Las siglas AMG, GTI o GSi tiene en común que representan versiones de carácter deportivo de Mercedes-Benz, Volkswagen y Opel, pero además, las tres estuvieron asociadas a motores de gasóleo en una sola ocasión si la memoria no me falla (C 30 CDI o Golf IV GTI TDI 150). En el caso de la marca del rayo, la variante con apellido GSi recayó en el pequeño Corsa asociada a un motor turbo de gasolina y otro… diésel.
Se trataba del conocidísimo bloque de origen Isuzu de 1.686 cc en su versión de 125 CV y que también estaba disponible en otros acabados y con la carrocería de cinco puertas. En el caso del GSi solo estaba asociada a la de tres accesos, convenientemente revisada para hacer honor a su apellido.
Se puso especial énfasis en elementos decorativos que evocaran la deportividad de viejos GSi con la insulsa excepción del Corsa C 1.8 GSi. De esta forma, el contorno de los bajos de la carrocería recibió faldones tanto laterales como en los paragolpes, más prominentes y pegados al suelo. En la zaga se montó un vistoso alerón y una cola de escape ovalada de generoso tamaño. La imagen racing quedaba reforzada con las llantas de 17 pulgadas con diseño de cinco radios.
En cuanto al interior, el color negro contrastaba con los tonos rojos empleados en los laterales de los asientos, cinturones o la parte inferior del aro del volante, mientras que las inserciones con imitación a aluminio se llevaron a los pedales y la consola central, si bien esta no era exclusiva del GSi. El resto de detalles buenos y malos eran compartidos con otros Corsa.
Entre lo destacable estaba su buena habitabilidad o la sujeción de los asientos, pero seguía pecando de una postura de conducción algo elevada y una visibilidad condicionada por la forma del pilar A y la pequeña ventanilla entre este y el marco de la puerta. A la instrumentación le faltaba igualmente el indicador de nivel de temperatura y algunos detalles de acabado no estaban del todo conseguidos.
Sin abrir el capó ni la tapa del depósito, el gasolina solo se diferenciaba por el tacómetro
El buen nivel de prestaciones estaba asegurado por su relación potencia peso, y aunque era una versión residual en cuanto a ventas en este segmento, el rendimiento le hacía mucho más recomendable que el 1.3 de origen Fiat, la única alternativa de gasóleo en la gama Corsa.
Declaraba 195 km/h de velocidad máxima y un 0 a 100 en 9,9 segundos, aunque su elevado par de 280 Nm le hacía brillar en recuperaciones a excepción de la sexta velocidad, debido a un desarrollo demasiado largo pensado para ahorrar en gasóleo. Porque aunque fuera un GSi, el aspecto del gasto de combustible para decantarse por el CDTi en lugar del 1.6 de gasolina recaía en su frugalidad con una media de 4,9 litros cada 100 kilómetros.
Por tanto, el GSi 1.7 estaba destinado a los que buscaran prestaciones y consumos en un tamaño contenido contando con una imagen deportiva y diferenciadora.
Pero además, no estaba exento de poder irse a una carretera virada a disfrutar del afinado chasis de la cuarta generación del Corsa, con el añadido de una suspensión deportiva rebajada (18 mm delante y 15 mm detrás) que aunaba aplomo y eficacia sin resultar incómoda. En este escenario, sin duda el gasolina de 150 CV proporcionaba mayores sensaciones.
Y es que era para pensárselo, pues el precio entre ambas versiones resultaba muy similar y en prestaciones y agrado de uso el vetusto CDTi poco tenía que hacer.
Su razón de ser se encontraba en el gasto de combustible, pero a este respecto, gastarse 18.000 euros en un utilitario para ahorrar carecía de mucho sentido, y por ello no fue una versión muy popular a pesar de la fiebre que había por el Diesel en aquella época. La competencia debió de tener esto en cuenta, ya que sus rivales se reducían prácticamente a los del Grupo VAG como Fabia RS TDI, Ibiza FR TDI o Polo GT TDI, todos con el 1.9 de 130 CV.
Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.COMENTARIOS