Decía Ramón y Cajal que “o se tienen muchas ideas y pocos amigos o muchos amigos y pocas ideas.” No sabemos si en Emelba estarían de acuerdo con tal afirmación, pero con los años seguro que le dieron la razón al gran médico navarro.
Emelba era una empresa catalana fundada en 1978 por un carrocero con muchas ideas. Trabajaba principalmente con SEAT, aunque también recibía pedidos de otras marcas como Peugeot u Opel. Pocos amigos entonces, pero repasando su historia vemos que ideas no les faltaban. La básica era tomar modelos ya existentes y realizarles transformaciones en sus carrocerías para convertirles en otro tipo de vehículos. El primero que fabricaron, por ejemplo, fue el 127 Samba, una alternativa al Méhari de Citroën que tuvo una gran aceptación en zonas costeras.
Hicieron también furgonetas usando plataformas del 127 y del Ritmo para rivalizar con las Renault 4 o la Citroën Dyane. Sobre el Panda dejaron volar la imaginación creando numerosas versiones: pickup, diésel, cinco puertas, cabrio… Su modelo más conocido fue el Chato, una pequeña furgoneta de reparto con puerta lateral corredera presentada en 1982 que también tuvo versión para pasajeros, así lo recuerda el ABC.
La amistad con SEAT comenzaba a tener problemas por culpa de un tercero (cómo no) que no era otro que Fiat, de quien se separó por entonces. Además de la controversia con el Ritmo/Ronda, también la hubo por el Panda, pero la querella contra SEAT se desestimó en diciembre de 1983.
Sin embargo, el carrocero catalán no estaba dispuesto a perder a su mejor amigo, así que siguió trabajando y en 1985 presentó en el Expo-Ocio una gran idea: el Emelba 7. Se trataba de una versión monovolumen en un principio utilizando la plataforma del Ronda en los prototipos para luego emplear la del Ibiza alargada 30 centímetros. Del pequeño utilitario tomó los faros y paragolpes delantero, agrandando el resto de la carrocería para dar cabida a 7 pasajeros.
Todos ellos contaban con asiento individual, abatibles y desmontables los de la segunda y tercera fila para convertirlo en una furgoneta con la que transportar objetos voluminosos. Los dos delanteros podían girarse y transformar el habitáculo en un pequeño saloncito. Como plus a la versatilidad del Emelba 7, las puertas traseras eran deslizantes, lo cual facilitaba el acceso. Había también mesitas tipo avión o asiento central que servía de reposabrazos.
Mecánicamente se emplearon dos motores. Uno de gasolina 1.5 con 85 CV y un 1.7 Diesel de 55 CV. Como curiosidad, el consumo del primero era menor (5,5 frente a 6,0 litros). Debido a su ligereza, el 1.5 superaba los 160 km/h de velocidad máxima, o sea que el padre de turno podía presumir de System Porsche bajo el capó. Si se optaba por la opción de carrocería con paneles de vidrio, el peso se rebajaba en más de un centenar de kilos, lo cual repercutiría también en sus prestaciones.
Entre su equipamiento de serie se ofrecían la pintura metalizada que podía ser bicolor, elevalunas eléctricos o cristales tintados. Como accesorio podían montarse el aire acondicionado, cinturones y reposacabezas para todas las plazas o calefacción para la zona trasera.
El Emelba 7 fue un proyecto casi visionario que escondía muchas y grandes ideas. Recordemos que el Renault Espace había sido presentado tan solo un año antes, así que no había rivales de los que copiarse a este lado del Atlántico. Por ello tuvo bastante buena acogida y se planeó una cuantiosa producción, pero la relación con su amigo estaba herida de muerte. Emelba le debía mucho dinero a SEAT y esta se negó a seguir suministrándole plataformas, así que sus optimistas previsiones se vieron truncadas.
La única esperanza recayó en un concurso para optar a convertirse en el taxi para los Juegos Olímpicos del 92, pero el Emelba no fue elegido, precipitando así el cierre de la empresa, no sin haber intentado hacer nuevos amigos fuera de nuestras fronteras en forma de inversores. Citando de nuevo al Premio Nobel de Medicina, Ramón y Cajal afirmó que “hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un pelo de mujer.” Un pensamiento derrotista, pero habiendo dinero (o la falta del mismo) de por medio…
Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.Que recuerde, queda una unidad,la cual fue sorteada creo, que por el corte ingles, el estado lo desconozco, pero fue una pena, pues apuntaba maneras, ya no solo este modelo, el resto de transformaciones…….
Lo comentan en la segunda web que enlazo más arriba.
En otra página había leído que esa unidad fue dada de baja en 2005 y que puede quedar otra de color verde en algún sitio…
Una pena que no saliese adelante…
Según leí en una web tiempo atrás, tal vez el fin de Emelba se debió a que VW no dió el suficiente apoyo. Más bienm hicieron todo lo que pudieron para que la relación con Seat se cortase definitivamente, algo provocado en parte por el 7: que una pequeña empresa hubiese desarrollado un vehículo con soluciones tan buenas dejaba a los alemanes en evidencia.
Encontré la web
http://garaje-22.blogspot.com/2011/11/el-emelba-7-el-fin-de-emelba-espera-que.html
Y de propina la segunda página del folleto del modelo en esta dirección.
https://sites.google.com/site/emelba7/folletos-y-catalogos
Si pongo el enlace de la foto el comentario peta…
Muchas gracias por los enlaces.
Una pena que desapareciese emelba y no tuviera éxito este monovolumen