Mitsubishi lanzó en 1996 la octava generación de la berlina Galant poniendo especial énfasis en su diseño con cierto carácter deportivo, que le distanciara del recién llegado Carisma y otras berlinas medias. En España no llegó a ser un súper ventas, pero al menos consiguió introducir tímidamente la tecnología GDi de inyección directa en gasolina. No era el caso de la motorización más potente, 2.5 V6.
Habiendo prescindido en esta serie de la carrocería de cinco puertas, la firma de los tres diamantes retomaba el formato familiar que había abandonado varias generaciones atrás. Al igual que en el cuatro puertas, en el Mitsubishi Galant SW 2.5 V6 se apostó más por la estética que por ofrecer una capacidad de carga superior a sus rivales. En Japón se le conoció como Galant Legnum.
Esta nueva carrocería crecía 5 centímetros en longitud, hasta situarse en 4,68 metros, una envergadura que le alejaba de modelos catalogados en el segmento D y a caballo entre estos y las berlinas de representación (E). Unido en un principio en exclusiva al motor V6 de gasolina, su planteamiento resultaba ambicioso en cuanto a posicionamiento, pero asimismo limitaba su calado en nuestras carreteras. De hecho, cruzarse con algún Galant SW era una tarea complicada, por lo que difícilmente quedarán unidades en el mercado de segunda mano.
Pero en conjunto pocas pegas podían ponérsele a este familiar, que mostraba un gran equilibrio en prácticamente todos los apartados que se podían exigir a un vehículo de este tipo. No era el más habitable, pero su espacio resultaba suficiente para que cuatro adultos viajaran con comodidad.
El maletero -que perdía 50 litros con respecto a la berlina- cubicaba unos discretos 420 litros, si bien contaba con algún hueco extra que aumentaba su versatilidad gracias a su doble fondo. El resto del habitáculo destacaba por la solidez típica de modelos japoneses, empañada en esta versión por la imitación a madera del salpicadero o las tonalidades de algunos plásticos del salpicadero.
En cuanto a lo que no se veía, de nuevo el Galant SW 2.5 V6 quedaba en un buen término medio. Por un lado, su motor V6 ofrecía una potencia de 163 CV a priori algo por debajo de otros coches de concepción similar (Mondeo o Vectra 2.5 ofrecían 170 CV), pero conseguía un elevado nivel de prestaciones que quedaba penalizado por los largos desarrollos de su cambio manual de cinco velocidades y una notable pérdida con respecto al cuatro puertas. Por ejemplo, su velocidad máxima se veía reducida desde 225 a 215 km/h.
En donde no salía perjudicado era en su comportamiento. Con una distancia entre ejes de 2,63 metros y vías cercanas al metro y medio, el SW se mostraba tan capaz como el modelo del que derivaba, ofreciendo un alto confort en vías rápidas y un paso por curva estable sin que la carrocería balancease en exceso. Como plus montaba un eje trasero autonivelante para mantener la altura constante independientemente de la carga que transportásemos en el maletero.
Desde el punto de vista económico, el Mitsubishi Galant SW 2.5 V6 no estaba mal posicionado, si bien era difícil encontrar alternativas por configuración mecánica entre los familiares de la época, la mayoría centrados en las variantes Diesel o versiones menos prestacionales en gasolina. Como referencia, el Ford Mondeo V6 costaba unos 600 euros más de entonces.
Entre su equipamiento no hallábamos lujos como asientos de cuero o techo solar; únicamente lo básico con algún detalle como el climatizador automático
Aunque la marca japonesa apostara por el GDi y sustituyera al V6 por el 2.4 de 150 CV, en principio más eficiente, no se logró que el Galant SW fuese un modelo demandado y pasó sin mayor pena ni gloria por el mercado español, donde el diésel comenzaba a dominar, las carrocerías familiares no gozaban de mucha aceptación y los monovolúmenes iban ganando terreno.
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Ángel Martínez
Soy uno de esos bichos raros a los que les apasiona hablar de coches y se pasaría horas comentando modelos o repasando la historia de la automoción. Pienso que la mayoría de ellos tienen su encanto, desde el deportivo con el que soñamos hasta el utilitario que te encuentras en cualquier esquina.COMENTARIOS