El nuevo Chevrolet Corvette (C8) ha sido una de las noticias del mundo del motor más destacadas en 2019, pero, como bien sabemos, la semilla de una versión de motor central se plantó hace muchos años. De hecho, la idea se vendría tanteando desde 1959, apenas un lustro más tarde de haber sido lanzado al mercado el primer modelo. Pero una nota al pie de página menos conocida en esta historia es el Chevrolet Corvette Grand Sport (GS)-IIb de 1964.

El Corvette fue originalmente ideado como un deportivo biplaza con motor delantero y tracción trasera. Pero la idea de una variante de motor central nunca ha estado muy lejos, especialmente gracias a algunos ilustres hombres como Zora Arkus-Duntov, quien ayudó a diseñar y refinar el modelo original en la década de los 50. Incluso se crearon numerosos prototipos (CERV) destinados a que los ejecutivos de General Motors cambiasen en algún momento de opinión.

El Chevrolet Corvette GS-IIb nació como un proyecto a manos de Frank Winchell, otro de los ingenieros principales de la marca en la rama de investigación y desarrollo entre 1959 y 1966. Aunque Duntov siempre había imaginado un Corvette de motor central, a menudo otros ingenieros se encontraron en desacuerdo con él cuando intentaron rivalizar con sus esfuerzos. Winchell fue uno de ellos, pensando que podría convencer al alto mando de GM con su ligero modelo.

Mientras que el famoso diseñador Larry Shinoda dio forma al elegante y aerodinámico chasis monocasco, Chevrolet y el equipo de competición de Chaparral Cars liderado por Jim Hall, pudo mantener el peso del Corvette GS-IIb en solo 658 kilos usando una fina lámina de aluminio de 0,8 milímetros. Su diseño se inspiró en el prototipo original del Chevrolet Corvair Monza GT de 1962, avanzado para la época gracias a un sistema de suspensión totalmente independiente.

En cuanto al apartado mecánico, funciona con un V8 de aluminio de 328 pulgadas cúbicas (5,4 litros) capaz de entrega más de 400 CV. El apéndice se monta en la parte trasera, justo entre el habitáculo y eje, impulsando las ruedas posteriores a través de una transmisión automática de una sola velocidad desarrollada por Jerry Mrlik. De acuerdo con Karl Ludvigsen, escritor de “Corvette: America’s Star-Spangled Sports Car, 1953-1982”, el Chevrolet Corvette GS-IIb alcanzó los 320 km/h en las pruebas de Midland, Texas

Winchell estaba buscando un lugar para probar los límites del Corvette GS-II lejos de los ojos de los fotógrafos espías y la competencia, y el Rattlesnake Raceway en Midland, Texas, fue el lugar perfecto. Sin embargo, el coche fue destruido ese mismo año después de las pruebas, pero fue reemplazado rápidamente por su sucesor mejorado, el Corvette GS-IIb, que se muestra en la imagen. El chasis se remachó y se modificó para acomodar ruedas más anchas que antes.

El Chevrolet Corvette GS-IIb fue enviado a Rattlesnake, donde se sometió a pruebas exhaustivas donde Jim Hall estuvo detrás del volante para la mayoría de las carreras de alta velocidad

Si bien Arkus-Duntov, generalmente, recibe el visto bueno como el artífice del Corvette de motor central desde los comienzos de su existencia, ninguna historia en sus 55 años de vida estaría completa sin mencionar a Frank Winchell y el GS-IIb. Este coche hará su debut en el Concurso de Elegancia de la Isla Amelia 2020, del 5 al 8 de marzo en Florida, en medio de una exposición dedicada a todos los precedentes del Corvette de motor central a lo largo de los años.

Otros prototipos de Corvette de motor central que también aparecerán en su Aniversario de Plata en marzo durante el 25º Concurso de Elegancia de Isla Amelia serán los Vehículos de Investigación de Ingeniería de Chevrolet CERV I y II de 1960 y 1964, respectivamente; el Corvette XP-819 de 1964; el XP-895 de 1973; el XP-897 GT de 1973 y el CERV III Corvette Indy de 1986.