Son días de homenajes para Bentley, porque el 2025 así lo amerita. Un año de aniversarios especiales que resumen la historia de los cuatro puertas del fabricante de lujo británico. Y he aquí el simbolizado en la imagen en la que dos hermanos de este siglo se han unido: el antecesor espiritual y esta versión que lo reinterpreta. Hace 20 años, dos después del lanzamiento del Continental GT, la versión sedán llegó para profundizar aquella todavía nueva era de la marca bajo la órbita del Grupo Volkswagen.
El Bentley Continental Flying Spur W12 no solo fue exponente de una solución mecánica por años desarrollada hasta su puesta en producción y tampoco representó solamente la refundación estética de una firma que había contado una historia de coches elegantes y ahora se encontraba entre modelos de rostros algo más agresivos. Como el que ahora le rinde culto, aquel cuatro puertas también supo rendir tributo, en aquel entonces al S1 Continental Flying Spur de los años cincuenta. Ahora bien, el que Mulliner acaba de concretar marca una diferencia, pues no es cualquier Flying Spur W12 el homenajeado.
Así como lo hizo con la Serie T, la casa con sede en Crewe ha ido a fondo en su misión de recordar estrenos también para este 20° aniversario. No se recuerda el lanzamiento de un modelo, sino el ejemplar que lo hizo debutar. En la Heritage Collection de Bentley descansa el primer Continental Flying Spur de producción, la unidad que salió de fábrica en mayo de 2005 con el acabado exterior en verde ciprés que hoy sigue luciendo y ha sido replicado en el Flying Spur Speed 2025 configurado para su revival.
Además de respetar esa tonalidad de verde original, esta propuesta muestra por fuera elementos decorativos que no responden exactamente a la apariencia del ejemplar del 2005 o bien readaptan su lenguaje, además de que se sirve de materiales que, si bien ya era una realidad dos décadas atrás en la industria, se corresponden más con la era actual. Hablo de los bordes aplicados en el spoiler delantero, el difusor trasero y los faldones laterales, y de la fibra de carbono utilizada en estos últimos.
Ese borde podría interpretarse, de alguna manera, como un guiño a la línea de los bajos en los costados del Continental W12, pero, con certeza, su intención evidente ha sido traer al presente el acabado interior del modelo 2005. Ese mismo color “Saddle” ha sido utilizado para este Flying Spur especial, cuyo condimento extra se revela en un “Special Green” que, además de estar distribuido de manera estratégica en la cabina para marcar una diferencia visual con el homenajeado, fue creado por la división de personalización de Bentley solo para esta ocasión.
Al habitáculo, sobre el salpicadero para ser exacto, Mulliner expande el Cypress Green de la pintura exterior. Puede que no se aprecie a golpe de vista, por su similitud con el verde que acompaña al tapizado y por que en un plano amplio resulta casi imposible distinguirlo de este último. Notarás cómo el panel en nogal se divide en dos acabados diferentes, pues es obra y arte de la línea horizontal en ciprés que, con sutileza, recorre todo el ancho y más allá. De reinterpretaciones exactas no viven los departamentos de diseño y personalización, claro está.


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Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS