La industria checa ha recibido a un nuevo integrante que no podemos pasar por alto, porque pertenece a uno de los que combinan segmento y propulsión dominantes –o cuando menos proliferante– en la Europa del 2025. La marca del Grupo Volkswagen lanza el Škoda Elroq RS en un momento propicio. Según informó su CEO, Klaus Zellmer, –algo que también informan desde el propio sitio oficial–, el Elroq estándar fue el coche eléctrico a batería (BEV) más vendido de Europa en abril y para finales de mayo ya habían recibido 70.000 pedidos.
El Elroq RS es una versión deportiva del SUV compacto y, como tal, con su 0 a 100 km/h en 5,4 segundos, homologa menos autonomía que el más eficiente y el que era hasta este momento el tope de gama: el Elroq 85, que te da en los papeles hasta 578 kilómetros con una sola carga, y el 85 Sportline, con 573 km y al que supera por más de un segundo en la aceleración de parado y también en potencia: 341 contra 286 CV.
Ahora bien, hablamos del tercer Elroq más eficiente. En comparación con las versiones intermedias, las 60 y 60 Sportline que no llegan a 430 km, el RS es mejor en autonomía además de su ventaja en potencia y prestaciones. Su mencionada máxima de caballos y sus 549 km homologados responden a que cuenta con la batería de mayor capacidad de la gama –de 79 kWh netos– y a su configuración que marca la tendencia de los eléctricos en el continente: motores en ambos ejes y tracción a las cuatro ruedas.

Pero su deportividad nace de lo estructural, va más allá de la cifra de potencia. Me interesa más hablar de la sensación al volante y su conducción que de cuántos caballos agrega. La gran clave del Škoda Elroq RS es el chasis adaptativo ajustado específicamente para esta versión. El secreto está en el sistema de amortiguadores, cuya válvula electromagnética puede abrirse y cerrarse en cuestión de milisegundos. Dependiendo del modo de conducción elegido, mediante el cual la tracción puede variar y a partir del cual entra en juego una serie de factores como la velocidad, la carga que lleva y el balanceo, el flujo de aceite que entra a los amortiguadores será mayor o menor.
El RS goza de una dirección superadora, que potencia al coche al trabajar en conjunto con los amortiguadores adaptativos. Y éstos, además de su versatilidad, están bien armados sea cual fuere el modo de manejo seleccionado o las circunstancias de carretera: el eje delantero lleva suspensión McPherson con brazos triangulares inferiores y un estabilizador transversal, mientras que la trasera es una suspensión de cinco brazos transversales –multibrazo– y completa con un estabilizador de torsión. Un esquema que promete rigidez.
Lo más interesante de este chasis adaptativo, tal vez crucial al momento de decidir apostar por esta versión, radica en que el total de variables ajustables para su configuración final es de 15, de manera tal que, a mayor cantidad de factores, más modos configurables. Sin dudas, una versión deportiva de conducción por demás versátil.
Mauro Blanco
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