Para algunos entusiastas del motor, el simple hecho de conducir es uno de los mayores placeres que existen. Sentir la conexión que se puede crear entre un hombre y su máquina puede llegar a resultar más que un gozo y un deleite para los sentidos, especialmente cuando se trata de una montura que puede satisfacer tus deseos más primitivos como un BMW M3 (E30).
La primera generación del M3 es uno de los coupés más memorables e icónicos que han salido de las instalaciones de BMW. Fue uno de esos momentos en que un fabricante de automóviles logró hacer todo bien, desde el diseño hasta el rendimiento, el lujo y todo lo demás. Podríamos decir que fue una mezcla perfecta para conducir hasta el punto de que es incluso terapéutico. Y ahí es donde entra en escena este cortometraje titulado “The Interview” (“La entrevista”).
No quiero destriparlo, ya que simplemente deberías de verlo de principio a fin, pero la línea de la historia es un pobre petrolhead llamado Kevin que se enfrenta a un grave dilema. Se dirige a otra entrevista de trabajo, solo para irse decepcionado. Justo al mismo tiempo, su novia le plantea la situación de una forma tan cruda que podría tener que vender ese maravilloso BMW M3 (E30) si no consigue el trabajo. No hace falta decir que protagonista y bimmer tienen un vínculo cercano.
Es difícil explicar por qué solo subirse a un coche y manejarlo durante unos minutos puede calmar a una persona, o por qué elegir piezas para él en lugar de ropa elegante para cualquier día de la semana. Estas no son decisiones dictadas necesariamente por la lógica, sino más bien por los sentimientos. Cuando se trata de ciertos coches, las cosas se pueden poner aún más extrañas, ya que no todos los coches son iguales; y quien diga lo contrario que se vaya a predicar.
La entrevista no va bien, pero a pesar de ello, una vuelta en coche apacigua las aguas. El final es pura felicidad, pero tendrás que verlo para saber qué sucede. El punto es que esta breve grabación te hará recordar cómo un buen viaje en el vehículo adecuado puede ser uno de los analgésicos más sorprendentes del planeta. Mientras Kevin conduce su BMW por las calles, otra maravilla automotriz se detiene junto a él en un semáforo, un Nissan Skyline GT-R (R32).
Si como él paseáramos por nuestra ciudad conduciendo este precioso e impecable M3 (E30), probablemente tendríamos la misma sonrisa. Después de todo, este coupé alemán es uno de los íconos de las cuatro ruedas de los últimos 30 años. Con un motor atmosférico de cuatro cilindros y 2,3 litros capaz de desarrollar 200 CV y 240 Nm, los apenas 1.200 kilos de masa se movían con bastante soltura, de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y 235 km/h de velocidad máxima.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS