Hoy vamos a hablar de la Evoluzione de la versión de calle de uno de los coches más laureados en el mundial de rallyes de todos los tiempos -el Lancia Delta HF Integrale-, que acumuló un total de seis campeonatos de constructores consecutivos entre 1987 y 1992, además de tres campeonatos de pilotos seguidos entre 1987 y 1989, consiguiendo el cuarto y último en 1991.
La versión del grupo A del modelo del que hablamos hoy -el Delta HF Integrale Evoluzione-, ganó ocho pruebas del mundial, además del campeonato de constructores de 1992, no volviendo a tener más victorias tras este año
Como su nombre indicaba, se trataba de una evolución del Lancia Delta HF Integrale llegada en 1991, que, entre otras cosas, tenía el mismo abultamiento del capó delantero para albergar la nueva culata y el mismo turbo Garret T3 que el modelo pre EVO; pero con frenos más grandes y mejorados, entre 10 y 15 CV más potente, una suspensión delantera con mayor recorrido, llantas más grandes -unas preciosas Speedline Montecarlo-, mayor anchura tanto en el eje delantero como trasero; además de un prominente alerón sobre el portón del maletero y nuevos parachoques más abultados y con mayores entradas de aire.
El Delta HF Integrale “a secas” ya tenía unas aletas sobredimensionadas, pero en el Evoluzione eran aún mayores.
La primera evolución, la EVO I, llegó con 210 CV, mientras que la EVO II aumentó su potencia hasta los 215 CV en 1993, pese a que estaba catalizado. También se comercializó una versión descafeinada con el motor de ocho válvulas -el resto montaban culata de 16-, conocido como EVO-8vkat y destinada a mercados en los que había una alta carga impositiva, dando como potencia final unos más discretos 180 CV.
Una de sus señas de identidad -y también del “no EVO”-, era su efectivo sistema de tracción integral con un reparto mejorado del 53% al eje trasero mediante un diferencial Torsen
Los medios de la época destacaban de este modelo un interior con una disposición y estética muy similar a la de un Volkswagen Golf Mk.II, pero con una calidad de acabados mucho inferior, con crujidos constantes en el salpicadero y unos botones y palancas interiores de una calidad ínfima. Otro punto negativo eran sus frenos: escasos para la máquina que se llevaba entre manos y con poca resistencia.
Como aspecto positivo principal: su motor; algo menos brusco que los motores turbo de la época, no tenía mucho tirón hasta las 3.000 RPM, pero, a partir de ahí tiraba como un avión hasta casi las 6.000, alcanzando la potencia máxima a las 5.750 vueltas.
Hablando de sus prestaciones: ejecutaban -tanto el evo1 como el 2-, el 0-100 km/h en menos de 6 segundos -una auténtica salvajada para un coche que salió al mercado en 1991-, alcanzando una velocidad máxima de 220 km/h. Para completar su ficha técnica, destacar que tenía un par motor de 314 Nm a 2.500 RPM y un peso en vacío de 1.340 kg, además de montar unos neumáticos de 205 milímetros de ancho, con perfil 45 y llanta de 16 pulgadas, frenos de disco en las cuatro ruedas (los delanteros ventilados), una longitud de 3.898 milímetros y un consumo medio homologado de 10,6 litros a los 100 kilómetros, que, en conducción deportiva, tranquilamente se iba a los 25 litros o más.
Mención aparte merecen las ediciones especiales para el EVO, sacadas tanto para el EVO 1 como para el EVO 2
Para el EVO:
- Martini 5 y Martini 6: producidos ambos en 1992 para conmemorar el quinto y sexto campeonato de constructores. Se produjeron 400 unidades del primero y 310 del segundo.
- Verde York: 500 ejemplares -300 con el motor de 8 válvulas y 200 con el de 16-, vendidas en julio de 1992 en un precioso color verde e interior en piel color champán.
- Club Italia: Solo 15 unidades producidas en 1992, en color azul oscuro e interior en piel roja -como curiosidad no hubo la unidad número 13, por lo que la última de esta serie especial fue la número 16-.
Para el EVO II:
- Giallo Ginestra: 220 unidades producidas entre 1993 y 1994 en un llamativo color amarillo en el exterior e interior negro.
- Bianco Perla (365)
- Blu Lagos (215)
- Dealers Collection (173)
- Club Lancia (7)
- Club HiFi (20)
- Edizione Finale: 250 unidades vendidas en el año 1994 y en exclusiva para el mercado japonés, en un precioso color rojo oscuro con una franja azul y amarilla que recorría toda la parte central del coche hasta el alerón posterior y llantas en color grafito. Es una de mis favoritas.
Este coche es probablemente el modelo que nos viene a todos a la mente cuando nos hablan de Lancia, y, a título personal, sería uno de los modelos que sin dudarlo tendría en mi garaje si en mi cuenta bancaria hubiera muchos ceros, ya no sólo por sus prestaciones, sino por una estética que cuando he tenido el placer de ver uno en la calle, me haya hecho quedarme embobado mirándolo sin remedio.
El tema es que su precio está alejado de la mayoría de los mortales, y si te quieres hacer con uno, ve preparando la cartera: hoy en día por menos de 50.000 euros no encontrarás ninguno, estando las ediciones especiales más cotizadas ¡por encima de los 100.000! Luego, aparte, está la espinosa cuestión del mantenimiento…
Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)Adrián, buen artículo salvo en un prejuicio, ¿los acabados interiores del Delta de más mala calidad que un VW? Nunca has entrado en un coche de los años 80′ principios de los 90′. Ahora bien si te gusta los acabados sin personalidad e impersonales, no los busques en Lancia.
Personalidad podrán tener, pero eso no quita que sigan siendo cutres.
Hola José,
La verdad es que no he tenido el placer de montar en un Lancia Delta, pero en un golf mk2, bastantes veces. De todas formas, yo solo hablo de lo que comentaba la prensa de entonces, no puedo corroborarlo. Gracias de todas formas por el aporte.
Saludos.
No son prejuicios, es lo que decía la prensa de la época…