto no fue lo más importante que hizo la marca. Ellos organizaron los “Tribe Days”, reuniendo a coleccionistas de toda Europa para exhibir 112 modelos icónicos de su historia y 100 Giulia GTA de los 500 fabricados. Los icónicos Alfa Romeo GTA, los bonitos GTV, los brutales 75 Turbo Evoluzione, los raros RZ y SZ, y muchos modelos más de la marca que desfilaban escoltados por los 100 Alfa Romeo Giulia GTA, entre los que se encontraba el primero fabricado, fácilmente identificable por su jaula de seguridad blanca y sus pinzas de freno amarillas.
FIAT no se quedó sin su celebración, se les entregó un premio debido a que ganó el primer Gran Premio disputado en Monza el 10 de septiembre de 1922. El piloto Pietro Bordino se hizo con la victoria al volante de un Fiat 804, que contaba con un 6 cilindros en línea con 2.0 litros de cubicaje, el motor contaba con 112 CV y una transmisión manual de 4 marchas. Este pequeño vehículo era capaz de alcanzar los 170 km/h y su conducción no era nada fácil, debido a su reducido peso de 650 kg.
El circuito de Monza merece mención por carreras peculiares como la denominada de los Dos Mundos, que enfrentó a pilotos de la Fórmula 1 y la IndyCar, por sus carreras de resistencia, cuya última edición celebrada fue en 1969, y por los éxitos y tragedias que se han vivido allí. Está claro que Monza está en el recuerdo de cualquier aficionado, y esperamos que dure otros cien años más como poco.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS