Hyundai presentó la tercera generación del i10 hace apenas una semana. Más pintón que el modelo que sucede, pero quizá le hacía falta un toque un poquito más deportivo. Es por esta razón por la que la firma surcoreana ha aprovechado el Salón del Automóvil de Frankfurt para desvelar el Hyundai i10 N Line.
Así, el i10 se ha convertido en el cuarto modelo de la casa en recibir el acabado N Line, después del i30 e i30 Fastback, y el Tucson. Al igual que estos, no encontraremos ninguna diferencia a nivel mecánico. Se continuará ofreciendo con las dos mecánicas hasta ahora disponibles: el tricilíndrico turboalimentado 1.0 T-GDi de 100 CV y el 1.2 MPI atmosférico de cuatro cilindros y 82 CV. En ambos casos, la transmisión es manual de cinco velocidades.
Donde sí encontramos cambios es en el exterior, donde no se puede confundir al N Line con otro modelo de la gama. En el frente, por ejemplo, presenta un juego de luces diurnas de nuevo diseño en las esquinas de la parrilla. Los faros antinieblas quedan integrados en nuevas molduras plásticas y la sección inferior recibe una fina línea pintada en color rojo, al igual que otros tintes sutiles sobre la propia parrilla, en el paragolpes trasero o en las ruedas.
Las llantas de aleación de 16 pulgadas son de diseño específico para este modelo. Para ir a juego con el resto del conjunto, la zaga recibe un nuevo difusor. La paleta de colores también aumenta con un nuevo tono azul claro (el de la imagen) y, en opción, se podrá pedir el techo en negro. Por supuesto, no faltan numerosas insignias “N Line” para diferenciarlo de otro i10 con acabado mundano.
Al entrar en el habitáculo, el Hyundai i10 N Line viene equipado con un volante de estética más deportiva adornado con el logotipo “N” en la sección inferior, así como unas costuras rojas que también se hacen visibles en la palanca de cambios. Los pedales reciben un acabado metálico, los anillos que rodean las tomas de ventilación son también rojos y los asientos hacen gala de un mejor soporte lateral, además de tener mejor aspecto.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Lastima que es eso, “N Line” y no “N” a secas… ¿Se animarán a dar el paso?
Habría que preguntarse primero qué demanda hay, latente o no, para coches vitaminados en el segmento A. Solo existen el Adam S y los Abarth 500 (coches de hasta 3,8 metros con más de 100 CV). Los Caterham van aparte.