El Jensen Interceptor fue una incursión europea en el cerrado y exclusivo mundo de los muscle cars americanos. Solo algunas de las pequeñas fábricas inglesas tradiciones se atrevieron a fabricar un deportivo GT de elevado estatus para el conductor europeo tomando principios constructivos usados de forma habitual al otro lado del charco.
Los hermanos Alan y Richard Jensen crearon una marca que se tornó sólida con el tiempo -Jensen Motors- gracias a un trabajo duro y a un innegable talento. Después de pasar por diferentes empresas desarrollando vehículos como el Estándard Avon (1929) -un coupé descapotable-, u otras fabricantes de chasis y carrocerías, incluso camiones, con el tiempo alcanzaron suficientes recursos y una gran reputación, adquiriendo la empresa W. J. Smith & Sons, cambiando poco después el nombre por la de Jensen Motors.
Podríamos destacar el Jensen S-Type, un encargo del actor Clark Gable realizado a partir de un chasis de Ford, proyecto que les dio fama, caché y un contrato con Ford para fabricar carrocerías sobre motores V8 y chasis de la marca del óvalo. A principio de los 50 cambiaron su diseño contratando al ex diseñador de Austin Eric Neale, fabricando al protagonista de hoy, el Jensen Interceptor.
De la primera generación nacida en 1950 se produjeron solamente 88 unidades, hasta que terminó su producción en 1957. Este bonito coupé tomó el chasis de un Austin A70 alargándolo y añadiendo un propulsor de seis cilindros en línea de 3.993 cm3. Esta primera generación no tuvo continuidad en sí misma, fabricando diferentes modelos, hasta que decidieron en 1966 retomar la idea y pasar a la segunda generación del coche que tuvo más éxito para la pequeña compañía inglesa.
De esta segunda generación se fabricaron 6.408 unidades y decidieron tomar un motor V8 de origen Chrysler con 6.276 cm3. Existía una doble opción de dos cajas de cambio a elegir, una automática de tres velocidades de convertidor de par o una manual de cuatro, acompañada de un diferencial de deslizamiento limitado en el eje trasero.
En 1971 Chrysler decidió reducir ligeramente la potencia, pasando de 270 a 251 CV, cambiando entonces el propulsor por un V8 TNT de 7,2 litros, 305 CV y un carburador de cuatro cuerpos. Poco después añadió un nuevo carburador doble que permitió un aumento de la potencia hasta los 330 CV al bajo régimen de 4.600 RPM, que suponía una larga longevidad y un funcionamiento silencioso.
Esta versión del Interceptor sólo estuvo disponible en 1971, convirtiéndola en la más potente y cotizada del fabricante inglés, hasta que Chrysler decidiera de nuevo reducir la potencia hasta los 280 CV. Un útil detalle que denotaba refinamiento era la existencia de un radiador destinado a la refrigeración del aceite de la transmisión.
La transmisión automática de tres relaciones nos podría parecer escasa por el número de las mismas, pero sabiendo que podía alcanzar los 90 km/h en primera, los 150 km/h en segunda y los 220 km/h en tercera ya no nos lo parece. Su velocidad de crucero “cómoda” era de 160 km/h, pudiendo mantener los 200 km/h sin ninguna fatiga para la mecánica, aunque los neumáticos sí podrían sufrir si se mantenía esta velocidad durante cierto tiempo.
El 0 a 100 km/h lo lograba en poco más de 7 segundos, y llegar a 160 km/h le suponía 22 segundos. Aunque se podía optar por efectuar manualmente el cambio de marchas, resultaba más rápido si lo utilizábamos en forma totalmente automática. Sus consumos oscilaban entre los 15 l/100 km en conducción tranquila y los 20 l/100 km se realizábamos una conducción deportiva, con lo que sus 72 litros de combustible se quedaban algo cortos.
La suspensión era totalmente tradicional, con triángulos, muelles helicoidales y amortiguadores de levas delante, contando con ballestas semielípticas, amortiguadores telescópicos ajustables a través de un mando situado en el tablero de mandos, y barra estabilizadora. Esta amortiguación tenía un tarado más bien duro, como era norma en los deportivos ingleses de la época. En firmes rotos se percibía esta dureza, quedando compensada con los estupendos asientos que llevaba.
La dirección era servoasistida, y el equipo de frenos contaba con dos circuitos separados y también servoasistidos, con discos en las cuatro ruedas. Estos frenos eran muy eficaces y no tenían problemas para detener un coche que pesaba casi 1.600 kg.
Sus líneas rectilíneas, musculosas y elegantes al mismo tiempo, se reforzaban con una gran luneta trasera plana que arrancaba desde el techo y se curvaba por los laterales hasta el pilar C. Esta luneta trasera (con resistencia eléctrica) formaba parte de un amplio portón que daba acceso a un buen maletero. Este diseño de líneas rectas ofrecían una gran habitabilidad a este coupé. Sobre un bastidor tubular de acero se asentaba una carrocería realizada en el mismo material. Esta última estaba diseñada en Italia y se fabricaba en Inglaterra.
El mayor guiño a los muscle cars americanos lo encontrábamos en la parte delantera, con un larguísimo capó rematado por delante con cuatro faros redondos, encastrados en la parrilla delantera y por una luneta delantera tendida por detrás
Su carácter GT quedaba de manifiesto con un habitáculo realizado con materiales de primera calidad, muy bien trabajados y ajustados, sin nada que envidiar a los grandes fabricantes. Podíamos destacar un volante de madera, unos asientos ajustables fabricados en genuino cuero inglés, un equipo de radio con dos altavoces o elevalunas eléctricos.
Los pasajeros traseros también se trataban con mimo, pudiendo apoyar sus cuerpos en unos asientos con perfecto acolchado y unos respaldos bastante altos. La consola central estaba revestida con maderas nobles. Llevaba incluso un completo botiquín con su espacio dedicado de ex profeso. A partir de septiembre de 1968 se le incluyó de serie la dirección asistida.
De esta segunda generación existieron tres variantes: la primera apareció en 1966, como habíamos comentado, la segunda lo hizo en 1969, con cambios en los paragolpes, parrilla y faros (delanteros y traseros). La tercera llegó en 1971, con algunos retoques en los mismos elementos a los que se añadieron nuevos asientos, aire acondicionado de serie y el nuevo motor 7.2 V8 TNT DE de 305 CV mencionado anteriormente.
En 1967 se estrenó el Jensen FF, que no era ni más ni menos la plataforma del Interceptor al que se le añadió un avanzado sistema de tracción integral a las cuatro ruedas, control de tracción y un sistema ABS de accionamiento mecánico. Por fuera era casi idéntico, diferenciado por unas branquias laterales situadas en las aletas delanteras y una longitud incrementada en 127 mm.
En 1974 se fabricaron 267 unidades descapotables -Jensen Interceptor Convertible- destinadas al mercado americano, y en 1975 sacó una extraña versión coupé basada en la plataforma del convertible, con la luneta trasera partida. De esta versión solo se fabricaron 60 unidades, hasta que quebró la empresa.
El Jensen Interceptor reflejaba claramente el espíritu de los auténticos GT de finales de los 60, con espacio y confort para sus cuatro ocupantes y acompañado por un generoso maletero. Su línea elegante y sobre todo personal, con una mecánica acorde con las pretensiones de este bonito coupé y sus prestaciones deportivas lo convertían en un auténtico Gran Turismo de gran lujo. Un objeto de deseo para los amantes de los clásicos coupés deportivos británicos.
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Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...Este sale en una de Fast & Furious. Al poco de estrenarse la peli, un compi del curro me mostró el frontal del coche y me preguntó si era capaz de saber de qué coche se trataba. No tenía ni fruta idea y puse la excusa de haber estado trabajando toa la noche, que tenía tanto sueño que no sería capaz de diferenciarlo ni del Prius de Javier. No coló, me arriesgué y dije este pero modificado, ¿sabéis cuál es?
El de la película Fast & Furious es un Jensen Interceptor modificado, mientras que el de la imagen pertenece a un Lamborghini Espada.
Hola, Luis;
correctísimo ?!!