Coche del día: Opel Astra OPC (G)

Coche del día: Opel Astra OPC (G)

Con dos versiones, una de 160 CV y otra de 192 CV, es uno de los compactos deportivos más olvidados


Tiempo de lectura: 4 min.

A finales de los años 90, el segmento de los compactos se renovó por completo con una nueva generación de modelos que, hoy día, son recordados por infinidad de fanáticos: SEAT León, Volkswagen Golf, Ford Focus y, por nombrar alguno más, el Opel Astra. Modelos de enorme éxito comercial que todavía se pueden ver circulando por las calles.

Lo mejor de aquellos modelos, al contrario de lo que ocurre actualmente, es que casi todos tuvieron en la gama versiones deportivas. Algunos eran muy potentes y rápidos, convirtiéndose en objetos de deseo e incluso en coches muy buscados en el mercado de segunda mano: Volkswagen Golf GTI, Ford Focus ST170, SEAT León FR… y estos, además, no eran los más potentes y deportivos de la gama. Sin embargo, también hay grandes olvidados, como es el caso del Opel Astra OPC.

El Opel Astra G, como muchos sabrán, contó con su respectiva versión “Opel Performance Center”, la división que tomó la responsabilidad de crear a los herederos de los míticos GSi. El caso es que el Astra OPC más recordado por todos, fue el que se lanzó sobre la generación “H”, la tercera del compacto alemán, aquella bestia con motor turbo de 240 CV, dejando casi en el ostracismo al Astra G OPC, la primera entrega de esta saga, que murió con la compra de Opel por parte de PSA.

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Si hacemos un poco de memoria, la segunda generación del Opel Astra, el modelo que ocupó el hueco dejando por el más que mítico Opel Kadett, no era el mejor modelo del segmento. Sin embargo, si ofrecía un interesante equilibrio que le sirvió para sumar enormes ventas. Ese equilibrio, sin llegar a destacar en nada concreto, se trasladó a su variante más deportiva y eso, quizá, fue uno de los motivos por los que este coche no es tan recordado por los aficionados. También está el hecho de reemplazar al Opel Astra GSi, que con la cultura de 16 válvulas, rendía 150 CV y fue un coche muy apreciado.

Para el Opel Astra OPC, se optó también por un motor atmosférico 2.0 16 válvulas, que para la ocasión alcanzaba los 160 CV y 188 Nm de par. Era, en realidad, una versión modificada del 2.0 16 válvulas Ecotec, que montaba el Astra Sportive con 136 CV y que a su vez, era un derivado “descafeinado” del propulsor que daba vida al mencionado Astra GSi 16v. Aunque era más potente que el GSi, se quedó al final de la lista de compactos deportivos frente a sus rivales, todos más potentes. Solo el Peugeot 306 GTI se quedaba cerca con sus 167 CV (en 2001 fue reemplazado por el Peugeot 307).

Todo lo referente al chasis, como es obvio, también fue retocad para ofrecer un comportamiento acorde. Así, las suspensiones tenían nuevos brazos, asistidos por muelles 20 milímetros más cortos delante y 10 milímetros más cortos detrás, adoptando además un tarado más firme. Una de las características del Astra G era que tenía una suspensión bastante lograda, con la que se conseguía un buen comportamiento sin penalizar el confort. El OPC también contaba con esta peculiaridad y eso le hacía menos radical y eficaz que algunos de sus rivales. Los frenos pasaron a ser más grandes y la dirección más directa.

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El conjunto de cambios que recibiía el Opel Astra OPC, se aderezó con nuevos detalles estéticos, que lo hacían ligeramente más agresivo. El paragolpes delantero, por ejemplo, tenían un pequeño añadido en la parte interior, la tapa del maletero lucía un alerón más grande y las llamativas llantas eran específicas. No se cambiaron muchas cosas más, ofreciendo un claro estilo germano incluso en el interior, donde apenas se adoptaron algunos detalles distintivos.

Lo curioso es que, a pesar de ser un modelo poco recordado, la acogida en su momento fue llamativamente buena, aunque el modelo se ofreció de forma limitada. Hoy resulta complicado encontrarse con uno por las calles.

En el año 2002, el Opel Astra G se sometió a un restyling que, como era de esperar, afectó también al Astra OPC. En este caso, las cosas cambiaron mucho, pues se desechó el bloque atmosférico y se montó el 2.0 turbo de 192 CV que también se podía encontrar en el Astra Coupé Turbo (más conocido como Astra Bertone). Este motor se ganó el respeto de la prensa y de muchos aficionados por sus prestaciones y por su entrega de potencia. Además, con este cambio, el Opel Astra OPC logró posicionarse al nivel de todos los rivales, superando, incluso, a ilustres como el SEAT León Cupra en velocidad punta (240 km/h frente a 237 km/h).

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La primera generación solo se comercializó con carrocería de tres puertas, mientras que la segunda añadió a la oferta el familiar (se vendía bajo la denominación de Caravan) y se podían reconocer por montar un nuevo kit de carrocería, mucho más deportivo que la primera generación y con unas llantas todavía más llamativas.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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