El Ferrari 365 P Berlinetta Speciale fue el primer modelo de la marca para conducir fuera de los circuitos con el motor situado en posición central trasera. Vio la luz en 1966 y tan solo se produjeron dos unidades. También se conoce como Berlinetta Tre-Posti, por aquello de llevar tres asientos.
Su diseño salió del lápiz de Aldo Brovarone, perteneciente al estudio de diseño de Pininfarina. Brovarone se hizo con el cargo de jefe de diseño en 1965, y fue el autor de todos los diseños de los modelos Dino matriculables. De hecho, al 365 P Berlinetta Speciale se le veía como una versión mejorada del Dino 206 GT. Además, se presentó al mismo tiempo junto al Dino Berlinetta GT, en 1966.
Enzo Ferrari no estaba para nada de acuerdo en la creación de un coche con motor V12 en disposición central trasera, con los cambios en el diseño exterior que ello suponía. A pesar de ello, Sergio Pininfarina puso en marcha el proyecto y creó tres prototipos con este tipo de arquitectura, siendo uno de ellos el 365 P Berlinetta Especiale. Incluso el importador de Ferrari en Estados Unidos, Luigi Chinetti, y el propio jefe por entonces de Fiat, Gianni Agnelli, mostraron un interés personal en dichos prototipos.
La carrocería estaba conformada por paneles de aluminio, y presentaba un morro afilado con los grupos ópticos redondos encastrados en las aletas. El parabrisas mostraba un único limpiaparabrisas situado en posición central, adoptado de la competición. Lo cierto es que llamaba la atención como si se tratara de una nave espacial.
El techo mostraba una leve inclinación hacia atrás desde el mismo pilar A, continuando con una línea de suave inclinación hasta terminar abruptamente en la zaga. Su perfil lateral, con detalles como las salidas de aire en forma de lágrima o la tapa de combustible bien visible, eran muy similares a los mostrados por el Dino Berlinetta GT.
Lo más llamativo de su interior era la disposición de los asientos, con el del conductor situado en el centro para un perfecto control de su entorno, y los dos laterales de los pasajeros retrasados. Solo se construyeron dos unidades
Sus llantas de aleación con diseño de estrella de cinco puntas eran inconfundibles, muy del estilo Ferrari. La zaga presentaba dos grupos de tres faros circulares y dos dobles tubos de escape. Se le dotó de algunos elementos de confort y algunas concesiones al lujo como los asientos de cuero, alfombrillas, algunos accesorios de equipamiento y unos paragolpes cromados. Esta carrocería iba montada sobre un chasis igualmente procedente de la competición.
Lo más característico era la disposición de sus asientos, con el del conductor en posición central y los dos de los pasajeros en los laterales, en posición más retrasada. Incluía una barra antivuelco cromada, para que quedase más bonita, y un techo solar fijo Persex. A pesar de tomar tantos elementos de la competición, Agnelli afirmaba que se podía conducir de forma cotidiana por carretera.
El chasis de acero, de sección tubular, se tomó también de la competición, semejante al del Ferrari 330 P2, estirando la batalla en 200 mm respecto al 365 P2 de competición. La suspensión era independiente en ambos ejes, con horquillas asimétricas, acompañadas de muelles, amortiguadores telescópicos y barras estabilizadoras. Los frenos eras de disco en ambos ejes y contaban con servoasistencia.
También fue necesario aumentar las dimensiones y el diseño exterior respecto al Dino Berlinetta GT para dar cabida al nuevo V12, de mayor tamaño. En cuanto a sus dimensiones y peso, tenía una longitud de 4.400 mm, una anchura de 1.890 mm y una altura de 1.190 mm. La plataforma tenía una batalla de 2.600 mm y unas vías delantera y trasera de 1.480 y 1.470 mm, respectivamente. Su peso en vacío (sin ningún tipo de líquidos) era de 1.020 kg.
Su V12 a 60 grados en posición central trasera longitudinal tenía una cilindrada de 4.390 cm3, con un único árbol de levas en cabeza (SOHC) y dos válvulas por cilindro. Desarrollaba 375-380 CV a 7.300 RPM, aunque la línea roja estaba situada a 7.000 RPM. Pertenecía a la familia de motores Colombo y se tomó prestado del Ferrari 365 P2.
La alimentación se realizaba mediante tres carburadores Weber 40 DFI. Conservaron el sistema de lubricación mediante cárter seco utilizado en competición. La caja de cambios era manual de cinco marchas e iba en posición transaxle, y lógicamente transmitían la potencia a las ruedas traseras. Su velocidad máxima se estimaba en 245 km/h.
Las dos unidades tenían los números de chasis #8971 y #8815, y existían algunas pequeñas diferencias entre ellos. La primera unidad llevaba el número #8971 se terminó en septiembre de 1966, pintado en color Garenia White y se presentó en el Salón del Automóvil de París de octubre del mismo año. Llevaba los tres asientos tapizados en piel sintética, pero no era funcional, era una unidad estática.
Su motor V12 de 4,4 litros se tomó prestado del Ferrari 365 P2, y entregaba 375-380 CV. Iba en posición longitudinal central trasera, y proporcionaba una experiencia de conducción cercana al circuito pero utilizable para el día a día en carretera abierta
Durante este año y el siguiente se dejó ver en numerosos salones del mundo -Londres, Bruselas, Ginebra y Los Ángeles-, pasando después a ser propiedad de Luigi Chinetti y familia. En 2014 salió a subasta, concretamente en Pebble Beach y de mano de Gooding&Company, por un precio de salida de 22.500.000 dólares, con tan solo 7.965 km, pero no llegó a cambiar de manos.
La segunda unidad, con el número de chasis #8815, fue encargada directamente por el propio Gianni Agnelli y se presentó en el mismo Salón que la primera. En este caso la pintura elegida era un gris metalizado con una línea de color negra pintada en la cintura. Se le puso un gran alerón trasero cromado y su interior estaba tapizado en tela. El techo solar no venía de origen con él. A lo largo de su vida se repintó en color azul metalizado primero y en rojo después.
Lo que significaba esta segunda unidad para Agnelli quedaba reflejado en estas palabras: “No tenías tiempo de parar antes de que la gente estuviera inmediatamente a su alrededor. Pero fue divertido. Tenía una aceleración monstruosa. Solo había que acostumbrarse al asiento del conductor en el medio, porque daba un ideal cualquier punto de referencia a cada lado, derecha o izquierda”.
No deben existir muchos vehículos que acerquen de esta manera el mundo de la competición al conductor de calle experimentando un control tan equilibrado al ir situado en el centro del coche y compartirlo con dos acompañantes más. Lo anotamos en nuestra lista de vehículos con espíritu RACER.
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Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS