Hace 12 meses por estas fechas dediqué mi último Coche del día a una de las novedades más importantes que nos había dejado el 2018, el Peugeot 508. Hoy pretendo hacer lo mismo, aunque lo cierto es que la elección no la he tenido tan clara. Este 2019 que se acaba nos ha traído un buen puñado de novedades, algunas en forma de utilitario (Corsa, 208 o Clio), en formato compacto (Serie 1, Mazda3, Corolla o Golf), muchos SUV y otros tantos vehículos eléctricos. En definitiva, lo que se esperaba por los tiempos que corren.
Sin embargo, entre tanto coche poco pasional, Toyota nos ha devuelto un automóvil que ha recuperado una denominación casi mítica, aunque poco tenga que ver con los predecesores de hace años. Me refiero al Toyota GR Supra (A90).
Diecisiete años después del fin de la comercialización del último Supra (A80), la marca japonesa nos presenta un vehículo deportivo alejado de las tendencias actuales tanto propias como ajenas. Es verdad que ha recurrido a BMW para desarrollar el sucesor del Supra y que muchos no lo consideran un digno merecedor de esa denominación, pero nombres al margen, se agradece el esfuerzo.
La plataforma es compartida con el BMW Z4, junto al cual se fabrica en la factoría de Graz, en Austria. No obstante, la puesta a punto final ha sido realizada de manera separada, y para ello Toyota ha recurrido por primera vez a Gazoo Racing (GR) para los últimos retoques en suspensiones o mecánica. El nuevo GR Supra es un deportivo de 4,38 metros de longitud, 1,85 metros de ancho y cuenta con una altura de apenas 1,29 metros.
Por dimensiones podría albergar un interior para más de dos plazas, al menos un tipo 2+2 como el Audi TT, 20 centímetros más corto, pero el Supra es un estricto biplaza sin muchos detalles prácticos. La razón es un reparto de pesos perfecto 50/50 como en muchos BMW, lo cual se intuye tras analizar una carrocería con un largo capó y el eje trasero justo detrás de los asientos delanteros.
Y es que el diseño es otro de los puntos más controvertidos de este nuevo Toyota GR Supra, aunque no me detendré demasiado, porque mi compañero Pablo hizo un exhaustivo análisis comparándolo con el prototipo FT-1 Concept del que supuestamente derivaba. El frontal tiene clara inspiración en la cuarta generación del Supra de 1993 por las formas de los grupos ópticos, aunque ahora se juega con los volúmenes para trazar diferentes líneas, algunas de ellas emulando tomas de aire que no lo son en realidad.
Por detrás podría recordar a algunos modelos de Lexus en sus trazos, aunque con un voluminoso alerón de nuevo como homenaje a anteriores Supras. En el pasado se inspira también la forma del techo en su vista lateral, pues nos recuerda al 2000GT de 1967. Tiene además una forma abombada que mejora el flujo de aire, ya que la aerodinámica se ha tenido muy en cuenta a la hora de diseñarlo para optimizar las sensaciones al volante.
Esta es la promesa de los ingenieros de Toyota para el GR Supra, concebido según ellos como un deportivo en su estado más puro con el énfasis puesto en disfrutar al volante en vez de en las cifras de prestaciones o tiempos récord en circuito.
No obstante, en esto tiene mucho que decir el motor elegido: un seis cilindros en línea de 3 litros de cubicaje que entrega 340 caballos y un par máximo de 500 Nm. Unido a una transmisión automática de ocho velocidades, el Supra alcanza 250 km/h de velocidad punta y acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos, 2 décimas menos que el Z4 con el mismo motor, y 1 menos que el Porsche 718 Cayman 3.4 de 349 CV.
Para transmitir la potencia al suelo cuenta con un diferencial activo que se ajusta continuamente de 0 a 100 % de bloqueo tanto en la fase de aceleración como de frenada. Su comportamiento queda asimismo condicionado por dos modos de funcionamiento Normal o Sport.
Con el primero se consigue un gran equilibrio entre confort y eficacia para el día a día, mientras que con el segundo se endurece la suspensión (variable adaptativa de serie) y se modifica la entrega de potencia del motor con el objetivo de hacer las transiciones más rápidas. La dirección puede también regularse con dos modos de dureza: Comfort o Sport.
Las ayudas que ofrece Toyota en el Supra no solo favorecen la conducción en ese estado más puro, sino que se rinden a los nuevos tiempos en forma de asistentes a la conducción o elementos de seguridad a la última. Así, forman parte del equipamiento de serie el control de crucero adaptativo con arranque y parada automáticos, Safety Sense + con detector de ángulos muertos, aviso de cambio de carril, alerta de tráfico cruzado o por colisión trasera.
En cuanto a elementos tecnológicos que hagan su conducción más cómoda en el día a día, el Supra equipa también faros adaptativos con tecnología LED, sensores de aparcamiento con cámara de visión trasera, asientos calefactados regulables eléctricamente y, cómo no, un completo equipo multimedia en torno a una pantalla de 8,8 pulgadas colocada en el centro del salpicadero con diseño flotante, tan de moda actualmente.
El precio que Toyota pide por el GR Supra es de 69.900 euros o posibilidad de una cuota fija de 1.250 euros al mes que incluye mantenimiento, seguro y asistencia en carretera. Todo un capricho para una época de coches híper racionales a los que la propia Toyota nos ha ido acostumbrando estos últimos años por la popularización de la tecnología híbrida.
Es un coche que no se parece a nada de lo que ha sido lanzado este año en España y que, precisamente por eso, se ha merecido ser Coche del día en espíritu RACER.
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Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.COMENTARIOS