El Alfa Romeo 166 2.5 V6 era una de las dos opciones con motores de seis cilindros que se ofrecía en la gama del modelo. En concreto, era el V6 más pequeño, y, por tanto, también el menos potente, aunque no por ello en menos interesante, ya que 190 CV solían, y suelen ser, más que suficientes para cualquier usuario de tipo medio. No debemos pasar por algo que la relación peso-potencia del Alfa 166 2.5 V6 es de 7,8 kilos por caballo, un dato que no está nada mal para un coche de 4,72 metros de largo de finales de los 90.

Para reemplazar al Alfa Romeo 164, en la compañía italiana dieron forma a un coche que no tenía nada que ver con el coche diseñado por Pininfarina. Su silueta era más suave, más estilizada, en busca de emular al Alfa 156 en una categoría superior donde la imagen supone la mitad de las ventas. Y desde luego, lograron un coche sumamente equilibrado, elegante a la vez que deportivo, con personalidad, aunque destinado a verse las caras con coches como el Audi A6 C5, el BMW Serie 5 E39, la primera generación del Volvo S80 o la primera generación del SAAB 9-5. Es decir, no tenía las cosas fáciles para despuntar, aunque la marca no había dejado las cosas al azar.

A finales de los 90, Alfa Romeo dio un gran paso al frente y el Alfa Romeo 166 es un gran ejemplo de ello, sobre todo sus versiones equipadas con motores V6

Con el 166, al igual que con el 156, Alfa quería borrar de una vez por todas la mala imagen que se fue ganando en el pasado y en parte, lo lograron. Durante finales de los 90 y comienzos de los 2000, la firma italiana logró vender muchos coches y en parte, se llegó a creer que la marca se recuperaría por fin. No en balde, el 166 demostró que por capacidades no era, pues los acabados estaban a gran altura, el equipamiento no envidiaba a ningún rival y en comportamiento mantenía la esencia Alfa Romeo intacta. De hecho, los motores V6 hacían hincapié en esa esencia.

En esta ocasión, ese V6, como hemos dicho antes, era el más pequeño de la gama, donde había otra más con tres litros y 226 CV –llegaría una tercera opción V6 con 3,2 litros que reemplazaría al 3.0, con el restyling del modelo–. Eran, exactamente, 2.492 centímetros cúbicos que, sin ningún tipo de sobrealimentación, rendían 190 CV a 6.200 revoluciones y 22,6 kmg de par a 5.000 revoluciones. Un propulsor que también se podía encontrar en el Alfa Romeo 156 y que, comparado con este, no parecía el mismo propulsor. Según la revista Car and Driver número 41 –febrero de 1999–, el Alfa Romeo 166 2.5 V6 estaba falta de garra y de fuerza, pero no por el motor, sino por una caja de cambios con desarrollos muy largos, así como por un peso más elevado que en el caso del 156.

Se elogiaba el comportamiento general del coche, eficaz y, empleando las mismas palabras, “riguroso”, al igual que se alaba el equipamiento de serie con cosas como Anti Slip Regulation y Traction Control System –sistema anti patinaje y control de tracción–, múltiples airbags, reparto de frenada… todo ello por 5.600.000 pesetas, 33.657 euros de 1999, 59.035 euros si añadimos el IPC.