Coche del día: Suzuki Vitara X-90

Coche del día: Suzuki Vitara X-90

¿Capricho o locura?


Tiempo de lectura: 3 min.

Cuando en Japón se atrevieron a lanzar este Suzuki Vitara X-90, el Toyota RAV4 llevaba apenas un par de años a la venta y aún eran pocos sus rivales. Suzuki ya contaba con los Vitara en diferentes versiones, y aunque fuera un todoterreno de verdad su concepto no estaba demasiado distanciado del SUV de Toyota, el cual apostaba por el diseño y un nivel de prestaciones superior para desenvolverse con soltura en el asfalto. No sabemos si ese fue el motivo que impulsó a los creadores del X-90, aunque intentar catalogarlo es tan difícil como innecesario.

Principalmente jugaba con el diseño, y no por su peculiar carrocería, sino por sus redondeadas formas carentes de aristas que le distanciaban del Vitara sobre el que se basaba. Esto les debió de saber a poco y decidieron otorgarle la forma de un… ¿pick-up? O sea, una tapa de maletero plana en vez del portón típico de los TT. Con ello quedaba espacio solo para dos, así que al menos que tuvieran un habitáculo luminoso, y de ahí partiría la idea de ofrecer el techo tipo targa dividido en dos mitades que se podían guardar en el maletero.

Y todo ello manteniendo las cualidades de un 4×4 con tracción total y reductora. En definitiva, o se abarcó demasiado o no tenían ni idea de lo que estaban haciendo

El resultado fue un coche llamativo desde cualquier ángulo que aunque pretendiera servir para mucho al final se quedaba corto en casi todo. Práctico no era porque en el maletero se robaba espacio al colocar la rueda de repuesto o el techo una vez quitado. Las plazas delanteras eran estrechas y la puerta quedaba demasiado cerca de los codos, por lo que a pesar de la luz, resultaba un tanto agobiante.

Suzuki Vitara X 90 2

Si pretendía ser divertido de conducir, el motor 1.6 de 95 CV se quedaba realmente corto, y no por su velocidad punta de 150 km/h o las aceleraciones, sino que a la hora de recuperar velocidad los desarrollos largos de su cambio de cinco marchas, el peso y la aerodinámica pasaban factura. Y por último, aunque mantuviese la tracción total conectable y la reductora, su uso en campo estaba limitado por los neumáticos y unas cotas todoterreno que le dejaban en evidencia frente al Vitara.

Solo quedaba entonces el detalle de ser casi un descapotable, pero recordemos que la propia Suzuki ofrecía en el pequeño Vitara opciones de techo de lona y hard top de resina, así que tampoco tenía demasiado sentido. Menos mal que una conocida marca de bebidas energéticas supo sacarle partido colocando una enorme lata sobre su alerón para pasearse por zonas costeras con el objetivo de darse a conocer.

Lo de la playa no es casual, pues muchos creyeron que el X-90 era un coche destinado a los amantes de áreas costeras norteamericanas que podrían adentrarse en zonas arenosas o dunas con un vehículo que no fuese un buggy. De hecho, los colores que la marca nipona puso a la venta eran muy “marinos”.

El X-90 estuvo en producción apenas un par de años y la mayoría de las unidades fabricadas fueron a parar a Estados Unidos a pesar de que allí les fuesen los coches grandes. Para los europeos era un coche demasiado costoso para tratarse de un simple capricho, y los españoles playeros teníamos el Mehari y los propios Samurai.

COMPARTE
Sobre mí

Ángel Martínez

Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.

3
COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
el más nuevo el más antiguo
Notificar de
Ángel
Invitado
Ángel

Leí por ahí que la idea era abrir el mercado estadounidense, pero como los de Suzuki no tenían mucha pasta para hacer inversiones, se recurrió a la base del Vitara y ofrecer así un modelo más en su catálogo.

sergio
Invitado
sergio

Una broma que se les fue de las manos, no supieron dar marcha atrás y pensaron, pues ya que esta diseñado, vamos a ver que pasa…Al menos no son los únicos en cruzar dos especies de coches, un Vitara y un capuccino, no es muy normal, pero bueno, seguro que después de la resaca. se lo pensaron dos veces….Y años después sacaron una copia del qashqai, disfrazado de s-cross. Diferente esta claro que era, pero necesitaba algo mas de motor para rizar el rizo, pues 90 caballos, desarrollos largos, no son muy adictivos a la hora de disfrutar

Txesz
Mecánico
Txesz

El resultado de una noche loca entre un Vitara y un Capuccino… ¿Sería eso lo que pasó, entre los diseñadores de ambos vehículos? XD Desde luego, un coche fuera de lo normal. Se podría decir que es un concept-car llevado a la producción. En cuento al motor, si, el 1.6 se quedaba corto. El 2.0 de 4 cilindros, con algo más de 130 cv que ya empleaba el Vitara 3p en algunos mercados (Europa central sobre todo) hubiese sido más adecuado. O aún mejor, el V6 de igual cilindrada que montaban en el Wagon. Pese a sus incovenientes, como el… Leer más »


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez

Mauro Blanco