El Ford Escort RS 2000 MK.II hizo su aparición en el mercado allá por 1975, cuando apareció la segunda generación. Este coupé de dos puertas fue desarrollado por el FAVO (Ford Advanced Vehicle Operations, Servicio Ford de Vehículos Avanzados).
Este modelo de Ford aunaba las mejoras de diseño y tecnológicas de modelos más antiguos y recientes, con ligeras mejoras en la suspensión y leves modificaciones en la carrocería. Exteriormente el frontal creció 150 milímetros, y se remató por su parte inferior con un faldón. Ello estilizaba la línea lateral, mejorando su aerodinámica. El morro estaba fabricado en poliuretano flexible, mejorando la protección para los peatones en caso de atropello y en los pequeños golpes a baja velocidad.
Tenía unas dimensiones bastante compactas, con 4.140 milímetros de largo, 1.570 mm de ancho y 1.414 mm de altura. Su peso homologado estaba entre los 950 y 1.000 kilogramos.
Los 110 CV de su motor brillaban más por su elasticidad que por sus prestaciones puras. Los consumos eran elevados, algo que se podía arreglar con una caja de cambios de desarrollos más largos
Una vez en su habitáculo descubrimos que este Ford Escort RS 2000 MK.II venía bien equipado y acabado. Los asientos delanteros deportivos estaban acabados en color negro, sujetando perfectamente el cuerpo de forma lateral y con un buen apoyo para los muslos. El mullido estaba en su punto justo, resultando muy cómodos, y los reposacabezas eran de serie. El espacio para las piernas en la banqueta trasera resultaba escaso.
La postura ofrecida al conductor era realmente buena, con los reglajes suficientes en el asiento para sentirse a gusto. El cuadro de instrumentos -iluminado en verde- era muy completo, con velocímetro, cuentavueltas, indicador de temperatura del refrigerante, manómetro de presión de aceite e indicador de nivel de combustible. La consola central, acolchada, contenía la radio y algún hueco para guardar cosillas. Delante del acompañante se encontraba una generosa guantera y un reloj.
A ver que nos cuenta el motor, un OHC “Pinto” procedente del Cortina. Llevaba un bloque de cuatro cilindros en línea en posición delantera longitudinal, con 2,0 litros de cilindrada (1.993 cm3). La distribución se realizaba mediante un único árbol de levas en culata y dos válvulas por cilindro, y la alimentación a través de un carburador Weber. Entregaba 110 CV a 5.500 RPM de potencia máxima y 173 Nm de par máximo a un régimen desconocido.
Este motor llevaba el cárter y la campana del embrague en aluminio, con lo que se consiguió reducir peso, ruido y vibraciones. También se sustituyó el escape por otro de mayor diámetro, cambio que colaboró en el aumento de potencia desde los 98 CV originales hasta los 110 CV finales. La caja de cambios era manual de cuatro marchas, de relaciones semicerradas, con una palanca de recorridos cortos y precisos. Esta caja permitía unos cambios rapidísimos y con la suavidad propia de las cajas de Ford de la época.
El binomio motor/caja de cambios funcionaba muy bien, pues el propulsor resultaba muy elástico y entregaba mucha potencia a bajo régimen, con una gran capacidad de subir de vueltas. Lo único criticable y extraño era la rumorosidad a bajas vueltas en cuarta, algo que se podía solucionar reduciendo a tercera, pero que, claramente, penalizaba el consumo.
Estos consumos oficiales, según Ford, deberían rondar los 8,7 l/100 km, pero en la realidad andaban más cerca de los 10,5 l/100 km. Con 41 litros de capacidad de depósito de combustible su autonomía rondaba los 400 kilómetros. Teniendo en cuenta la elasticidad del motor una caja de cambios con relaciones más largas favorecería este consumo.
La velocidad máxima homologada de esta versión del Ford Escort RS 2000 MK.II era de 177 km/h, alcanzando los 100 km/h desde parado en 8,7 segundos. El único dato de aceleración que hemos podido encontrar eran los 8,1 segundos que tardaba en pasar de 50 a 70 mph (de 80 a 113 km/h). Tal vez nos parezcan hoy unas prestaciones modestas, pero en primera era capaz de hacer patinar las ruedas traseras en suelo seco sin mayor dificultad.
Para absorber la potencia extra de 12 CV respecto a otras versiones se tomaron elementos de los Escort oficiales de competición, con unos tarados de amortiguadores y muelles adecuados para ofrecer el mejor comportamiento posible sin sacrificar en demasía el confort.
La suspensión delantera se tomó originalmente de los Ford RS 1600 y 1800, modificando su geometría, y se reforzaron los puntos de apoyo del esquema McPherson. En el eje trasero rígido se sustituyó la barra estabilizadora por dos brazos de empuje, para sujetar mejor el eje y dominar el aumento de potencia.
En el segmento de coches de altas prestaciones y de adquisición y mantenimiento relativamente económicos encontrábamos rivales como el Opel Kadett Rallye GT/E, el Lancia Beta Coupé, el Renault 17 TS, el Audi 80 GTE o el Triumph Dolomite Sprint. Además, resultaba más barato que todos ellos.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS