Coche del día: Dallara Stradale

Coche del día: Dallara Stradale

Cuando la pista se convierte en tu patio de recreo


Tiempo de lectura: 8 min.

La empresa Dallara -como tal- para muchos será una desconocida quizás hasta la aparición de su primer automóvil de calle, el Dallara Stradale, una máquina pensada por y para la conducción. Pero este preparador y constructor italiano lleva toda una vida encargándose de desarrollar infinidad de proyectos de la mano de su fundador, Giampaolo Dallara, que en 1972 daría vida a la compañía después de haber trabajado como ingeniero en marcas como Ferrari, Maserati, Lamborghini o De Tomaso.

Después de un largo recorrido, donde la empresa ha sido juez y parte en el desarrollo de coches como el KTM X-Bow, Alfa Romeo 8C y 4C, o los astronómicos Bugatti Veyron y Chiron, su presidente y fundador decidió que ya era hora que la compañía tuviera su propio automóvil. Y qué mejor forma de hacerlo que construyendo un coche al estilo de las creaciones donde había participado Dallara, donde lo fundamental fueran las sensaciones al volante y la efectividad pura.

Con estas premisas y deseos de Giampaolo Dallara se le encomendaba al CEO de la empresa, Andrea Pontremoli, la creación del Stradale. Fue después de haber intentado en varias ocasiones darle forma al proyecto y haberlo tenido que parar generalmente por falta de fondos para su desarrollo.

Dallara Stradale 5

Uno de los sueños del fundador de esta empresa Automotriz, Giampaolo Dallara, era la de crear su propio deportivo siguiendo las pautas empleadas en algunos de sus proyectos para otros fabricantes, y de aquella idea nace el Stradale

Así que para 2015, y con la ayuda de la empresa de desarrollo e investigación en aerodinámica y eficiencia Granstudio, comenzaba la carrera para llegar hasta una meta en el horizonte denominada Stradale. Era algo soñado por Dallara durante muchas décadas y que por fin iba a poder materializarse en forma de superdeportivo, al más puro estilo del Lotus 3-Eleven, del que derrocha claras reminiscencias, anteponiendo la ligereza y efectividad dinámica a las cifras de potencia final.

Y es que para Dallara, Colin Chapman y su filosofía a la hora de crear automóviles había sido su principal referencia a lo largo de su carrera. El resultado después de dos años de trabajo y dedicación era un automóvil en concepción roadster, con un peso de apenas 855 kilogramos.

Sus cifras de potencia final de 400 CV a 6.200 RPM y un par máximo de 500 Nm entre las 3.000 y las 5.000 RPM vienen del tetracilindrico de 2.3 Ecoboost suministrado por Ford. Motor también montado en los Focus RS, que tras ser revisado por Bosch a nivel electrónico, conseguía elevar en 50 CV la potencia respecto al hatchback de la firma británica.

Dallara Stradale 2

Esto nos dejaba con una relación peso potencia de 2,13 kilogramos por CV, algo al alcance de muy pocos automóviles y que se traduce en una aceleración de apenas 3 segundos en el 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 280 km/h. Pero esto, como ya hemos comentado anteriormente, no es ni de lejos lo más reseñable de este automóvil.

El Stradale, además de arrojar unas cifras de potencia increíbles, lograba una relación peso potencia encomiable y sobre la que se fundamentan las principales virtudes de este deportivo italiano

El chasis está fabricado en fibra de carbono y el propulsor, asociado a un cambio manual de seis relaciones -también perteneciente al Focus RS-, queda como no podia ser de otra manera en posición central, con la tracción y empuje proveniente de sus ruedas posteriores y unas suspensiones de doble triángulo en ambos ejes, contando con discos de hierro fundido autoventilados.

Pero si hay un factor que es determinante en el comportamiento del Stradale y que lo haría batir a casi cualquier otro automóvil matriculable en un circuito, ese es sin duda su carga aerodinámica. Fue algo en lo que también trabajaron los alemanes de Bosch y que llega hasta los 400 kilogramos en su forma natural y los 820 kilogramos si optamos por integrar el alerón trasero de fibra de carbono opcional, algo que nos hará que vayamos literalmente pegados al suelo.

Dallara Stradale 4

Por eso no es de extrañar que la propia Dallara anuncie unas aceleraciones laterales de hasta 2 G si nos empleamos a fondo con el Stradale, una vez que perdamos el miedo al paso por curva a fondo, territorio Stradale en cualquier pista y que, de lograrlo, podremos saborear realmente las virtudes de este impresionante automóvil salido de la factoría de Dallara en Varano de Melegari.

Si nos centramos en la parte visual exterior, observaremos que en el Stradale podemos lucir hasta tres tipos de carrocería dependiendo de nuestras necesidades o gustos, ya que el coche de manera estándar viene sin parabrisas delantero -un speedster-. Uno de los opcionales que la marca pone a nuestra disposición, y que está compuesto de un marco en fibra de carbono con una luna en policarbonato, es totalmente desmontable y con el limpiaparabrisas anclado de manera central.

Otro de los aspectos donde más se trabajó en el diseño del Dallara Stradale es en la carga aerodinámica, gracias a su estilizada carrocería y  elementos opcionales como un alerón trasero fabricado en fibra de carbono -que logra prácticamente doblar los datos en este aspecto-

Otro de los detalles que ya habremos percibido es la ausencia de puertas, pero si además del parabrisas montamos el techo tipo targa, con espina central de carbono y dos aperturas laterales en forma curvada con apertura independiente, podremos decir que el Stradale tiene puertas al más puro estilo alas de gaviota del icónico Mercedes-Benz 300 SL de 1953, aunque en cualquier caso tendremos que librar el panel lateral de la carrocería para acceder a su interior.

Dallara Stradale 7

Hablando de carrocería, esta está conformada por tan solo seis piezas, fabricadas cómo no en fibra de carbono, ocho si montamos parabrisas y techo. Es algo que facilita su desmontaje en pista. La aerodinámica ha sido el pilar de su diseño y construcción, de ahí la ausencia de puertas, logrando una menor resistencia aerodinámica y haciéndo pasar el aire por las tomas que lo llevan directamente a la admisión del propulsor.

Una vez en su interior nos encontramos, como ya podríamos vislumbrar guiándonos por la estética general del Stradale, con un habitáculo totalmente diseñado para pilotar, compuesto por unos buckets forrados en piel y dotados de unos arneses al más puro estilo de la competición. Su volante nos recuerda al de un F1 y en él encontraremos diverso botones desde los que regular algunos parámetros electrónicos o activar intermitentes, claxon o sistema de iluminación entre otros.

El Dallara Stradale se sirve en tres configuraciones diferentes con un precio de salida de casi 200.000 euros, convirtiéndolo en un juguete al alcance de muy pocos

Una pantalla digital tras su volante nos mantendrá al tanto de todo cuanto necesitemos saber sobre el estado del Stradale y nos facilitará datos como velocidad, revoluciones, modos de conducción, etc. A partir de aquí pocas concesiones al confort ya que no hay radio, climatizador o nada que sea no sea necesario para lo que se ha diseñado este coche. El resto del interior queda rematado, como no podía ser de otro modo, a base de paneles de fibra de carbono o piel con las costuras a juego con el color de la carrocería.

Dallara Stradale 8

Dentro de los opcionales la marca pone a disposición de sus clientes un cambio automático de seis relaciones con levas tras el volante, suspensión aún más deportiva junto a unos neumáticos con especificaciones para circuito Pirelli PZero Trofeo R o los ya mencionados alerón posterior, parabrisas frontal o techo targa, siendo su precio base de 198.000 euros más IVA. Ponerle matrícula saldrá por un buen pico más.

Dentro de este exclusivo club de superdeportivos orientados al circuito, con unas cualidades tan extremas, podemos encontrar además de la última creación de Lotus, el 3-Eleven 430, el BAC Mono R (aunque en este caso es monoplaza) o el excelso Radical RXC Turbo 600R, solamente destinado para pista y con una potencia de 650 CV, convirtiéndolo en un automóvil verdaderamente impactante y fabricado únicamente para manos expertas.

Lo que queda claro es que este Dallara Stradale, que se estrenó en 2017 siendo el propio fundador de la marca el primer cliente al que se le hizo entrega de la unidad nº1 en las propias instalaciones de la marca -por su 81 cumpleaños-, es el sueño de un hombre dedicado en cuerpo y alma a la automoción y que ha logrado concebir uno de los deportivos más apasionantes que se comercializan desde el país transalpino.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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