En 1992 se presentó el Opel Corsa Eco3 Prototype, un coche que explotaba al máximo un montón de soluciones para reducir los consumos. Un automóvil que nunca llegó a producción, pero adelantó lo que muchos fabricantes acabarían por hacer, que venía a ser, básicamente, ofrecer motores muy eficientes y aplicar a los coches de producción soluciones aerodinámicas, así como el uso de materiales ligeros –que no han logrado reducir el peso de los coches, todo sea dicho–.
La idea de un coche con soluciones para reducir al máximo los consumos se volvió a explotar en 1995 y se dio a conocer durante la celebración del salón del automóvil de Frankfurt. Fue nuevamente Opel la marca que desarrolló el modelo y de esta forma, se adelantó en dos ocasiones a VAG, que presentó, recordemos, el Volkswagen Lupo 3L y el SEAT Arosa 3L Concept, de los cuales, solo el Lupo llegó a producción. Y como la vez anterior, se volvió a recurrir al Opel Corsa, no en balde, en aquellos años era el modelo más pequeño en la gama de Opel y sus ventas suponían uno de los pilares más importantes de la marca alemana.
Este concept, básicamente, seguía el mismo camino que el presentado tres años antes, aunque curiosamente, era menos potentes. El propulsor era igualmente diésel, un cuatro cilindros de 1,7 litros turbo y culata de 16 válvulas, que rendía 63 CV y 140 Nm de par, pero incorporaba cosas como el sistema start-stop, que no se empezó a usar en producción hasta tiempo después. Sin embargo, entre las curiosidades que escondía este coche, hay que destacar la caja ce cambios con una carcasa de magnesio para reducir el peso del conjunto.
La reducción de peso era uno de los puntos más importantes del concept car y por ello recurría a toda clase de materiales ligeros. Así, puertas, paragolpes, portón trasero, guardabarros y techo se fabricaban con fibra de carbono en lugar de acero, ahorrando 80 kilos de peso en comparación con el modelo de producción. El sistema de frenos y la suspensión empleaba elementos de aluminio, las llantas se fabricaron con magnesio –nueve kilos más ligeras– y todos los componentes de vidrio se reemplazaron por elementos de policarbonato –se ahorraron 17 kilos–, mientras que los asientos eran especiales y 21 kilos más ligeros. Como resultado, la relación peso potencia del Opel Corsa Eco3 era de 11,4 kg/CV en lugar de 20,6 kg/CV del Corsa 1.2.
Por supuesto, la carrocería se sometió a un nuevo estudio aerodinámico para mejorar la penetración y reducir la resistencia al avance y entre las soluciones empleadas, destacaba un sistema de extracción de aire del circuito de refrigeración. Se logró un Cx de 0,295 y consumos de poco más de tres litros cada 100 kilómetros.
Nunca llegó a producción, aunque si se lanzó al mercado un Opel Corsa Eco, equipado con un motor de tres cilindros alimentado por gasolina y ni una sola de las soluciones aquí experimentadas. No obstante, según datos oficiales, consumía 6,4 litros en ciclo urbano y poco más de cuatro litros a 90 km/h. Nada mal para tener un motor gasolina y haber sido lanzado al mercado en el año 1997.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS